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Adentrándose en las Sagradas Escrituras. La experiencia del sacerdote uruguayo Francisco Lezama, en Roma y Jerusalem.

By 30/07/2015agosto 11th, 2015No Comments

Lezama

Publicado en SEMANARIO HEBREO, 23 de julio de 2015

(ANA JEROZOLIMSKI)

Sería mejor poder mostrar en imágenes que sólo describir en palabras el ambiente en el que conversamos recientemente con el sacerdote uruguayo Francisco Lezama, quien estuvo en Jerusalem para cursar un semestre de sus estudios de Sagradas Escrituras en Roma. En medio del movimiento del centro de la capital israelí, a pocos metros de donde pasa el tren ligero en la calle Jaffa (Iafo), nos ubicamos en un café para desayunar juntos mientras el grabador prendido captaba la sapiencia y experiencias de Francisco.

De fondo, pasaba todo tipo de gente, judíos, musulmanes, cristianos, israelíes, extranjeros, religiosos, laicos , un mosaico de la vida en el país. Junto a la dinámica actividad del centro jerosolimitano, Francisco nos devolvía milenios hacia atrás, combinando sus experiencias de ahora con lo que aprendía de las Sagradas Escrituras.
En esta segunda parte de la entrevista, nos adentramos en ese mundo que el propio Francisco fue descubriendo a fondo y en detalle a medida que avanzó en sus estudios.
Pero al hablar de estudios, hay que comenzar por lo vivido en Uruguay, mucho antes de ser enviado por los salesianos a Roma.

Es un privilegio haber podido hacer tus estudios en Roma ¿verdad? Es que supongo que uno piensa que es lo más obvio, que un sacerdote conozca a fondo las Sagradas Escrituras.. pero aquí profundizas mucho más allá del promedio….

Por supuesto. Pero creo que si hablamos de los estudios, lo apropiado es destacar ante todo lo importante que fue para mí que Daniel Sturla, hoy Cardenal, quien estaba a cargo de nuestra formación en su momento, y otros sacerdotes, haya tenido la buena intuición, de haberme enviado a estudiar a la Universidad de la República (Udelar) a hacer la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Esto, no sólo porque tener un título da cierta autonomía sino porque eso me enriqueció en lo relacionado al diálogo . El tener que escuchar a los profesores que no hablaban precisamente muy bien de la Iglesia o de la religión, o con mis compañeros, que jamás en su vida habían visto un sacerdote o un seminarista, es algo que enriquece.

¿Para tanto? Todos sabemos cuán laico es Uruguay…pero tu descripción me suena un tanto extrema ¿no?

En Uruguay la realidad es distinta del resto de América Latina, donde la Iglesia tiene una posición muy fuerte en la sociedad y en la cultura. En Uruguay perfectamente, por lo pequeña que es la Iglesia y por lo laica que es la sociedad, una persona puede pasar su vida viendo a los curas solamente por televisión. Sabiendo que está la parroquia allí. Pero incluso algunos barrios y algunas ciudades han cambiado tanto que ya no se ve la presencia de la Iglesia en la vida diaria como era un tiempo, en el que al cura se lo encontraba en la feria haciendo las compras, ¿no? De sotana. Ahora, se abandonaron algunos signos exteriores . Los salesianos de todos modos, no tenemos un hábito digamos reglamentado. Pero volviendo al punto central que mencionaba, creo que eso fue un gran aporte a mi apertura.

Y sólo una etapa más en un camino con mucho estudio.. ¿En qué consiste el estudio de las Sagradas Escrituras? Claro que va más allá de conocer la Biblia..

Sagrada Escritura es una especialización en el estudio del texto bíblico que no es muy común y que de hecho a nivel católico se puede estudiar sólo en Roma y en Jerusalem. Sola- mente allí hay centros habilitados para dar ese título, que no consiste tanto en la reflexión teológica del mensaje sino en estudiar el texto mismo, en el contexto histórico, en los aspectos de los idiomas, arqueológicos, o sea, centrados en un estudio, podríamos decir, científico del texto.

Uno podría pensar, justamente, que eso es lo más básico, porque es conocer a fondo el texto.

Exactamente. Pero como son textos escritos hace tanto tiempo en una cultura muy distinta a por lo menos a la nuestra occidental, requiere mucho estudio. Requiere aprender los idiomas bien. Para tener una idea, en ese curso, cuando uno va a Roma, el primer año uno no puede estudiar otra cosa que hebreo y griego, y está todo el año estudiando solamente hebreo y griego.
Nosotros en mi grupo arrancamos 69, que es un número muy bajo. Si uno piensa que están los estudiantes todo el mundo, en el único instituto en Roma que es de eso, es un número muy bajo. Terminamos 39. O sea, fueron quedando por el camino , porque es muy exigente. Pero claro que cuando empieza a aprender los idiomas y al final de ese año es capaz de tomar el texto original, hebreo o griego, y lo lee sin problemas, es un placer.

Tú sabes leer hebreo bíblico. O sea que quizás no puedas pedir con soltura el cafecito acá donde estamos sentados, ya por suerte por tercera vez, pero para recitarme Salmos en hebreo no tendrías dificultades.

