Convocados por el lema “Familia cuna de la fe “, el pasado domingo, en la Plaza 19 de Abril de Tacuarembó, las comunidades de la Diócesis de Tacuarembó participaron de la Eucaristía en la que se cerró el Año de la Fe y se celebró el Mes de la Familia.
En el marco de la Eucaristía, el Consejo de Familia de la ciudad invitó a los matrimonios a renovar sus promesas o votos matrimoniales, en tanto el Obispo Diocesano, Mons. Julio Bonino, bendijo a las mamás embarazadas y a las mamás con sus bebés recién nacidos, a los niños pequeños y a las abuelas y abuelos.
La Celebración Eucarística comenzó con el ingreso de la imagen de la Patrona de la Patria, la Virgen de los Treinta y Tres, siendo aplaudida y venerada con gran devoción.
Se trató de una Misa muy emotiva, llena de gestos de signos para alentar a todos a seguir trabajando por la UNIDAD de las familas, en cualquiera de sus modalidades.
En su homilía, el Obispo hizo un paralelismo entre las vivencias de María como Madre y lo que sucede en las familias de hoy cuando las mujeres quedan embarazadas antes de lo esperado y cuando surgen dificultades a medida en que los niños van creciendo. “Ella se dio cuenta de que en la vida el éxito no es que no nos pase nada, sino es mantenerse fiel a los valores y a lo que creemos”. “Ella perseveró en la Fe, hizo el camino de su vida siendo fiel y si todos la llaman Bienaventurada no es porque ella esté ajena al dolor y a la lucha de la vida-“, expresó el Pastor para encomendarle, a continuación a la Virgen la vida de las familias.
Compartiendo anécdotas de su propia familia, Mons. Bonino destaca que “construir la familia no es otra cosa que levantarse cada mañana a renovar los esfuerzos para que vaya adelante”. “Nos pasan cosas en la familia que nunca hubiéramos imaginado y hay gente que se desalienta y queda tirada , y hay otra gente admirable porque de la mano de Dios y su gracia sigue adelante en la Fe”, precisó.
“Nosotros sabemos que cuando se analiza la violencia que hay en nuestra sociedad (…) se llega a la conclusión todo está en la cuna”, enfatizó el Pastor.
El Obispo abogó para que la familia, “célula fundamental de la sociedad en este vaivén del cambio de época que vivimos, encontremos la manera de reponernos frente a todas las dinamitas que se le ponen para poder reformularlas de manera que sea capaz de vivir en las coordenadas del tiempo que nos toca”.
“Mons. Bonino recordó que siempre “tendremos que luchar por nuestras familias” e invitó a presentarse para la bendición que en nombre del Señor impartió a las familias, a las mamás embarazadas y a los matrimonios.
Culminada la Eucaristía compartieron el almuerzo y escucharon los testimonios de algunos de los jóvenes que participaron de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro
El cierre fue a puro baile, con el cuerpo de danzas de RUMBO NORTE, integrado por niños , adolescentes y jóvenes, que lleva adelante el profesor Álvaro Cuello.
