Skip to main content
Sin categoría

Francisco condenó «persecución brutal» a minorías y violencia a niños

By 25/12/2014No Comments

EL PAÍS |

El Papa pidió hoy por la paz en Medio Oriente en su mensaje natalicio Urbi et Orbi (para la ciudad y para el mundo), donde también recordó a la población de Irak y Siria, a los refugiados del mundo y a quienes sufren por el conflicto en Ucrania.

«Que pueda el Señor abrir a la confianza los corazones y donar su paz a todo Medio Oriente, a partir de la Tierra bendita de su nacimiento, apoyando los esfuerzos de aquellos que se empeñan efectivamente por el diálogo entre israelíes y palestinos», dijo Francisco.

El Papa rezó por «nuestros hermanos y hermanas de Irak y Siria que desde hace demasiado tiempo sufren los efectos del conflicto en curso» y «sufren una brutal persecución».

Invocó «esperanza» para los muchos refugiados, auspiciando que puedan recibir «las ayudas humanitarias necesarias» y «regresar a sus países».
«Jesús es la salvación para toda persona y para cada pueblo», dijo Francisco en el mensaje, pronunciado desde San Pedro.

«A El, salvador del mundo, le pido hoy que guarde a nuestros hermanos y hermanas de Irak y Siria, que desde hace demasiado tiempo sufren los efectos del conflicto en curso y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una brutal persecución».

«Que la Navidad les lleve esperanza -subrayó- así como a los numerosos desplazados y refugiados, niños, adultos y ancianos, de la región y del mundo entero, que cambie la indiferencia por cercanía y el rechazo por acogida, para que cuantos ahora sufren puedan recibir las ayudas humanitarias necesarias para sobrevivir a la rigidez del invierno, regresar a sus países y vivir con dignidad».

«Que Jesús, salvador del mundo, guarde a los que sufren en Ucrania y conceda a esa amada tierra superar las tensiones, vencer el odio y la violencia y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación».
Francisco también pidió por la «paz en Nigeria», donde se derrama sangre y «demasiadas personas son sustraídas injustamente a sus afectos o mantenidas como rehenes o masacradas».

El pontífice invocó la paz para «otras partes del continente africano», en particular Libia, Sur Sudán, República Centroafricana y varias regiones de la República Democrática del Congo.

«Pido a todos los que tienen responsabilidades políticas que se empeñen a través del diálogo en superar los contrastes y construir una convivencia fraterna y duradera», agregó.

Asimismo pidió a Jesús que salve «a los demasiados niños víctimas de violencia», «objeto de la trata de personas, o bien obligados a convertirse en soldados», con un pensamiento especial para «las familias de los niños muertos en Pakistán la semana pasada».

Además rogó por todos los que sufren enfermedades, en particular las víctimas del ébola.

El Papa dirigió un pensamiento a «todos los niños hoy muertos y maltratados», incluso «antes de ver la luz», «desplazados con motivo de guerras y persecuciones, abusados y explotados bajo nuestros ojos y nuestro silencio cómplice».

Francisco los definió como «víctimas de los actuales Herodes», frente a unas 80.000 personas reunidas en la plaza San Pedro para el mensaje navideño y la bendición Urbi et Orbi.