“Solo a partir de una Nueva Evangelización, en su ardor, en su expresión y en sus métodos, dará frutos una pastoral vocacional diocesana”, aseveró el Obispo Auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, en el Congreso Internacional de Pastoral Vocacional, que culminó el viernes en Roma.
Mons. Tróccoli participó en el Congreso en su condición de Presidente del Departamento de Vocaciones y Ministerios de la Conferencia Episcopal del Uruguay (DEVYM-CEU) junto con el Pbro. Carlos Silva (Diócesis de Salto) y Pbro. Gabriel Rainusso (Diócesis de San José de Mayo).
En su ponencia titulada “La cultura vocacional en la Iglesia Particular”, el Obispo subrayó que “la misión de evangelizar, o de ser una Iglesia en salida (como gusta decir el Papa Francisco), es una tarea impostergable para la Iglesia de hoy”. “Salir al encuentro y crear una cultura del encuentro y del diálogo con la cultura de hoy es fundamental para que cada uno encuentre su lugar y su misión en la Iglesia”, puntualizó.
El Pastor explicó, ante unos 300 participantes, que “una cultura vocacional es aquella atmósfera donde se valora y se defiende la fidelidad a la propia vocación, porque ella ha sido recibida de Dios, porque es parte de la dignidad del ser humano y porque de ella depende la creación de un mundo nuevo”.
Mons. Tróccoli admitió que “la actual cultura juvenil nos desafía para que asumamos un lenguaje acorde a nuestros tiempos para comunicar la buena noticia de la vocación”. “Todos hemos recibido la vida como un don, un regalo, y solo donándola en el amor podemos alcanzar nuestra verdadera plenitud y felicidad”, enfatizó. “Crear esa cultura puede ser hoy uno de los más urgentes servicios a prestar al Dueño de la mies, que llama a colaborar con Él, y según su modo, en la salvación del mundo”, resaltó el Presidente del DEVYM- CEU, al tiempo que advirtió que “no es posible para cada uno de nosotros gestar por sí solo una cultura tal, pero sí el inspirar los diversos frentes educativos con este objetivo”. “Todo lo que favorezca o debilite una ‘cultura vocacional’ es hoy apostólicamente decisivo y atañe, directa o indirectamente, a la pastoral vocacional, y a la pastoral de toda la Iglesia”, subrayó .
En este sentido, Mons. Tróccoli instó a no olvidar que “ninguna vocación nace por sí misma o vive por sí misma. La vocación surge del corazón de Dios, y brota en la tierra buena del pueblo fiel, en la experiencia del amor fraterno”.
El Obispo uruguayo terminó animando a todos los presentes a asumir esa “apasionante tarea” en el comienzo del tercer milenio cristiano.