Ningún problema. Y el cafecito también lo puedo pedir, lo reconozco. De hecho, me he tenido que manejar solo por aquí, pero no con la solvencia de alguien que vive en un mundo hebreo digamos. Después de ese año de hebreo y griego, todavía cursé tres semestres más de hebreo, porque esa es como la básica. Uno el primer año tiene todos los elementos de gramática, en general para la lectura lo fundamental, y después vienen tres semestres más para empezar a entender los matices, los giros de las expresiones del hebreo y el griego con los que se escribió toda la escritura. Después tuve que estudiar arameo también para las partes que están escritas en arameo y bueno, después algunos idiomas más vinculados con las primeras traducciones que se hicieron, que son muy importantes, sobre todo para el estudio de los textos de los cristianos, que son el latín, que se hicieron traducciones muy tempranas, entonces tuve que estudiar latín.

Y tuve que estudiar también siríaco, alguna cosita de copto pero no mucho, solamente para reconocer las raíces y alguna cosa más. También esto exige estudiar los idiomas modernos porque la realidad es que hoy por hoy casi todo se escribe en inglés pero los pioneros de los estudios bíblicos fueron los franceses y los alemanes, y hay muchas cosas que todavía están escritas solo en francés y alemán.

¿Entonces también sabés francés y alemán?

El alemán sólo lo leo.

Me apabullas Francisco… Cuando uno dice políglota, piensa en general en francés, inglés, alemán, español, lo cual ya es mucho..pero vos agregás hebreo, siríaco, arameo, griego…Y también has estudiado hebreo moderno…será para pedir acá el café…

Claro…

Para los judíos el Viejo Testamento es el texto bíblico sagrado, para los cristianos lo son el Viejo y el Nuevo. ¿Tú ves alguna diferencia entre el estudio o la fe en lo que está escrito en el Viejo Testamento y en el Nuevo? No sé si estoy haciendo una pregunta sacrílega para judíos y cristianos…

Quiero ser muy respetuoso de las distintas maneras en que muchas personas pueden responder a esa pregunta, y muchas corrientes, sea del judaísmo, sea del cristianismo. Lo que menos quiero es faltar el respeto. Obviamente ha habido posiciones extremas, que incluso han sido condenadas por la Iglesia, algunos que decían “No, el Viejo Testamento hay que dejarlo porque lo que importa es el Nuevo”. La Iglesia dijo “No, eso no es así, porque Jesús era judío y Jesús citaba al Antiguo Testamento”. Los apóstoles citan al Antiguo Testamento todo el tiempo, son judíos, van a rezar al templo, que todavía no estaba destruido por los romanos. O sea, esa es una posición extrema que no sirve.

Por otro lado, tampoco podemos los cristianos renunciar a decir “Lo de Jesús no es simplemente repetir el Antiguo Testamento”. Entonces más allá de responder teológicamente, es algo en lo que se sigue trabajando muchísimo. Los teólogos católicos junto con rabinos, junto con teólogos judíos están profundizando en esto. Hace unos años salió un documento del Vaticano que se llama “La lectura judía de las escrituras”, que busca utilizar, o aprovechar, la lectura que hace la tradición rabínica de las escrituras para los cristianos. Eso también nos tiene que ayudar a nosotros. Entonces digo todavía se está estudiando. Más allá de responderte con lo teológico yo te puedo responder con mi experiencia. Para mí leer el Nuevo Testamento como algo escrito desde este pueblo judío , es muy cristiano. Esto me recuerda, con una sonrisa, que una vez, siendo catequista una niña, adolescente, tenía que hacer un trabajo sobre Jesús y escribió “Jesús era hijo de María, que era una señora muy cristiana”.

José María Firpo en la iglesia…

Algo así…

Tus estudios no son sólo frente a los libros..También incluyen paseos de estudio arqueológicos. ¿Qué se aprende allí en relación al contexto histórico, lo que se desprende de la arqueología?

No se trata de justificar la Biblia sino de ver qué te dice la Historia y después ponerlo a la luz con el texto bíblico. Entonces la perspectiva interesante que no sé si estamos viendo es comprender el texto bíblico en el período en el que fue escrito y por qué, cuando fue escrito, en ese contexto se trató de vivir así. Hay un ejemplo ilustrativo. Una de las cuestiones arqueológicas que más ha revolucionado es descubrir que en la época en la que se ubica generalmente la llegada de los israelitas de Egipto, cuando Josué entró con el pueblo a la tierra, no había murallas en ese momento en Jericó, había ruinas de murallas antiguas….

Una de las grandes historias bíblicas que yo me acuerdo de estudiar en la escuela es la Caída de las murallas de Jericó.

