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Cardenal Sturla : «La dulzura de la Virgen María puede sanar las heridas que todos llevamos»

By 08/11/2016noviembre 10th, 2016No Comments
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Foto de Clara Planelles de ICM

La celebración de la Virgen de los Treinta y Tres fue el momento para dar gracias a quienes colaboran con la Iglesia de Montevideo

El martes 8 de noviembre la Iglesia de Montevideo celebró la Solemnidad de la Virgen de los Treinta y Tres. La Misa, presidida por el Cardenal Daniel Sturla, fue celebrada en la Catedral Metropolitana. Más de 400 personas se hicieron presente en la Fiesta de la Madre de la Patria, momento elegido para agradecer también a los bienhechores de nuestra Iglesia de Montevideo. La web ICM se hizo presente en la celebración y comparte  algunos de sus ecos.

La Virgen presente en la Historia…

El Cardenal Daniel Sturla comenzó su homilía recordando que Dios le había regalado “la oportunidad de visitar dos santuarios marianos importantes este año: Nuestra Señora de Guadalupe en México y el de la Virgen de Czestochowa en Polonia”. Contó que en ambas pudo “experimentar la mirada de la Virgen que nos cuida y nos protege. Pero además ambas tienen que ver con la historia de su país”.

Sobre la Virgen de Czestochowa, el Arzobispo puntualizó que “más allá de la devoción popular, es un símbolo de la nación polaca. Y cuando Polonia fue borrada por más de cien años del mapa, los polacos encontraron en la Madre su identidad como nación”. Agregó que “por eso cuando Juan Pablo II fue elegido Papa fue como el gran triunfo de esta advocación mariana. Dejo de ser algo del pueblo polaco para ser conocida por todo el mundo”.

De la misma forma, el Cardenal Sturla afirmó que “fue el acontecimiento de la aparición a Juan Diego, cuando recién comenzaba la evangelización de América, lo que dio el impulso porque el pueblo indígena de México se sintió identificado con esta imagen de una mujer mestiza que estaba por dar a luz. Y que ella era un signo del encuentro de dos pueblos, y mucho más, el encuentro de Cristo con tantos y tantos millones de personas que vivían en América”. Se animó a decir que “Guadalupe también se convirtió en símbolo del pueblo mexicano, cuando en la primera mitad del Siglo XX México sufrió una fuerte persecución religiosa”, la llamada Guerra cristera o Cristiada. Recordó  que “allí tantos murieron al grito de <<Viva Cristo Rey y viva la Virgen de Guadalupe>>”.

Y nuestra Patria

Más adelante, el Cardenal Daniel Sturla se adentró en la historia de nuestra patria y se refirió a la “Virgencita de los Treinta y Tres, esta imagen pequeña hecha con madera de nuestros campos, seguramente de las Misiones jesuíticas, traída por los misioneros y conservada por el indio Antonio Díaz”. Profundizó en el recorrido histórico de la imagen que “está unida a la historia de esta Patria”. Trajo a la memoria que “el 19 de abril de 1826, para conmemorar el primer aniversario del desembarco de los Treinta y Tres, el general Lavalleja que tenía su cuartel en Durazno convocó a todos los patriotas y a aquellos que habían estado en el desembarco a celebrar una Misa campal, por el primer año de la Cruzada Libertadora”.

Igualmente el Arzobispo advirtió que “la historia de la Virgen María y de nuestra Patria no nace ciertamente con la Virgen de los Treinta y Tres”. Subrayó que “con la llegada de Solís hace 500 años, en 1516, llagan también los primeros nombres geográficos que se conservan hasta hoy: Cabo de Santa María, Bahía de Nuestra Señora de la Candelaria en Punta del Este”. Pero además también llega la Iglesia con “las fundaciones de las misiones jesuíticas hace 400 años. O las primeras reducciones de los pueblos charrúas y chaná, de los cuales queda hoy como el pueblo más antiguo la Villa de Santo Domingo de Soriano” reafirmó.

