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“Sal de la tierra” y “Echa las redes”: las dos frases que marcaron el Ministerio sacerdotal de Mons. Fajardo

By 17/05/2013mayo 24th, 2013No Comments

El Obispo de San José de Mayo celebró sus 25 años de sacerdote con una Eucaristía en la Catedral de San José.

En un verdadero clima de fiesta, la comunidad cristiana se reunió en torno a la Mesa de la Eucaristía en esta acción de gracias por los 25 años de sacerdocio de Arturo, recordando que fue el Beato Papa Juan Pablo II quien lo ordenara, junto a 12 compañeros un 8 de mayo de 1988, en la ciudad de Florida.

Mons. Fajardo comenzó la celebración con el rito de bendición y aspersión del agua, indicado especialmente para este tiempo pascual. Agradeció la presencia de cuantos lo acompañaban, comentando que “esta Eucaristía es en acción de gracias a Dios por la fidelidad en el ministerio, Dios es fiel y esa fidelidad es por la que hoy quisiera agradecer particularmente”.

El Obispo nombró a los que en diferentes lugares de la Diócesis quisieron hacerse presentes en este día, entre ellos destacó a los alumnos del Colegio San José de la ciudad de Libertad, un grupo de perseverancia de la Catedral, los niños, adolescentes y voluntarios de la Casa Talitha Koum, del Hogar Juan XXIII, religiosos, sacerdotes, especialmente a sus hermanos Obispos, aMons. Raúl Scarrone(Obispo emérito de Florida),Mons. Orlando Romero(Obispo emérito de Canelones y oriundo de San José), así como también al  P. Miguel Suárez sdb, Director del Colegio Maturana en Montevideo. Destacó, asimismo, la presencia de Genaro Lusararian, diácono que se ordenará sacerdote en rito armenio, el 22 de junio, en Montevideo y con el que fueron compañeros en su pasaje por la escuela militar.

Comentando el Evangelio de ese Domingo, día en el que se celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor, el Obispo comenzó diciendo: “en estos días he rezado y me he detenido en el salmo 137, la alegría y la alabanza a Dios, doy gracias al Señor de todo corazón, pues escuchaste las palabras de mi boca, doy gracias por tu amor y tu verdad. Sentirnos que somos obras de la manos de Dios, que no abandona sus obras que somos cada uno de nosotros, el Señor se preocupa y está cerca de cada uno”.

Más adelante, recordando sus 25 años de sacerdote, Mons. Fajardo compartió que hay dos palabras o frases que han marcado este tiempo: “sal de tu tierra, siempre me ha tocado andar por otros caminos, varias comunidades y servicios, eso es expresión de lo que es la vida, un éxodo permanente”.  Otra de las expresiones marcadas por el Obispo fue “navega mar adentro”- “Jesús nos invita a no tener miedo, a dejar la orilla, confiar y lanzarse al mar, éste es el camino del cristiano, es una aventura, no es nada aburrido, es la aventura de la fe y nuestra vocación. Todo el camino cristiano es un éxodo permanente, salir cada día y ponernos en camino, de no nos quedemos quietos, a veces corremos el peligro es ‘aburguesarnos’, no querer caminar más, pensar que ya llegamos, no es así, siempre estamos en camino y búsqueda”, indicó el Obispo en su homilía.

Recordando una frase del Papa Francisco que aludía al riesgo que corre la Iglesia de ser “autorreferencial”, Mons. Arturo comentó que “el centro es el Señor y no nosotros, nosotros somos parte de ese camino que nos lleva conocer a Jesús, buscar su rostro que nos lleva ponernos en marcha cada día, sin cansarnos nunca”.

El Obispo se refirió, asimismo, a las tres palabras con las que inició su ministerio de Pastor, invitando a “revisar, reencantar y reencauzar”. “Estas palabras han resonado en mí en estos días, donde he podido releer las cosas que escribí hace 25 años  y revisé ese tiempo, tiempo de gracia, de compañía de Dios. El Señor es siempre fiel. Está siempre con nosotros y esto lo he podido experimentar”, aseguró.

Tuvo palabras de agradecimiento y recuerdo para aquellas personas que han pasado por su vida, en particular de Mons. Quaglia, “él fue el que plantó en mi la semilla de la vocación, recuerdo agradecido a Mons. Mulin, a tantos sacerdotes, al Padre Mambrilla y Matonte, a tantos laicos que fueron  testimonio y que reafirman que vale la pena dar la vida por Jesús y su Evangelio… Uno tiene el corazón lleno de nombres, tantos nombres que se han incorporado en el corazón de uno”.

Al concluir su homilía, el Obispo invitó a descubrir siempre la belleza y la alegría de la fe y a considerar a Jesús como fuente de esta gracia. Pidió para él y la Diócesis de San José (de la cual este próximo 27 de junio ya harán 6 años de su nombramiento como Obispo), “… un nuevo impulso evangelizador, con mayor creatividad para anunciar a Aquel que es la plenitud de la vida”.  Aludiendo a la Fiesta de la Ascensión del Señor, Mons. Fajardo dijo que “Jesús asciende y nos envía a la misión, va a estar cada día con nosotros, sus manos son como un techo que nos protege, por la fe, sabemos que Jesús bendiciendo tiene sus manos tendidas sobre nosotros, esta es la razón permanente de nuestra alegría”.

Al finalizar la celebración eucarística, Mons. Fajardo, renovó la consagración de toda la familia diocesana bajo la protección y el cuidado paterno de San José.

Luego de la bendición y la conclusión de la Santa Misa, se compartió un brindis en los salones del Hogar Católico junto a la Catedral.

 

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

Glorioso Patriarca san José, escogido por Dios como padre adoptivo de Jesús, esposo de la Virgen María y cabeza de la Sagrada Familia. Protector de la IglesiaUniversaly patrono de nuestra familia diocesana. Me dirijo a ti con gran confianza implorando tu auxilio en este momento particular.

Tú conoces bien nuestras aspiraciones, nuestras angustias y esperanzas. A ti venimos porque estamos seguros de encontrar en ti quien nos protege. Tú también viviste la prueba, la fatiga y el cansancio; pero experimentaste en el seno de tu hogar la intimidad con el Hijo de Dios y su santa Madre, cuidando el misterio que crecía en tu casa.

Protege, con tu amor verdaderamente paternal a nuestro Papa Francisco y a todos los pastores de la Iglesia.

Yo, Arturo, indigno servidor del Señor, te encomiendo toda mi vida y mi ministerio sacerdotal, a la vez que te pido la gracia de la fidelidad, al conmemorar 25º aniversario de ordenación sacerdotal.  Como pastor te suplico por esta familia diocesana.

Te encomiendo el ministerio de cada uno de estos sacerdotes que sirven al pueblo de Dios que peregrina en San José y Flores. Defiende a los que trabajan por la construcción del Reino, en entrega total y en medio de muchos sacrificios. Encomiendo a tu cuidado, protector de la familia de Nazaret, a todas las familias de nuestra diócesis, a los religiosos y religiosas, a los diáconos y a cada uno de los miembros de nuestros pueblos.

Amado San José, acepta benigno esta consagración que hacemos de nuestros corazonesy guíanos en el camino hacia Dios Padre. Permítenos que, siguiendo tu ejemplo, todas nuestras obras sean para mayor gloria de Dios, edificación del pueblo de Dios y salvación de todas las almas. Amén.