Claro… las murallas de Jericó, las trompetas, las siete vueltas alrededor. Entonces uno se pregunta cómo puede ser. La solución simplista sería decir “Acá hay una mentira”. Pero lo que hay que tratar de ver es qué es lo que el que escribió el texto quiso transmitir. Si uno piensa que el pueblo judío ha tenido muchas etapas de resistencia, etapas de necesidad de esperanza, de saber que Dios estaba con él, entonces poder sentir esta historia, poder sentir que la confianza en Dios derrumba las murallas, es una imagen muy fuerte. O sea que se puede estudiar el contexto en el que se escribió eso.

Los biblistas pueden discutirlo mucho hoy, pero el que estaba escribiendo el texto bíblico, el profeta, necesitan infundir esperanza al pueblo, necesitan infundir la conciencia de eso. Y bueno, se toma la licencia literaria de tomar tradiciones de la entrada de los judíos en la tierra y armar esta historia de la toma de Jericó.

También lo sabemos por los registros de la historia, del mismo texto bíblico, de que siempre estuvo la tentación de confiar mucho en las murallas y en los muros y en las separaciones y entonces ante eso que muestra que Dios es más poderoso que las murallas es también una llamada. Entonces te permite captar lo más profundo del texto bíblico.

Es una interpretación interesantísima…

Al final este tipo de descubrimientos no solamente no desacreditan la Biblia sino que al final la hacen todavía más significativa. Porque te ayuda a entenderla pero además te ayudan a pensarla para el hoy también, ¿no?

Otro ejemplo clásico es un libro muy querido en la tradición cristiana y en la tradición judía como es el “Libro de Rut”, una historia que uno podría decir de telenovela. Un profesor mío escribió un libro que se llama “La cenicienta de la Biblia”, que es un comentario al “Libro de Rut”. Y realmente tiene todo eso de telenovela: la muchacha pobre que termina con un hombre rico; entonces uno la puede leer así, sin duda que tiene un valor así. Pero si uno piensa además que fue escrita en el momento que los judíos volvían de Babilonia y estaba esa tentación de cerrarse a los extranjeros, la prohibición de casarse con extranjeras, que Nehemías un poco instala. Entonces ahí alguien, que no sabemos quién porque no es un libro firmado, alguien escribe “El libro de Rut”, de una extranjera, de buen corazón, que se casa con un judío y que termina siendo nada menos que la abuela del Rey David. O sea, eso es un mensaje hermoso.

CONTACTOS CON JUDÍOS

Y todo esto no se da en un vacío… tú ya habías tenido instancias de encuentros , de diálogo, con judíos ..Recuerdo que me habías contado sobre un caso, en la tertulia de El Espectador.. en Semana Santa.

Así es. He tenido contacto con judíos por cómo es Uruguay. Mi padre trabaja en Antel, entonces fuimos una vez al Parque de UTE-Antel, se armó una barra de amigos y había dos chicas judías con las que después seguimos en contacto, hablamos mucho. Después, también en la Facultad de Humanidades. Pero en contactos más formales, una vez estuve en la Tertulia de Viernes Santo en El Espectador, con el rabino Ariel Kleiner, con Carlos Maggi, con una pastora….

Hoy mencionar a Maggi trae sin duda muchos recuerdos…y la tristeza de que ya no está…

Así es. Realmente en estos días el recuerdo de esa Tertulia me han venido por lo que significaba él, como un hombre con sus convicciones firmes pero con esta capacidad de encuentro. Con esa capacidad de mirarme a mí, que era un chiquilín de 30 años, y hacerme preguntas con sencillez y humildad, sin renunciar a su postura. Realmente una experiencia hermosa.

Volviendo a lo de los encuentros con judíos, te cuento que en Roma empecé a participar un poco más en actividades del Diálogo Hebreo Cristiano, y también de la Sinagoga de Roma. Mi parroquia queda al lado del viejo ghetto romano donde está la gran Sinagoga. Entonces me quedaba de paso, iba mucho por allí, cuando podía iba a algún oficio, a alguna fiesta, me encantaba pasear por las calles del ghetto. Tienen una biblioteca preciosa, un centro cultural, entonces cuando empecé a manejarme con el hebreo empecé a tener un contacto con ese mundo y realmente ha sido una experiencia linda.

Y si algo aprendí ya a conocerte… eso tiene que haber sido para tí también una oportunidad para estudiar algo nuevo…

Es cierto. Después, tomé clases con dos rabinos en Roma.

Un curso introductorio de Literatura Rabínica y uno sobre la Teología después de la Shoá, o sea el pensamiento judío de la alianza después de la Shoá, que fue realmente impactante. Yo me imagino que los rabinos en los años 50 y 60…¡hay que estar en ese lugar!, explicarle a algunas comunidades, algunas incluso con sobrevivientes, cómo pudo pasar lo que pasó. No podemos hacer que Dios mire para otra parte. Ese curso fue para mí muy impactante, además de lo significativo de estar allí aprendiendo de ese rabino.

Francisco, eres un hombre de diálogo y de abrir puertas…quizás por eso nos hemos sentido tan bien compartiendo muchas horas de conversación no sólo en esta entrevista. Es lindo que la vida nos vaya agregando amigos..

Muchas gracias y buen retorno a Roma.. y luego, dentro de pocos meses, a casa, en Uruguay.

Gracias a ti Ana.