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Obispos agradecen reconocimiento a tres militantes cristianos católicos 

By 14/05/2021No Comments

 

El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay  (CEU) y el obispo de Canelones agradecieron a la Comisión Memorias de la Costa el reconocimiento que, en el Circuito de la Memoria, tributan a tres militantes cristianos católicos: Julio César Spósito Vitale, Ángel Rocha y su esposa Adela Francia, como «expresión del compromiso integral por los Derechos Humanos”.

En la misiva dirigida a la coordinadora de la referida Comisión, Nibia López, rubricada por Mons. Heriberto Bodeant (obispo de Canelones) y el Presidente de la CEU, Mons. Arturo Fajardo (obispo de Salto) en representación del Consejo Permanente, destacan que “tanto el joven Julio como Ángel y su esposa Adela se sintieron tocados y movidos por el encuentro con la miseria humana y buscaron la construcción de una sociedad más justa y solidaria (como nos pide hoy el papa Francisco en ‘Fratelli Tutti´)”. “Su compromiso los llevó a enfrentarse con la soledad, la cárcel y aún la muerte. No vivieron aferrados a las cosas de este mundo, sino como peregrinos que, mientras luchaban por hacer más humana la vida de sus hermanos y vecinos, esperaban ‘la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios’ (Hebreos 1,10)”, subrayan.

En marzo de este año la Intendencia de Canelones inauguró el segundo Circuito de la Memoria del departamento en la Plaza de los Derechos Humanos, ubicada en avenida Calcagno y Giannattasio, Ciudad de la Costa. El propósito de estos Circuitos de la Memoria es recopilar todos los hechos que pasaron durante los años de la dictadura. En ese circuito, en particular, se cuentan 17 historias en 10 mojones. Entre esas historias aparecen las de Rocha, con su esposa Adela, y la de Spósito.

Los obispos recuerdan en su carta  que “el papa san Pablo VI enseñaba, en el espíritu del Evangelio, que el verdadero desarrollo humano ‘es el paso, para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas’. La humanidad progresa cuando se remonta desde ‘las carencias materiales de los que están privados del mínimum vital y las carencias morales de los que están mutilados por el egoísmo’ hasta llegar ‘a participar, como hijos, en la vida del Dios vivo, Padre de todos los hombres’ (Populorum Progressio, 20-21)”.

 

Carta a la Comisión Memorias de la Costa