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La laicidad como signo de identidad de la cultura uruguaya | Primer foro del Atrio de los Gentiles Montevideo

By 12/11/2015noviembre 13th, 2015No Comments

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En una Sala Azul de la Intendencia capitalina colmada, comenzó esta mañana el «Atrio de los Gentiles Montevideo», un espacio para el diálogo entre creyentes y no creyentes sobre la «Libertad y la construcción de la sociedad», organizado por la Arquidiócesis de Montevideo.

Al inicio del evento, el Intendente de Montevideo elogió la iniciativa de la Santa Sede y “del buen amigo Daniel Sturla” al organizar este Atrio como “un lugar de entendimiento para escuchar debatir, entender y comprender al otro”.  Expresó la relevancia de “construir entre todos un mundo de entendimiento, de ponerse en el lugar del otro y construir una visión que permita avanzar a la sociedad en su conjunto”.

“En mi calidad de Intendente pero además de ser humano comprometido con el respeto y la tolerancia es un honor estar en el panel de inauguración de este Atrio,  que espero que nos enriquezca a todos y nos permita ser un poquito más tolerantes”, finalizó el Ing. Martínez..

Seguidamente, el Cardenal Daniel Sturla dio la bienvenida a todos los presentes y, especialmente, al Cardenal Gianfranco Ravasi y al P. Carlos Vega que lo acompaña en este viaje, quienes representan al Papa en este evento que ha deseado que el Atrio de los Gentiles se celebre en Montevideo. El Cardenal destacó la importancia de que la libertad sea el eje de este diálogo entre creyentes y no creyentes y entre personas con opiniones diversas.

El Cardenal Ravasi comenzó su intervención referida al binomio “secularidad” (o laicidad) y “secularismo” (o laicismo).

“La secularidad es una categoría de matriz cristiana que libera a la religión de toda concepción integral y teocrática, reconocida por la distinción declarada por Cristo mismo de modo lapidario: —´Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios´ (Mateo 21,21).”, explicó el Cardenal Ravasi.

Recordó que “el Concilio Vaticano II, con su documento fundamental Gaudium et Spes, proponía a la Iglesia esta secularidad positiva, estableciéndose por tanto en el mundo como semilla fecunda de crítica, de transformación, de santificación moral y espiritual, sin quererlo sacralizar en modo fundamentalista, como sucede en una cierta concepción musulmana o como sucedía en el pasado con las teocracias y las mescolanzas`impertinentes´ entre fe y política”.

“César y Dios, efectivamente, frente a frente se dedican a un único sujeto, la creatura humana y el mundo, con matices diversos que, sin embargo, deben disponerse en armonía, sin prevaricaciones, pero también sin ausencias. Es en esta línea que se debería concretar el concepto de subsidiaridad”, puntualizó el Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura.

Por otra parte, el Cardenal se refirió “al fenómeno generador del secularismo “llamado “secularización” que “podría ser resumido en la máxima acuñada por Max Weber a través de una cita del poeta Hölderlin: es el l’Entzauberung der Welt, el `desencanto del mundo´, fórmula que se convirtió en el título del conocido ensayo de Marcel Gauchet (1985)`”.

“El secularismo contemporáneo no combate a Dios, sino que lo ignora, está dispuesto eventualmente a relegarlo en el limbo inofensivo de su trascendencia”, señaló el Cardenal Ravasi.

“Respaldo indirecto a este fenómeno lo ofrece el actual multiculturalismo, fruto de una intensa movilidad planetaria, donde al necesario pluralismo religioso puede asociarse lo que ya  Max Weber definía como el `politeísmo de valores´, sobre todo éticos o también un sincretismo que diluye toda identidad, disolviéndose en un monocromatismo genérico”, planteó el Cardenal Ravasi quien el sábado continuará con su mirada sobre el tema.

DRA. RIBEIRO: «SOY UNA AGNOSTICA CRISTIANA»

El primer foro del Atrio de los Gentiles Montevideo se desarrolló en torno al tema «La laicidad como signo de identidad de la cultura uruguaya¨. La moderadora fue la Asistente Social Cecilia Zaffaroni  quien destacó que la laicidad es un signo de la identidad uruguaya.

La primera de los ponentes en hacer uso de la palabra fue la Dra. Ana Ribeiro, quien abordó la temática desde la perspectiva histórica, y realizó una referencia a la raíz histórica del proceso de laicidad de la escuela pública y laica del Uruguay.

