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Discurso de Mons. George Panikulam en el Acto de Bienvenida al Cardenal Daniel Sturla

By 20/03/2015marzo 27th, 2015No Comments

Nuncio

Discurso del Sr. Nuncio

Elección de S.E. Mons. Daniel Sturla corno Cardenal

Catedral Metropolitana -15 de marzo de 2015

Eminentísimo Señor Cardenal, distinguidas Autoridades Civiles, queridos Representantes de las Confesiones cristianas y religiones, queridos hermanos Obispos queridos Sacerdotes, queridas Religiosas, muy queridos Fieles Laicos:

Aunque estamos viviendo, junto a toda la Iglesia, este tiempo penitencial de Cuaresma, hoy nos encontramos en una celebración que rebosa de alegría. Por segunda vez en la historia de esta noble Nación y de la Iglesia católica en el Uruguay, la Conferencia Episcopal se ve enriquecida con la presencia de un Cardenal. Esta elección constituye un reconocimiento de Su Santidad, el Papa Francisco, al pueblo uruguayo y a la Iglesia que peregrina en esta Nación.

En la persona de Daniel Sturla, tenemos un Cardenal que encarna la figura de un pastor, así como lo describe la carta a los Hebreos: «Hombre fiel a Dios y hermano de sus hermanos» (Heb 2:17). Estos dos aspectos, el vertical y el horizontal, califican a Daniel Sturla para esta alta dignidad. Él es fiel y dócil a su llamada como religioso, sacerdote y obispo. Él es también un pastor comprometido, que quiere compartir las angustias y las esperanzas, los dolores y alegrías de su pueblo, siendo siempre solidario con la grey que le ha sido confiada.

En el Código de Derecho Canónico se describe de este modo su función: «Los Cardenales constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice… Ellos asisten al Romano Pontífice, tanto colegialmente…, como personalmente…, ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia Universal (Can 349). En concreto, ellos son estrechos colaboradores del Papa. Humanamente considerada, esta elección constituye una dignidad grande, y representa un privilegio de predilección. Por eso, con el nuevo Cardenal del Uruguay, repetimos el salmo de la Liturgia de hoy: «Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor (Salmo 36,1).

Pero si analizamos el pensamiento del Papa Francisco, descubriremos que él tiene otra visión del cardenalato. En una carta dirigida al Cardenal Sturla, el 4 de enero de 2015, Su Santidad considera el cardenalato, antes que nada, como un servicio, «un servicio de ayuda, apoyo y especial cercanía a la persona del Papa y por el bien de la Iglesia. Y precisamente con el fin de ejercer esta dimensión de servicio, el cardenalato es una vocación. El Señor, mediante la Iglesia, te llama uno vez más a servir. Mantenerse con humildad en el servicio no es fácil cuando se considera el cardenalato como un premio, como cumbre de una carrera, una dignidad de poder o mayor distinción». Según el Papa Francisco, la misión del Cardenal es una llamada a dar testimonio de la Resurrección del Señor, totalmente, y hasta la sangre, si fuera necesario.

Es mi deseo y mi augurio que en esta nueva vocación, en este nuevo servicio, el Cardenal Sturla pueda mostrar a muchos el rostro de Dios, «rico en misericordia» (Ef 2, 4) para llevarlos, destruyendo los bloques que existen, al encuentro último con Dios Padre, en su tienda definitiva con los hombres, donde Él enjugará las lagrimas de sus ojos, donde ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor (Ap 21,4). Esa es la verdadera misión del sacerdocio del Nuevo Testamento.

Eminencia, que con el Salmista Usted pueda responder cada día al Señor «Aquí estoy yo, para realizar tu designio» (Salmo 40,8).

¡Muchas gracias!

>> AUDIO (Gentileza: Radio María URUGUAY)

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