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Mons. Miguel Barriola : “Servir a Dios siempre tiene cruz”

By 02/09/2017septiembre 11th, 2017No Comments

Barriola



Monseñor Miguel Antonio Barriola cumplió el 15 de agosto 60 años de sacerdocio y lo celebró con una Misa en la residencia de retiro de los salesianos “Mamá Margarita”.

Barriola es un prestigioso biblista uruguayo al que dos Papas designaron integrante de la Pontificia Comisión Bíblica y Benedicto XVI lo nombró “Prelado de Honor de Su Santidad”.

Es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y en Exégesis Bíblica por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma. Obtuvo el doctorado en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, en 1975, con la tesis “El Espíritu Santo y la praxis cristiana”. Realizó docencia de Antiguo Testamento y Teología, entre otra materias, en Uruguay y Argentina.

En una entrevista para NOTICEU Mons. Barriola expresó su agradecimiento a los jesuitas que lo hicieron “entusiasmar por la literatura, el latín y el griego”. También reconoció el aporte de los Hermanos de la Sagrada Familia, quienes “ya desde muy chico me entusiasmaron con el cura de Ars porque Gabriel Taborin, amigo personal del cura de Ars, fue quien fundó a estos Hermanos”.

Barriola estudió en el Pío Latinoamericano en Roma, atendido por los jesuitas, y luego se formó durante tres años en la Universidad Gregoriana. Se licenció en Sagrada Escritura luego de dos años de estudio en el Pontificio Instituto Bíblico, también a cargo de los jesuitas.

Consultado sobre las razones de su gusto por la Sagrada Escritura, Mons. Barriola destacó la influencia del jesuita Alfredo Requena. “Él también se hizo de la nada porque lo nombraron profesor de Biblia y por su cuenta aprendió hebreo con un rabino y fue comprándose una biblioteca magnífica, de manera que todos le debemos a él, y yo en especial, el entusiasmo por la Sagrada Escritura”.

Siguiendo con los reconocimientos, también resaltó a otro Padre jesuita, Lionet, quien dirigió su tesis para la Licenciatura en Teología y Biblia y quien lo siguió acompañando en la tesis de doctorado en Roma.

RELACIÓN CON LOS PAPAS

“Conocí al Papa Pío XII de lejos, pero cuando nombraron a Juan XXIII yo estaba en Roma, estuve presente en la fumata y en su primera audiencia”, evoca con total claridad. “Cuando creó Cardenal a Monseñor Barbieri también estuvimos con el Papa junto con Dellpiazzo, otro sacerdote uruguayo. Más adelante cuando volví a Uruguay falleció Pablo VI”, dijo.

Al Papa que recuerda especialmente es a Juan Pablo II. “En el año 1988, el Padre Antón me invitó a dar clases en la Gregoriana. Ese año me apunté a celebrar Misa con el Papa y me tocó al lado de Juan Pablo II. Lo que pensé fue ‘este hombre con todas las responsabilidades, problemas y cosas que tiene que resolver, sin embargo, parece que lo único que tuviera que hacer es celebrar Misa´. Porque lo hacía con una devoción, una concentración realmente espléndida. Para mi eso es inolvidable”.

El 20 de septiembre de 2001 el Papa Juan Pablo II lo nombró miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, por un quinquenio, y fue ratificado por Benedicto XVI quien, además, en marzo de 2010 lo nombró “Prelado de Honor de Su Santidad”. “Eso fue una cosa que no me esperaba. Me parecía demasiado grande para mí, pero colaboré en todo lo que pude. Las partes que me daban a mi era siempre San Pablo y yo trataba de estudiar, de colaborar. El primer tema fue Moral y Biblia, el segundo fue Inspiración y Verdad y yo enfoqué todo siempre desde San Pablo. Conocí a biblistas coreanos, africanos, de todo le mundo. Tuve que aprender alemán, inglés, francés…”.

Mons. Barriola participó en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Puebla formando parte del círculo que trataba el tema “Iglesia y María”. “Pasaban preguntando por todos lados quién daría la conferencia de prensa, y me mandaron a mi. Fue un bombardeo  de periodistas de todas partes acerca de cómo era y qué estaba pasando en Uruguay (en plena dictadura). Entonces yo dije: `Uruguay no es como Chile ni Argentina donde la Iglesia tiene un peso muy grande, pero hace lo que puede. Va a visitar a los presos y a sus familias…´. Eso fue lo que yo respondí”.

“Ahora que estoy con mi enfermedad no sé cómo agradecerle al Cardenal Sturla y a esta casa de los padres salesianos. No sé cómo voy a pagarles por el cariño y el respeto que me están expresando. Muchos de los curas salesianos han sido alumnos míos. Muchas veces me piden que haga la homilía en primeras misas y aludo a la anécdota de Mamá Margarita, que el día que se ordenó San Juan Bosco le dijo: `hoy comienzas a sufrir´. Y siempre digo, ¡mirá qué felicitación! Pero es la verdad, es la alegría de la Cruz. Servir a Dios siempre tiene cruz”.