La Semana Santa es para los católicos la semana más importante del año. Es la celebración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
En 2021 comienza el Domingo 28 de marzo con la celebración del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor y termina el 4 de abril con la gran fiesta del Domingo de Pascua de la Resurrección. Este año, debido a la pandemia por COVID-19, las misas y demás reuniones de culto serán bajo el protocolo sanitario vigente, evitando las procesiones y todo tipo de aglomeraciones.
Los días fuertes de este tiempo se concentran en el Triduo Pascual (desde la tarde del jueves que simbólicamente ya es viernes hasta el Domingo).
Lo importante de este tiempo no es recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Se trata de celebrar su entrega hasta el fin por amor a todos y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra. Para los católicos no se trata simplemente de recordar, sino que en cada celebración se actualiza el misterio de la fe y nos hace participes del amor y la gracia que Dios regala.
SIGNIFICADO DE CADA DÍA
Domingo de Ramos
Este día se celebra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como Rey con cantos y palmas. Por esto los fieles tradicionalmente al participar ese día de la Misa, llevaban sus ramos a la Iglesia para ser bendecidos, como signo de la victoria de Cristo. Este año, como parte de los cuidados sanitario, la bendición de los ramos será en el interior de las iglesias para evitar desplazamientos, mantener la distancia social y cuidar el aforo.
Los días Lunes, Martes y Miércoles Santos, pertenecen aún al tiempo de Cuaresma y permiten reflexionar sobre la importancia de la Semana Santa que llegará a su punto culmen con el Triduo Pascual. Son días fuertes de gracia para vivir el perdón sacramental. Durante estos días, o la mañana del Jueves Santo, en cada Diócesis se celebraba la Misa Crismal, donde el Obispo bendice los Santos Óleos con los que se celebrarán los Sacramentos durante todo el año. En esa celebración los sacerdotes renuevan las promesas de entrega y servicio que realizaron en sus respectivas ordenaciones. Esta celebración se coordina en cada Diócesis con distintos criterios de participación, pero como en todas las celebraciones se cuida el protocolo sanitario vigente.
TRIDUO PASCUAL
Es el período en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.
Jueves Santo
El Triduo se abre el Jueves Santo por la tarde, que ya es simbólicamente el viernes, con la celebración de la Cena del Señor. Es un momento fundamental para los católicos, ya que Jesús se quedó presente en el pan y en el vino, nos dejó su Cuerpo y su Sangre. Ese día instituyendo la Eucaristía también instituyó el Sacerdocio Ministerial. Otro aspecto fundamental del Jueves Santo es el Mandamiento del Amor que Jesucristo deja a sus discípulos, y lo hace dando ejemplo al lavar los pies de sus Apóstoles. Este año está suprimido el gesto del lavatorio de los pies en esta misa.
Viernes Santo
Este día se recuerda la Pasión y Muerte del Señor. Es el único día en el año que no hay Misa. En la celebración se proclama el relato de la Pasión, se adora solemnemente la Cruz y se comulga con las hostias consagradas el Jueves Santo. Es un día para hacer silencio y contemplar el amor de Cristo que se entregó hasta el extremo. Este año no se realizarán los tradicionales “Vía Crucis” callejeros, para evitar movilidad y aglomeraciones.
Sábado Santo
Es el día que Jesús estuvo muerto en el sepulcro. En tiempos de normalidad, durante la mañana mucha gente va en silencio a rezar a las iglesias o se hace algún tipo de acto de piedad. Es un día de silencio, de austeridad y oración aunque no nos encontremos.
Domingo de Pascua
Por la noche del Sábado Santo, ya simbólicamente comenzando el domingo, se celebra la Vigilia Pascual. Esta misa da comienzo al tiempo de Pascua, en que la Iglesia celebra la Resurrección de Jesús.
Es el día más importante y más alegre para los católicos, ya que Jesús venció a la muerte para dar vida. Pascua es el paso de la muerte a la vida. Esto quiere decir que Cristo regala la salvación para todos, de vivir siempre felices en compañía de Dios para siempre.