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Mons. Pablo Galimberti reflexiona sobre los jóvenes “mutantes” y “errantes”

By 27/05/2017No Comments

Pablo

El Obispo de Salto, Mons. Pablo Galimberti, dedica su columna semanal  en el diario “Cambio» a reflexionar sobre el universo juvenil a partir de dos  entrevistas a «‘entusiastas´  educadores, formados a la sombra de Don Bosco». Luego de analizar la descripción que hace un educador sobre los jóvenes: «errantes» y «mutantes» , el Obispo se refiere al testimonio de un maestro carpintero que “profundizó en la Logoterapia, la Gestalt y la Recreación, para disponer de otras herramientas y favorecer que el oficio les cambie la vida”.

 

«MUTANTES» Y «ERRANTES»

Dos fotografías que describen con grandes trazos a muchos jóvenes de hoy. Deambulan en calles y plazas. Estudian, trabajan, buscan un lugar en la sociedad, algún rincón que los cobije de las intemperies. Con variados vínculos familiares. Unos mostrando que estudiar sirve de poco. Otros aprendiendo un oficio.

Elijo estas pinceladas del universo juvenil de dos entrevistas a “entusiastas” educadores, formados a la sombra de Don Bosco. La mano de este italiano del norte dejó huellas revolucionarias en la segunda mitad del siglo XIX. “Prevenir, no reprimir” era uno de sus principios. Decía que no bastaba que los jóvenes sean queridos; era importante que lo supieran. Si el amor es un vínculo no basta que un educador piense: yo los quiero y me intereso por todos. Pero ellos ¿llegan a percibirlo?

La etiqueta de “errantes” es aplicable en diversos grados a todos los humanos. Se ha profundizado a partir de mediados del siglo XX. Simone  Weil en 1943 expresaba una paradoja: “tener raíces es quizás la necesidad  más importante pero la más desconocida del alma”. Pero tener raíces no equivale al inmovilismo. La “itinerancia” es una experiencia frecuente en nuestro tiempo, como lo destacó el filósofo francés Gabriel Marcel en su obra “Homo viator” (Hombre caminante). Muchos jóvenes deambulan. ¿Podrán las encuestas medir las vivencias de lejanía o cercanía de un hogar, un vínculo fuerte o el grado de inserción en la sociedad?

Los testimonios que leí, esbozan un perfil de los jóvenes como “subjetividades en construcción”. Un “yo” tan maleable, adherido a múltiples pertenencias y lugares que acaba desnorteado, carente de una subjetividad con raíces, que anude y ordene el variado paisaje de la vida.

Una subjetividad abierta a la aventura que empuja desde las raíces del alma, invitando a cruzar umbrales, enfrentar dragones, dominar serpientes venenosas y aproximarse al tesoro escondido. Es invitación a la aventura que desde tiempos remotos los humanos han vivenciado y narrado.

Mutante no significa solo cambiante, como lo somos todos. Añade algo más. Alude a un territorio como de otro planeta. Todos somos “errantes” y caminantes, que vamos dejando huellas y persiguiendo sueños. El cristiano lo es de un modo muy especial.

Jorge, otro educador que hace 20 años enseña carpintería en la Escuela de Oficios Don Bosco cuenta su experiencia. El gusto por la madera es sólo una excusa para hacer lo que le apasiona: lograr la transformación de sus alumnos adolescentes, atendiendo su integralidad. Para entenderlos mejor profundizó en la Logoterapia, la Gestalt y la Recreación, para disponer de otras herramientas y favorecer que el oficio les cambie la vida.

Antes que tomen una herramienta quiere saber cómo está el ánimo, cómo viene el adolescente de la casa, cómo está con sus compañeros. Trabajamos cuatro palabritas y les digo que tienen que recordar: paciencia, perseverancia, tolerancia y respeto. “Cuando hago una cajita me puedo aburrir, enojar… pero hay que trabajar en esas cuatro palabras. Siempre les digo: miráte como manejás la frustración; voy más a lo afectivo. La madera es un instrumento para trabajar la integralidad del gurí”.

Educar es también marcar límites. Les decimos que al terminar hay que barrer el salón y responden que ellos no barren en sus casas, ¿por qué hacerlo acá? Pequeñas cosas de orden ayudan al encuadre de los límites. En síntesis: “el oficio debe ser la herramienta para transformar la vida del gurí”.