Imagen tomada por Clara Planelles, Decos Montevideo
Media hora faltaba aún para el comienzo del acto y cientos de personas se abarrotaban sobre las puertas de entrada a la Sala “Eduardo Fabini” del Auditorio Nacional del SODRE, donde se llevó a cabo el Acto Cultural por el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco este 7 de abril.
Entusiasmo y gratitud, dos sentimientos que llenan el corazón de las personas cuando se acerca un momento de alegría que estaban esperando, sentimientos evidentes en el público presente durante todo el evento.
El Acto Cultural comenzó con la performance del coro juvenil “De los nueve”, que entonaron a capella, canciones dedicadas a Don Bosco que son tradicionales en las parroquias y oratorios festivos salesianos.
CREEMOS EN LOS JOVENES Y EN QUE DIOS LOS AMA
Luego se dio paso a la parte oratoria, donde las primeras palabras fueron del superior de los Salesianos en Uruguay, P. Néstor Castell, quien dio la bienvenida a los casi 2000 espectadores que participaron del encuentro. Castell ofreció el aporte del sistema pedagógico de Don Bosco, como método de enseñanza que podría aplicarse en la educación uruguaya: “Queremos afirmar con la autoridad que nos da la experiencia de tantos años al servicio de la educación en Uruguay, que el proyecto educativo de Don Bosco es genial y puede aportar mucho para este tiempo. (…) Queremos seguir aportando a nuestro país la formación de honrados ciudadanos, sabiendo que solo así seremos buenos cristianos”.
También agradeció la participación y presencia de los jóvenes, principales destinatarios del carisma salesiano: “Creemos en los jóvenes; creemos en Dios que los ama, son la porción predilecta de la sociedad; queremos seguir acompañándolos con una propuesta donde en primer lugar se sientan queridos; queremos que sepan que nuestra pasión por los jóvenes nos lleva a dar la vida por ustedes, haciendo nuestra vida un lugar donde se sientan en su casa, puedan aprender como en la escuela, crecer en la fe como en una parroquia, compartir la vida como en un patio”.
EL CARDENAL, EL PRESIDENTE DE LA REP´UBLICA Y LA INTENDENTE DE MONTEVIDEO
Más tarde la Intendente de Montevideo, Ana Olivera, destacó que conoce a los Salesianos desde hace 25 años por los convenios que tiene la comuna capitalina con el Movimiento Tacurú en lo que tiene que ver con recolección de residuos y limpieza de las calles.
Educación, solidaridad, trabajo, vocación de servicio, amor, sacrificio y alegría; son conceptos que ha ido asociando a los Salesianos, desde sus primeros encuentros con ellos.
Olivera recalcó que la relación entre la comuna y la Congregación ha sido fructífera incluso en momentos de turbulencias económicas para Uruguay: “Quizás el punto más importante para mí fueron los años 2001 a 2003. Fueron años muy duros de los cuales todavía estamos abordando sus consecuencias. Y en ese momento tan difícil de este país, allí estuvieron los salesianos con la Intendencia de Montevideo, trabajando codo a codo para llegar a los que estaban sufriendo mucho más las consecuencias de la crisis”.
El próximo en subir al estrado fue el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, quien se dedicó a destacar el proceso de inculturación del carisma salesiano en Uruguay. Manifestó que la capacidad de implicar a la gente en la comunidad salesiana y la búsqueda de integrarse a la cultura y las costumbres uruguayas que tuvieron los primeros Salesianos llegados al Uruguay desde Italia en el siglo XIX, fueron claves para la incursión de la Congregación en la sociedad uruguaya.
El evento tuvo la honra de contar con el Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, entre los espectadores. Aunque no estaba planificado, en ocasión de la entrega de algunos presentes que le hizo el Padre Castell, el Dr. Vázquez dirigió unas breves palabras al auditorio. El Primer Mandatario, recordó su pasado en el oratorio festivo de La Teja, donde concurría los domingos en la tarde a brindar servicio a los niños más pobres de la barriada: “La oración era apenas media hora de 5 horas de festividad (fútbol y juegos) que teníamos, pero esos salesianos nos enseñaron que esas 5 horas de festividad eran una oración mayor de agradecimiento a lo que nos estaba dando la vida en ese momento. A lo largo del tiempo comprendimos que aquello que se nos enseñó, no solo en la educación pública, sino también en nuestra condición de oratoriano salesiano, contribuyó a que a lo largo del tiempo pudiera prestar un humilde servicio a la sociedad uruguaya”.
El Jefe de Estado manifestó, asimismo, que se puede creer en la juventud uruguaya en la medida en que se les otorga oportunidades: “Si hoy fuera niño quizás estaría integrando Tacurú y estoy seguro que en el futuro algún niño o niña del Movimiento Tacurú, podrá ser Presidente de la República”.
Finalmente llegó el momento más esperado por el auditorio, el musical “Giovannino. El niño de I Becchi”. Las luces del escenario cambiaron de color y se intensificaron. La gente se emocionó, rió, aplaudió y ovacionó de pie a los niños y adolescentes que representaron la obra como si llevaran años pisando los tablones de uno de los teatros más importantes del país.
El libreto, la música, los arreglos orquestales, el vestuario, la coreografía y la puesta en escena fueron creados originalmente para este espectáculo, totalmente producido en Uruguay para la ocasión. Mediante la música, el teatro y la danza los jóvenes dieron gracias a Dios por el regalo que significa Don Bosco en sus vidas.
Cerca de 180 jóvenes artistas de la Familia Salesiana trabajaron durante meses para hacer revivir la niñez y adolescencia de Don Bosco, momentos clave de su vida, donde inspirado por Dios y movido por los sucesos que ocurrieron a su alrededor, decide comenzar a estudiar para convertirse en sacerdote. Fue el comienzo de esta historia que hoy continúan tantos religiosos y jóvenes uruguayos y que está cumpliendo 200 años.
Lic. Emiliano Del Puerto, Oficina de Prensa de los Salesianos en Uuguay