El 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada, la Parroquia Catedral de San José organizó una procesión en honor de la Santísima Virgen María, que comenzó en la Plaza 4 de octubre, en las intersecciones de las calles Herrera y Artigas. En el lugar se concentraron los celebrantes, fieles y los chicos que participan de la catequesis de la Parroquia Catedral con sus familias, quienes portaban antorchas y globos.
El Obispo de San José,Mons. Arturo Fajardo, compartió una oración al comienzo de la procesión y, seguidamente emprendieron el camino por unas 6 cuadras, en medio de oraciones y cantos, hasta la Basílica Catedral y Santuario Nacional dedicado a San José.
Ya en la Catedral comenzó la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, en compañía de los sacerdotes de la Parroquia. Durante la celebración hubo varios momentos dedicados a los niños de la Catequesis del Hogar Católico y de las capillas de los barrios, donde al comienzo colocaron a los pies de la Virgen sus globos, que contenían oraciones y peticiones a María.
En la homilía, el Obispo reflexionó sobre el Evangelio de Lucas (Lc. 1, 28) que narra el encuentro del ángel Gabriel con María: “Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las mujeres”.
Mons. Fajardo agradeció especialmente a los niños por su presencia. Comenzó su reflexión con las palabras que durante muchos años se menciona en la zona de campaña: “’Ave María purísima y la otra persona contestaba, sin pecado concebida’, este es el centro de esta celebración”.
Luego recogió tres palabras del ángel a María, las cuales hizo repetir a los niños: “Alégrate”, “no temas”, “el Señor está contigo”. “Frente a tantas dificultades que hoy tenemos, siempre tendremos esta certeza, el Señor está con nosotros, la alegría en compañía del Señor, siempre Jesús es Buena Noticia”, recordó. A su vez, Mons. Fajardo compartió la primera parte de la Exhortación del Papa Francisco dada a conocer en estos días, “Evangelii Gaudium”, la Alegría del Evangelio. “El Señor siempre está siempre con nosotros, cuando las cosas van bien y cuando van mal, cuando estamos tristes y angustiados, el Señor está. María es la Mamá del cielo, siempre tiene un gesto de ternura y cariño para con nosotros”, destacó.
Al final de la homilía, el Obispo pidió a los niños que armen el pesebre, que ayuda a preparar la Navidad, el verdadero sentido de la Navidad, el nacimiento de Jesús. Mons. Fajardo recomendó “el 24 de noche, pedirle al Niño por todos los niños del mundo, por los que sufren, por los que la pasan mal, por todas las personas que nos quieren y nos ayudan. Que María nos muestre a Jesús y que nos ayude a descubrir a Jesús como nuestro mejor amigo”.
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Fuente: Boletín Digital «Red Diocesana», DECOS- SAN JOSÉ