Luego, aludió a las manifestaciones de religiosidad de José Artigas  que, aclaró, eran propias de los hombres de su época.

La Dra. Ribeiro se confesó como una “agnóstica cristiana”.  Admitió no tener certeza de la existencia de Dios pero que tampoco le resulta indiferente y aseguró que los fundamentos de sus convicciones y decisiones así como su decálogo ético se abrevan en el cristianismo.

Recordó que la secularización fue más allá del nomenclatura e invisibilizó la fe y la redujo a un ámbito exclusivamente privado.

«Hoy creo que la asociación de laicidad con libertad siguen siendo de las tradiciones uruguayas más ricas y más sólidas”, concluyó.

GERARDO CAETANO: «LA LAICIDAD LE HA HECHO BIEN A LA IGLESIA»

El Prof. Gerardo Caetano se refirió a la singularidad de la idea de laicidad y laicismo naturalizada en Uruguay. Destacó que “el catolicismo uruguayo en su origen fue débil y “para bien”. “La laicidad le ha hecho bien a la Iglesia”,  aseguró el historiador quien no se define como agnóstico y confesó su deseo de creer . “No basta con la fe, hay que merecer esa condición de cristiano, que está unida con un conjunto de valores y de principios muy fuertes no se llevan bien con el poder. Y la iglesia cuando ha estado cargada de poder no ha estado unida a esas valores originarios de fe y trascendencia.”, aseveró.

“Hoy el Uruguay y el mundo están en otra discusión. Estamos en una revolución científico técnica y el retorno de Dios es un factor absolutamente decisivo para entender el mundo contemporáneo”, sostuvo el experto.

El profesor Caetano destacó la relevancia de generar una laicidad positiva a la altura de estos tiempos, que implica incorporar al otro en su diversidad pero permitiendo un nuevo ecumenismo de los valores que “nos puede ´revenir frente a los peligros que nos pueden acechar”.

IGNACIO DE POSADAS: PERDIDA DE VALORES Y LAICISMO

El Dr. Ignacio De Posadas, por su parte, señaló que en nuestro pais hay una concepción de la laicidad “muy arraigada en su historia y muy sentida” y que existe una concepción  “mayoritariamente aceptada y oficializada pero también una minoría que se resiste a esa concepción de la laicidad”.

“La laicidad no se ocupa de negar la existencia de Dios. La verdadera laicidad se limita a sostener que no debe haber posición externa del poder sobre la dimensión trascendente del hombre”, puntualizó. En este sentido, aclaró que «laico no es el que cree en Dios sino el que cree que la libertad es la esencia del ser humano. La verdadera laicidad es una de las caras de la libertad. Pero al mismo tiempo, la libertad es la base de la religión y mucho más en el cristianismo que es el amor llevado al extremo lo que es imposible sin libertad”. “El laicismo es el requisito básico para poder vivir la religión”, aseveró.

El Dr. De Posadas señaló que “la cultura dominante no condice con la letra de la constitución, y la ley vigente en la educación ni con el mito de la laicidad uruguaya a partir de Varela”. Varela nunca concibió la laicidad tal como se aplica en Uruguay sino como un pluralismo, precisó.

Hay un porcentaje en nuestra sociedad que es mayor al que “discrepan con la tesis de la cultura laica dominante que piensa que Uruguay tiene un problema muy serio de pérdida de valores y de agudo relativismo”. El ex Ministro de Economía aseguró que la pérdida de valores tiene vinculación con el laicismo predominante  porque su verbo es excluir y produce como resultado el vaciamiento de la persona.  El Dr. De Posadas sostuvo que “se han perdido valores porque no se inventan, son hijas de ciertas premisas” y que “no se ha sabido construir otro sistema que diera sentido, coherencia y sustento a la sociedad”.

“El Uruguay está preso de una cultura oficial que contiene un fuerte elemento negativo en su concepción del ser humano, cercenando toda posibilidad de explorar o vivir la dimensión trascendente del hombre”, subrayó el Dr. De Posadas. «Esa concepción está empapada de pasado y no responde a la actualidad. Existe una real posibilidad de que esa cultura esté atrás de esa crisis de valores que vive la sociedad, quizás no de producirla pero sí de hacerla incapaz de enfrentar esa crisis con éxito”, concluyó.

