El Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, fue recibido por el Papa Francisco en el marco de su viaje a Italia para participar de un encuentro y un retiro espiritual organizado por la Congregación de los Obispos para obispos de reciente ordenación.
En una audiencia privada con el Papa, celebrada en Santa Marta, los obispos abordaron diversos temas tales como el ministerio episcopal, el cuidado de los sacerdotes, los diversos desafíos de la misión evangelizadora de la Iglesia en el mundo y sobre la reciente visita pastoral del Santo Padre en América Latina. Participaron del encuentro, asimismo, el Cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, otros responsables del dicasterio y los predicadores del retiro.
Al regreso de su viaje y de su encuentro con el Papa, Mons. Sanguinetti dirigió una carta a sus comunidades en la que anima a escuchar “con mayor fervor” la Palabra de Dios y a acercarse a los sacramentos. “Veamos cómo crecer en el amor a Dios y en la fidelidad a su seguimiento”, insta el Pastor.
En su misiva Mons. Sanguinetti expresa su “alegría” por ser recibido por el Santa Padre quien, al culminar el encuentro, le dio la bendición, extensiva a toda la Diócesis.
El Obispo de Canelones compartió junto a otros 11 obispos de Chile, Argentina, Irlanda, Suiza, Holanda, México, Croacia y Lituania un encuentro 5 días y luego los Ejercicios Espirituales de una semana en el monasterio benedictino de Subiaco, a pocos kilómetros de Roma.
En su carta, el Obispo invita a los integrantes de las comunidades de su jurisdicción eclesiástica a que “juntos, nos esforcemos y nos acompañemos en la fe confiada en el Padre de las misericordias, para que seamos mejores discípulos y misioneros, llevando a todos la gracia del Evangelio”.
Alberto Sanguinetti Montero
Obispo de CanelonesA todos los hermanos de la Iglesia de Canelones, salud, paz y gozo del Espíritu
Con estas breves líneas les envío mi saludo, para reavivar nuestra comunión en un solo cuerpo.
Durante quince días he podido convivir con obispos de diferentes países, teniendo la experiencia de la maravillosa comunión de la Iglesia católica, en la misma fe, la misma esperanza, la misma caridad, sabiéndonos hijos de Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, viviendo el ser miembros del mismo cuerpo de Cristo, en la unidad del Espíritu Santo.
Luego he tenido ocho días de intensos Ejercicios Espirituales siendo dirigidos y acompañados por Padres Jesuitas, en Subiaco, donde comenzó la aventura de San Benito hace mil quinientos años.
Quiero compartir con todos ustedes, mis queridos hermanos, la gracia de la revelación de Dios, de misericordia y perdón, de fervor del Espíritu Santo, que he podido experimentar en esos días.
Ello me lleva a querer dar a cada uno una palabra de consuelo en el Espíritu, para que con mayor fervor escuchemos la Palabra de Dios, nos acerquemos a los sacramentos, veamos cómo crecer en el amor a Dios y en la fidelidad a su seguimiento.
Renovemos nuestra fe en la designio amoroso del Padre y en su constante obra de misericordia y salvación por Cristo, en su santa Iglesia, por la acción del Espíritu Santo. Que cada uno de nosotros y juntos, nos esforcemos y nos acompañemos en la fe confiada en el Padre de las misericordias, para que seamos mejores discípulos y misioneros, llevando a todos la gracia del Evangelio.
También tuvimos la alegría de ser recibidos por el Santa Padre, el Papa Francisco, y haber pasado casi una hora con él, cuya bendición recibimos, extendida a toda la Diócesis.
Esperando nuestros próximos encuentros, pidiendo al Señor nos haga crecer en su amor y en la unidad en nuestra Iglesia, los bendigo de corazón
+ Alberto, obispo de Canelones
