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El Cardenal Sturla y Mons. Tróccoli participaron en la conmemoración de la Noche de los cristales rotos

By 14/11/2020No Comments

El acto conmemorativo de los 82 años de la Noche de los cristales rotos se llevó a cabo el miércoles 11 de noviembre de 2020 y contó con la participaron del Card. Daniel Sturla y Mons. Milton Trócoli, como representantes de la Iglesia Católica del Uruguay. A su vez, en el evento, participaron autoridades nacionales y departamentales, como el presidente de la República Luis Lacalle Pou y la vicepresidenta Beatriz Argimón, diplomáticos, legisladores y representantes de los distintos partidos políticos. La oratoria estuvo guiada por el Ing. Jorge Grunberg, rector de la Universidad ORT, y el encuentro, organizado por B’nai B’rith Uruguay, tuvo lugar en la sede de la Nueva Congregación Israelita (NCI).

La Noche de los Cristales Rotos da nombre a los asesinatos y atentados contra la propiedad de ciudadanos de origen judío, perpetrados por milicias y paramilitares que respondían al partido Nazi el 9 de noviembre de 1938 en Alemania. Esto determinó la posterior deportación en masa de estas personas a los campos de concentración y de exterminio.

“Marcó para la humanidad una de las páginas más oscuras de la historia” 

El Card. Sturla comentó que “se conmemora esta Noche de los cristales rotos porque es el inicio de una de las tragedias más grandes que ha vivido la humanidad: el holocausto del pueblo judío a manos de los Nazis. Todo fue preparado con una propaganda mentirosa, y en esa noche de destrucción, odio y violencia fue la primera llamarada de lo que fue un terrible incendio. Esto marcó para la humanidad una de las páginas más oscuras de la historia”.

Y agregó que “recordar este día nos ayuda a todos a poner sobre el tapete la maldad que puede hacerle el hombre a sus semejantes. Reconocer la dignidad humana de toda persona es, sin duda, un elemento clave de la convivencia humana. Para los que somos creyentes, esto tiene un componente muy importante… todos creados por un Dios que es el padre de todos. Todo hombre es mi hermano”.

Mons. Trócoli expresó que “hacer memoria de la Noche de los cristales rotos nos ayuda a tener presente lo que no queremos que vuelva a ocurrir y, a la vez, nos abre los ojos para ver las oscuridades aún presentes en nuestro mundo. Por un lado, vemos cómo a los hechos de odio los precedió el discurso del odio, que fue calando hasta cegar las conciencias y generar actitudes despiadadas. Nos abre los ojos para ver hoy, en tantas migraciones forzadas y en los pueblos golpeados por el odio y la indiferencia, un llamado a hacernos prójimos, próximos y reconocer desde la fe a un hermano, a una hermana, a quien debemos tenderle una mano solidaria”.

“Nuestro compromiso es que esto no lo olvidaremos” 

Por su parte, luego de que se encendió el clásico candelabro con las siete velas que recuerda el holocausto judío, el rabino Daniel Dolinsky, de la Nueva Congregación Israelita (NCI), expresó: “Es fundamental que construyamos sociedades solidarias y comprometidas, porque bregamos por una inteligencia constructiva y porque son nuestras manos las que deben abrazar las causas del bien. Estamos hermanados y nos sabemos semejantes. No permitiremos que otra página negra sea escrita en la historia, nunca más. En nombre de la memoria… y por los que ya no están (…) Nuestro compromiso es que esto no lo olvidaremos”. Luego, a través de las oraciones de recuerdo de la tradición judía, se selló el compromiso personal y colectivo de todos los presentes con el futuro.

A continuación, tuvo la palabra el Ing. Jorge Grunberg, quien agradeció la presencia de todos, en especial la del Presidente de la República, y destacó: “Debemos aprender que no podemos ser indiferentes al destino de los demás. Debemos aprender que todos los humanos formamos parte de un tejido común y que no debemos permitir que algo así ocurra nunca más. Nunca más indefensos, nunca más solos, nunca más desunidos”.

Así recuerda la B’nai B’rith Uruguay la Noche de los cristales rotos 

En la noche del 9 de noviembre de 1938 hubo un estallido de violencia contra los judíos en Alemania. Parecía imprevisto, provocado por la furia de los alemanes por el asesinato de un funcionario alemán en París en manos de un adolescente judío. Pero en realidad, el ministro de propaganda alemán Joseph Goebbels y otros nazis habían organizado cuidadosamente los pogroms.

En dos días, más de 250 sinagogas fueron quemadas, más de 7.000 comercios de judíos fueron destrozados y saqueados, docenas de judíos fueron asesinados, y cementerios, hospitales, escuelas y hogares judíos fueron saqueados mientras la policía y las brigadas de bomberos se mantenían al margen. Los pogroms se conocieron como Kristallnacht, la «Noche de los cristales rotos», por los cristales destrozados de los escaparates de las tiendas que llenaron las calles. La mañana posterior a los pogroms, 30.000 judíos alemanes fueron arrestados por el «delito» de ser judíos y fueron enviados a campos de concentración, donde cientos de ellos murieron. Se prohibió que los negocios propiedad de judíos reabrieran a menos que fueran administrados por no judíos. A los judíos se les impusieron toques de queda, que limitaban las horas del día en que podían salir de sus casas.

Después de la «Noche de los cristales rotos», la vida fue todavía más difícil para los niños y adolescentes judíos alemanes y austríacos. Los menores, que ya tenían prohibido entrar a museos, parques públicos y piscinas de natación, ahora eran expulsados de las escuelas públicas. Los jóvenes judíos, al igual que sus padres, fueron totalmente segregados en Alemania. En la desesperación, muchos adultos judíos se suicidaron y la mayoría de las familias trataron, angustiosamente, de irse.

Fuente: https://icm.org.uy/conmemoracion-de-la-noche-de-los-cristales-rotos/