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Trinidad: homenaje a Fray Manuel Ubeda, primer cura párroco al cumplirse 190 años de su muerte

By 10/05/2013mayo 17th, 2013No Comments


El domingo  5 de mayo, un día después de cumplirse exactamente los 190 años de la muerte de Fray Manuel Ubeda, se tributó en la Parroquia de la Santísima Trinidad un sentido homenaje a quien fuera el primer cura párroco de la otrora  capilla levantada a comienzos del año 1800.

El acto, organizado conjuntamente por la Parroquia y la Dirección de Cultura del Gobierno de Flores, se llevó a cabo en el marco de la Santa Misa celebrada a la hora 19 por elPbro. Nelson González, quien en su homilía se refirió a la personalidad y obra de Fray Ubeda, uno de los principales referentes –conjuntamente con Francisco Fondar- del proceso fundacional de la ciudad de Trinidad.

Fue en honor a ese acontecimiento que, una vez concluida la Santa Misa a la que asistieron gran cantidad de feligreses, junto a las autoridades nacionales y departamentales, se produjo la actuación del Coro Cantata de la Trinidad dirigida por la Prof. Lucía Fernández, interpretando fragmentos del Réquiem de los Difuntos compuesto por Ubeda, y se descubrió una memorabilia en la que se inscriben nombres de los más de 400 pobladores que se afincaron en estos territorios en aquella época.

El descubrimiento de esta gigantografía fue realizado por el Pbro. González, el Intendente Departamental Dr. Armando Castaingdebat, Representante Nacional Esc. Ricardo Berois y Secretaria General de la comuna Mtra. Beatriz Ríos.

Posteriormente, en el atrio de la parroquia, se descubrió un recordatorio de quienes formaban parte del pueblo y de lo que era el territorio de la naciente Parroquia.

El cura párroco de la Santísima Trinidad recordó que la distribución de los solares comenzó en 1804 y en febrero de 1805 se creó la Parroquia.

“Por ese motivo, en esos últimos meses del año 1804, se elaboró un padrón de todos los fieles –como se decía en aquella época- de las almas que habitan, en lo que va a ser la jurisdicción de la nueva Parroquia”, precisó el cura párroco.

Informó que el realizador Álvaro Álvarez se encargó de plasmar esta idea, por lo que en la parroquia se colocó una gigantografía con el padrón de las más de las 400 familias –nombre por nombre- que poblaron estas tierras a principios del 1800.

Ese recuerdo quedará en el atrio para que todos los porongueros y muchos visitantes que llegan a la Parroquia, puedan tomar conocimiento de quienes fueron los primeros pobladores de nuestro pueblo.

Fray Manuel Ubeda 

Hace más de dos siglos, un fraile español parte desde Barcelona, una ciudad al borde del Mediterráneo, importante centro cultural, religioso y comercial. Era un sacerdote que viajaría a América, el destino primario de su viaje es desconocido, poco se sabe de la historia de este hombre. Lo cierto es que partió en 1800 como capellán de fragata en el buque “Nuestra Señora del Pilar y Soledad”, cuando el navío había cruzado buena parte del Océano Atlántico es detenido por otro, pero inglés, y llevado a costas brasileñas. Las continuas guerras europeas habían hecho aliadas a España y Francia, el primer paso fue la firma de la Paz de Basilea en 1795, el tratado fue signado por Carlos IV, rey que terminaría siendo aliado napoleónico después de su golpe de Estado en 1799. España e Inglaterra eran enemigos. Pero Manuel Ubeda, después de pasar unos pocos meses en terreno carioca obtiene la gracia del Obispo de Buenos Aires que necesitaba levantar un lugar de culto, donde hoy se conoce la ciudad de Trinidad. Así lo hizo el feligrés.

En febrero de 1802 se rezaron las primeras misas y comienza la construcción de un oratorio público. Al parecer Ubeda ejercía cierto poder que le permitió otorgar terrenos a los pobladores de Porongos. El fraile pertenecía a la Orden de la Santísima Trinidad, presumiblemente el nombre de la ciudad se le deba al religioso. Esta orden católica data del año 1154, su fin era devolver la esperanza a los cautivos. Fue la primera orden que se valía de la palabra a manos desarmadas, “sin más armadura que la misericordia”, para enfrentar a los demás hombres.

El monje formado en Europa poseía conocimientos musicales, tal vez, de no haber sido por componer su “Misa para Día de Difuntos”, menos de lo que se conoce se conocería de su vida.

La misa está fechada en Montevideo y seguramente haya sido estrenada un 2 de noviembre. La partitura escrita con una perfecta caligrafía muestra las voces y los acompañamientos para flauta o clarinete y bajo. Las letras están escritas en latín y el original se conserva en el Museo Romántico, un lugar lleno de secretos encantados.

En base a Ecos Regionales

Información proporcionada por DECOS SAN JOSÉ