El Parlamento de Montevideo otorgó el lunes 20 de abril el Premio “Montevideanas» a María Josefina Plá, abogada que dedicó su vida al trabajo social con los más desposeídos.
Dentro de sus actividades sociales ofrece servicios jurídicos en forma honoraria en la Parroquia Santa Gema, con “Gurises Unidos” y “Juventud para Cristo”, además de integrar un proyecto para obtener Cédulas de Identidad y posibilitar la concurrencia a la escuela de muchos niños de la zona. También fue asesora jurídica en la obra Padre Cacho, en la zona de Aparicio Saravia y cuenca de Casavalle, entre los años 1991 y 2001.
Desde 1977 se instaló en el barrio “Flor de Maroñas”, donde forma la Comunidad Germán y comparte la vida con los vecinos, estando su casa siempre abierta para diversas experiencias comunitarias, así como para búsquedas personales.
En los últimos años se especializó en temas de discapacidad y sus implicancias jurídicas en ámbitos laborales. Su tarea en esta materia le valió un reconocimiento de la Comisión Nacional Honoraria de Discapacidad, la que le otorgó en 2009 la distinción del “Eslabón Solidario”.
Conforme lo publicado en el sitio web de la Junta Departamental, la Presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Junta Departamental de Montevideo, Edila Gloria Benítez, comenzó la oratoria destacando la gran concurrencia: “es una alegría que haya tantos hombres y mujeres acompañando a María Josefina Plá, esto demuestra el reconocimiento que hay por esta mujer”. Benítez aseguró que Montevideanas es un premio que busca reconocer a mujeres que apuestan a la construcción de ciudadanía, a la solidaridad y a la igualdad y que por lo tanto “este es un premio más que merecido”. La Edila explicó que es imposible alcanzar a todas, pero que “en ella reconocemos a todas las mujeres luchadoras que siembran la semilla de la lucha por la igualdad social”.
La Presidenta de la Junta Departamental de Montevideo, Edila Maite López, realizó un repaso por la historia de la homenajeada. Destacó su solidaridad e hizo énfasis en el hecho de que a pesar de provenir de las clases sociales altas, eligió convivir con los más pobres. López opinó que “en tiempos de individualismo, de hace la tuya y de consumo desmedido; María Josefina Plá es un ejemplo de lo contrario, de la solidaridad y de la lucha por la igualdad.
La Intendenta de Montevideo Prof. Ana Olivera destacó que el evento era una devolución que la comunidad realizaba a Plá, agradeciendo tantos años de trabajo. La Intendenta dijo conocer a la homenajeada desde que eran niñas y explicó que un ingrediente muy importante de todo esto es que “Josefina no se la cree” y que por eso estaba segura de que iba “a continuar con su lucha hasta el último de sus días”. Olivera recordó a la política, escritora y abogada uruguaya, Alba Roballo, quien decía que las mujeres suelen ser invisibles en el ámbito político uruguayo, y aseguró que por eso se entregaba este premio, para reconocer a las mujeres que luchan por la igualdad en nuestro país. “Nos sentimos realmente muy honrados de poder homenajearte en este día” concluyó Olivera.
Cuando llegó el momento de que María Josefina Plá haga uso de la palabra, agradeció a los presentes: “me gusta detenerme en los grafitis que hay en la ciudad y reconocerme en su sabiduría” comentó, e hizo referencia a uno en particular: no hay palabras que describan al alma, “así me siento con la presencia de ustedes hoy aquí”. Plá agradeció las circunstancias difíciles que le tocaron vivir porque “ellas me han hecho la mujer que soy hoy, agradezco el don de vivir con pasión la vida”. Explicó que una constante en su modo de “hacer camino” es el de dejarse encontrar por los demás. Así fue como llegó, “en medio de la noche de la dictadura”, a la Iglesia Santa Gema, hecho que comentó, marcó a fondo su vida y la llevó a instalarse en 1977 en el barrio Flor de Maroñas. Otro mojón de su trayectoria que destacó la homenajeada, fue el plan “recobrando mi identidad”, que consistió en entregar Cédulas de Identidad a decenas de niños y que posibilitó su inclusión en el sistema educativo. Además recordó su pasaje por la Nicaragua sandinista en 1985, y por Sudáfrica, cuando agonizaba el apartheid y Mandela era electo Presidente, “y todo esto en paralelo con mi actividad privada en AEBU” comentó Plá. “Con mi jubilación llegan Ana, Virgiña y Ricardo, mis hijos. No voy a contar como llegaron a mi vida, es una historia muy dolorosa”, dijo en referencia a los tres niños que adoptó en 2008, y que se encontraban en una situación muy precaria. Hacia el final de su oratoria brindó un mensaje de esperanza: “otro mundo es posible, nuestra contribución es un granito de arena y sin embrago si no lo ponemos faltará” y finalizó con una frase de Mahatma Gandhi: “Casi todo lo que realice es insignificante, pero es muy importante que lo haga”.
Fue despedida con una ovación de pie de las más de 400 personas que colmaron la Sala Zitarrosa.