Skip to main content
Noticeu

Mons. Bodeant recuerda a los Padres José Zanetti y Carlos Bernardi 

By 18/06/2015junio 26th, 2015No Comments
Zanetti 1

P. Zanetti junto a Mons. Nicolini. Young, 27 de setiembre de 1986

El Obispo de Melo, Mons. Heriberto Bodeant, dedica el último post de su blog «DAR Y COMUNICAR» para hacer memoria y homenajear a dos sacerdotes fallecidos en los últimos días, con quienes compartió distintas instancias de su etapa juvenil y sus primeros años de sacerdocio.

P. Zanetti junto a Mons. Nicolini. Young, 27 de setiembre de 1986 P. Zanetti impone las manos en la ordenación de Beto Bodeant, Young, 27 de setiembre de 1986 P. Bernardi, último a la derecha. Instituto Superior de Catequesis Febrero 1988, Nueva Helvecia P. Bernardi, de pie, a la izquierda. Instituto Superior de Catequesis Febrero 1988, Nueva Helvecia

In memoriam: Padres José Zanetti y Carlos Bernardi

En estos días, dos sacerdotes que pertenecieron al Clero de la Diócesis de Salto fueron llamados a la Casa del Padre.


Padre José María Zanetti (1940-2015).

Zanetti 2

P. Zanetti impone las manos en la ordenación de Beto Bodeant, Young, 27 de setiembre de 1986

Falleció en Artigas, su ciudad natal el domingo 7 de junio.

En agosto iba a cumplir sus 50 años de ministerio sacerdotal. Yo lo conocí en los años 70, en la parroquia San José Obrero de Paysandú, donde estaba junto al P. Francisco Romero, ya fallecido. Allí había un grupo de jóvenes que se nucleaba en torno a «Joselo», como lo llamaban. Recuerdo a Sergio, Lalo, Elvira, Estela y había algunos más. Un grupo unido y animado, en una comunidad muy viva. Cuando yo ya estaba en el Seminario, en los ’80, el P. Zanetti fue nombrado párroco de Young. Junto a su vicario, el P. Pancho Barbosa estuvieron en mi ordenación sacerdotal, que fue en el templo parroquial de Young, el 27 de setiembre de 1986. Ya participando en el presbiterio, descubrí que le decían «el Cota». Los que lo conocimos recordamos su simpatía y buen humor. Cuando se juntaban con el P. William Gadea a contar chistes no los paraba nadie… Desde hace muchos años estaba en la parroquia de Artigas, a la que fue mientras vivían todavía su madre y su hermana Teresita, Carmelita Misionera. Ellas lo fueron dejando sucesivamente y ahora él se reúne de nuevo con ellas.

Padre Carlos María Bernardi (1933-2015)

Bernardi 1

P. Bernardi, último a la derecha. Instituto Superior de Catequesis Febrero 1988, Nueva Helvecia

Falleció en Montevideo el 11 de junio. Era oriundo de Nueva Helvecia. Este año hubiera alcanzado los 60 años de ministerio sacerdotal: fue ordenado con dispensa porque todavía no tenía la edad mínima requerida. Junto al P. Emilio Ghidotti acompañaron la Diócesis de Salto en tiempos del exilio de Mons. Marcelo Mendiharat (1972), hasta la llegada de Mons. Carlos Nicolini (1977).

Muchas veces le tocó defender al Obispo y a Sacerdotes de injustas acusaciones, enfrentando decididamente esas situaciones críticas. Por razones personales dejó la Diócesis de Salto en los ’90 para continuar su servicio en la Diócesis de Mercedes. Yo quiero recordar muy especialmente su dedicación a la formación de catequistas y de formadores de catequistas. Fue durante muchos años director del Oficio Catequístico Diocesano de Salto. Muchos pasamos por los «cursos del Daymán», que se hacían en una casa diocesana cercana a las termas de ese nombre. Junto con el P. Roberto Viola SJ y el P. Luis Schmidt SDB fueron puntales del Instituto Superior de Catequesis (ISCA), que hizo sus cursos de verano durante muchos años en el Hotel del Prado en Nueva Helvecia. Yo estuve con él en un curso de Catequesis en Guichón, si no me equivoco por setiembre del ’73. Yo daba catequesis en la parroquia San Ramón de Paysandú, en mis tiempos de estudiante de magisterio, y ése fue mi curso de iniciación. Después, como seminarista y como sacerdote colaboré más de una vez en los cursos del Daymán y en Nueva Helvecia.

Bernardi 2

P. Bernardi, de pie, a la izquierda. Instituto Superior de Catequesis Febrero 1988, Nueva Helvecia

Nuestro recuerdo y oración por ellos, con las palabras de la Liturgia:

Escucha, Señor, con piedad, las oraciones que te dirigimos por tus sacerdotes difuntos, a quienes mientras vivían en la tierra encomendaste la misión de representar a Jesucristo en la asamblea de los fieles. Haz que ahora sean reconocidos por el Pastor Supremo y consigan el premio de los siervos fieles. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.