P. JULIO FERNANDEZ: EL SER CREYENTE EN UNA SOCIEDAD LAICA

El P. Julio Férnandez destacó la necesidad de reflexionar sobre el ser creyente en una sociedad con una gran tradición laica. El religioso jesuita ejemplificó varios casos en los que naturalmente los uruguayos demuestran pudor para hablar de lo religioso y admitió que existe un vínculo entre la laicidad y la crisis de valores imperante.

Recordó al Profesor Barrán quien expresaba que “la iglesia del Uruguay se ha vuelto funcional y perdió esa pasión”. “Los uruguayos no creemos hoy que hay un espacio para reivindicar”, precisó. Invitó, asimismo, a “buscar el espacio común donde hablar de nuestras creencias, en diálogo”.

“Tendríamos que discutir, hablar y buscar en libertad ese espacio común donde nos podamos seguir encontrando”, finalizó el religioso.

PRESIDENTE SANGUINETTI: LAICIDAD Y EL PROGRESO EN LOS VALORES

El ex Presidente uruguayo, Dr. Julio María Sanguinetti agradeció este ámbito tan valioso de debate y aseguró que en Uruguay se ha avanzado mucho en términos de laicidad.

El Dr. Sanguinetti sostuvo que el proceso de secularización  se enmarca en “el proceso de la modernizacion de la concepción de la sociedad”. Puntualizó que “la laicidad hace a la actitud del Estado que es apenas un capítulo de la secularización” y que “no hay una oposición per se entre la ley de Dios y la ley de los hombres”.

Recordó que la Iglesia en Uruguay era fuerte, dominante, pero pobre y que el laicismo nació como reacción al sacralismo». “El sentimiento de laicidad se hace fuerte y nace como opositor debido a los excesos de uno y de otro”, acotó.

El Dr. Sanguinetti subrayó que la República laica en Uruguay fue un éxito y ninguna dictadura lo ha podido cambiar. Explicó que la libertad de conciencia, la de la no discriminación e igualdad de los derechos y la neutralidad del estado son los principios de la laicidad uruguaya y, en este sentido, afirmó que “el Uruguay ha ido evolucionando”. Ejemplificó su argumentación aludiendo a dos episodios ocurridos durante su gestión como Presidente de la República. El primero fue en el año 1985,  donde enfrentó un debate dentro de su propio partido por la creación de la Universidad Católica del Uruguay. “La creación de la Universidad Católica fue un fenómeno muy trascendente en la concepción laica del estado cuando había monopolio de la enseñanza universitaria”, aseveró y agregó que éste es un “ejemplo de concepto de laicidad moderno.”

El otro debate fue el que surgió sobre la cruz construida para la visita del Papa Juan Pablo II a Uruguay en el año 1987. “Ese fue de los debates más importantes y demuestran cómo el país concibió la laicidad como tolerancia de convergencia, de construcción en común desde puntos de vistas diferentes”, enfatizó. .

“La concepción de laicidad dominante no es fija ni dogmática, se ha ido adaptando a un clima de mayor democracia y convivencia”, aseveró el Dr. Sanguinetti.

El ex Presidente de la República subrayó que “el proceso de la laicización ha sido un enorme progreso en los valores, por ejemplo en la condición de la mujer”. “Hoy se mira a la mujer desde otra perspectiva, lo que ha sido producto de la batalla del liberalismo”, precisó.

En cuanto a la crisis de valores referida por otros ponentes, el Presidente Sanguinetti admitió que hay crisis de valores pero que  no surge de la laicidad sino que deviene desde otros ángulos y concepciones “como el desarrollo de la ciencia, que ha cometido excesos (clonación humana…), de la psicología, de la educación donde se constata pérdida de la búsqueda de la excelencia basada en la concepción igualitarista o en el pánico a la discriminación o lesión a la mentalidad del adolescente”.

“En definitiva hay una identidad que es la identidad de la concepción liberal y humanista por oposición a las concepciones materialistas. Creer que el espiritualismo está sólo en las religiones es un error. El liberalismo es espiritualismo. Nuestra constitución es un código de libertades, es nuestra moral laica que no está en contraposición con las religiones”, concluyó.

TODAS LAS FOTOS DEL PRIMER FORO

VIDEO DE LA PRIMERA PARTE DEL ATRIO DE LOS GENTILES MONTEVIDEO [Viernes 6 de noviembre]