El Cardenal dijo que “toda esta evocación es para decir algo que sabemos, pero como la historiografía de nuestra Patria lo ha ignorado varias veces hay que decirlo, que al menos hace 400 años hay sobre este suelo una presencia ininterrumpida de la iglesia Católica que es lo mismo que decir de la Virgen María, consuelo de toda aflicción”. También rememoró la visita del Papa Juan Pablo II, y su peregrinación a Florida, citando algunas de sus palabras frente a la Madre: “En ella, en la Purísima, en la Inmaculada, contemplamos la victoria de Dios.”

Nuestro Arzobispo destacó que  son “signos de muchas batallas que la cristiandad tuvo que librar para defenderse, pero signo de una victoria mucho más profunda que es la victoria de la gracia sobre el pecado. La victoria de Cristo Resucitado”. También llamó a escuchar al Papa Francisco que  “nos llama a tener muy en cuenta esta dimensión mariana de la Iglesia, complemento a la dimensión petrina de la Iglesia. Es precisamente la dimensión de la misericordia, de la cercanía, de la dulzura, de la opción por aquellos que más nos necesitan” sobre todo en una sociedad fragmentada como la nuestra y ejemplificó en los problemas de la droga y la violencia en el deporte esta fragmentación.

El impulso de la Virgen y la ayuda de los bienhechores

El Cardenal Daniel Sturla afirmó que como Iglesia “queremos realmente evangelizar”. Y enfatizó “No podemos esperar de brazos cruzados a que venga la gente, queremos ir”. A continuación dijo que “queremos dar gracias a ustedes y a tanta gente, más de 3000 católicos de  Montevideo, que han colaborado con la Campaña Iglesia de Todos. Gracias a ustedes la Arquidiócesis ha podido salir del déficit que tenía, ha podido cumplir con las obligaciones, ha podido complementar lo que el Fondo Común Diocesano”.

Seguidamente, el Arzobispo de Montevideo comentó que “hemos iniciado este año cinco programas evangelizadores (Puertas Abiertas, el programa de Primer Anuncio, el Ministerio de la Música, el Instituto de Formación Arquidiocesano y el departamento de Comunicación Social)”. Además informó sobre los avances de la Fundación Sophia que viene multiplicado exponencialmente su cobertura y el año que viene llegará 16 colegios. “Eso nos dice Iglesia presente, Iglesia pionera” afirmó.

En cuanto a los caminos que abre la Iglesia, el Cardenal Daniel Sturla destacó que “Fueron pioneras las misiones jesuíticas, fueron pioneros los franciscanos y dominicos, fue pionero el Liceo Jubilar, esa gran idea de Monseñor Nicolás Cotugno, y que hoy muchos ven que si se quiere, se puede”. Dejo en claro que la Iglesia aporta mucho a la sociedad “creando círculos virtuosos” como el Jubilar. Y fue más allá  “hay tantos círculos viciosos de droga, delincuencia y asesinato. Y los círculos virtuosos han propiciado que los chicos que han ido al Liceo Jubilar puedan hoy seguir sus estudio y algunos están en la Universidad, pero mejor aún, sus padres están haciendo el liceo en el mismo Jubilar”.

Seguir adelante

El Arzobispo enumeró otras aportaciones de la Iglesia “como esa obra fantástica de Los Pinos que proyecta un nuevo ciclo básico tecnológico o el CADI con el Colegio Los Rosales en la Cuenca de Casavalle”. Anunció que “vamos a fundar en el kilómetro 16 de Camino Maldonado el año que viene un nuevo colegio”.

Sobre el final de su homilía, el Cardenal Daniel Sturla dijo que “podríamos seguir y seguir, ¿por qué? Porque hay vida. Porque creemos en Jesús, porque confiamos en la protección de la Santísima Virgen, porque trabajamos. Porque no nos quedamos en palabras, ejecutamos, trabajamos y lo hacemos con el apoyo de ustedes y de tanta y tanta gente”. Concluyó agradeciendo “a la Virgen María y en ella la Victoria de nuestro Dios. La dulzura de la Virgen María puede sanar las heridas que todos llevamos”.

Al final de la celebración se repartió a todos los presentes una estampita con una oración a la Virgen  y otra al Venerable Monseñor Jacinto Vera. Además se distribuyó un folleto con el trabajo que está llevando adelante la Campaña Iglesia de Todos con el aporte de los bienhechores de la Arquidiócesis de Montevideo.

Fuente: www.icm.org