Post del jueves 4 de abril publicado en www.desdelverdun.org
Hace un par de meses escribí 15 preguntas sobre las uniones homosexuales. Intenté mostrar con argumentos de razón y sentido común, que es un contra sentido y, sobre todo, una grave injusticia para con las familias uruguayas, equiparar dichas uniones con el matrimonio y permitir -más grave aún- que las parejas homosexuales puedan adoptar niños.
Por gran mayoría, los señores senadores de la República, a los que en su momento envié el folleto, aprobaron ayer el proyecto. Planteo, en consecuencia, algunas nuevas preguntas:
¿Las familias uruguayas van a aceptar pasivamente que se las destrate de hecho, ignorando que ellas son las que sustentan nuestro ser nacional?
Los novios que quieren formalizar su unión en el matrimonio, ¿han pensado que tienen derecho a reclamar que se les trate como marido y mujer?
¿No habrá nadie que defienda a las mujeres de la violencia doméstica que es el divorcio por la sola voluntad del hombre, como lo prevé la nueva ley?
Los muchos matrimonios que quieren adoptar niños y darles una familia formada por papá y mamá, como tienen derecho: ¿van a tolerar sin más que los den a parejas homosexuales?
En la rambla, a la altura del tanque de gas, hay una enorme pintada del MPP que se refiere al «matrimonio homosexual» como «la revolución de los derechos». Última pregunta para los señores legisladores que colaboran con ella votando a favor: ¿qué piensan hacer con los escombros de nuestra sociedad uruguaya?