El “Almuerzo de Navidad” es una iniciativa de la Comunidad de San Egidio que hace dos años asumió como propia la comunidad de la Parroquia de Salinas (Diócesis de Canelones) . Se trata de compartir, el día en que se celebra el Nacimiento de Jesús, el almuerzo con aquellas personas que se encuentran solas o que están en situación de pobreza, de tender junto con ellos la mesa de la amistad y la fraternidad.
Esta iniciativa surgió en Salinas cuando un grupo de personas de la comunidad se reunía para rezar en torno a la Lectivo Divina a modo de preparación de la Navidad y descubrieron que “la mejor manera de celebrar la Navidad es tendiendo la mesa para los pobres”, relató el Párroco de la Parroquia Santa Isabel de Hungría de Salinas y Vicario Pastoral de la Diócesis de Canelones, Pbro. Leonardo Rodríguez.
A partir de esa experiencia, con la ayuda de toda la comunidad Parroquial y de organizaciones de la zona, se abocaron a identificar a las personas solas o en situación de pobreza y se los invitó a compartir gratuitamente el almuerzo. No se les impone ninguna condición a los invitados, no importa si son creyentes o no, solo se les pide que lleguen a las 12.30 h a la Parroquia.
En los días previos a la Navidad, integrantes de la comunidad parroquial ambientan el salón, preparan las mesas y la cocina corre por cuenta del Párroco. En general el menú consiste en pollo al horno con ensalada rusa y helados que suelen donar diversas personas. Luego del almuerzo irrumpe el personaje de Papa Noel quien se encarga de entregarle a cada invitado un regalo.“¡Jesús está especialmente presente en el pobre, enfermo, anciano, en ellos lo abrazamos y servimos!”, subraya el Pbro. Rodríguez.
COMUNIDAD DE SAN EGIDIO
La Comunidad de San Egidio nació en Roma en 1968, lugo del Concilio Vaticano II. Hoy en día es un movimiento de laicos comprometidos en la comunicación del evangelio y en la caridad en Roma, en Italia y en más de 70 países en el mundo. está reconocida por el Pontificio Consejo para los laicos coMo «Asociación pública de laicos de la Iglesia».
Está articulada en comunidades difundidas en el mundo, que comparten la misma espiritualidad y fundamentos que caracterizan el camino de San Egidio:
La oración, que acompaña la vida de todas las comunidades en Roma y en el mundo, la cual constituye un elemento esencial. La oración es el centro y el primario lugar de la total orientación de la vida de comunidad.
La comunicación del Evangelio, corazón de la vida de la Comunidad, que se extiende a todos aquellos que buscan y piden un sentido en la vida.
La solidaridad con los pobres, vivida como servicio voluntario y gratuito, en el espíritu de una Iglesia que es «Iglesia de todos y particularmente de los pobres» (San Juan XXIII).
El ecumenismo, vivido como amistad, oración y búsqueda de la unidad entre los cristianos del mundo entero.
El diálogo, indicado por el Vaticano II como camino de la paz y de la colaboración entre las religiones, pero también como forma de vida y como metodologia para la reconciliación de los conflictos.