El Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, recordó a Mons. Julio Bonino como alguien que “ha trabajado muchísimo” y que se “ha hecho querer mucho”. El Obispo dedicó su comentario diario a través de las listas de difusión de whatsapp a Mons. Julio Bonino, Obispo de Tacuarembó fallecido el pasado 8 de agosto.
“No era nada difícil quererlo. Siempre de buen humor, haciedo bromas, chistes, haciendo pasar ratos muy agradables. Queriendo mucho a la gente, de verdad”, subrayó el Obispo de Minas al describir a Mons. Bonino.
«Se tiene una pena grande porque ya no lo disfrutaremos a Mons. Julio, pero también este `descanse en paz´, sale del corazón», destacó el Obispo de Minas.
Texto completo del audio
En este 9 de agosto les estoy hablando desde el kilómetro 160 de la ruta cinco. Me acompaña desde hace pocos kilómetros, Mons. Pablo Galimberti, Obispo de Salto, que venía en otro auto en la carretera y mucho mejor ir juntos. Nos dirigimos a Tacuarembó, a las tres de la tarde tendremos la santa misa de exequias de Mons. Julio Bonino, que falleció ayer.
Tengo una pena muy grande y la quiero compartir con ustedes, porque fue una operación muy simple a la que se sometió, una operación de próstata y se complicó todo. Le dio un infarto y después neumonía y anemia. Pero Dios sabe más. Lo que ocurre es que él tenía 70 años, y llevaba 27 de Obispo en la DIócesis de Tacuarembó que es enorme, abarca los departamentos de Tacuarembó y de Rivera y ha trabajado muchísimo durante estos años, se ha hecho querer mucho. No era nada difícil quererlo. Siempre de buen humor, haciedo bromas, chistes, haciendo pasar ratos muy agradables. Queriendo mucho a la gente, de verdad. Simultáneamente me viene el recuerdo, de hace ya varios años, cuando no me acuerdo a cuento de qué, Mons. Balaguer que también estuvo antes en Tacuarembó, me miró un instante y me dijo “Padre, es muy duro ser Obispo”, me lo lo dijo con una fuerza que me llamó mucho la atención y yo creo que es muy duro especialmente en circunstancias como ser Obispo de Tacuarembó, donde además de la extensión de la diócesis,está la dificultad de tener muy pocos sacerdotes, entonces hay que estar yendo y viniendo y sustituyendo y sustituyendo, y todo eso implica un desgaste.
Mons. Bonino bromeaba y decía que quería retirarse antes de tiempo, antes de los 75 que es cuando los Obispos tenemos que presentar al Papa la renuncia al cargo, que él la acepta o no la acepta. Mons. Galimberti ya pasó los 75 años hace dos años y ahí sigue. En una Diócesis también enorme como es la de Salto, que abarca Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro. Se tiene una pena grande porque ya no lo disfrutaremos a Mons. Julio, pero también este “descanse en paz”, sale del corazón. Les pido una oración por él. Nos volveremos a encontrar.