Más de 100 catequistas de las 4 zonas pastorales de la Diócesis de Tacuarembó se reunieron en domingo 19 para celebrar el Día Nacional de la Catequesis.
Tras la bienvenida a cargo del Oficio Catequístico y con el apoyo de los cantos de integrantes de la pastoral juvenil, el encuentro comenzó oficialmente a las 9 hs, con el saludo del Obispo diocesano, Mons. Julio Bonino.
El Pastor destacó el trabajo incansable en los 50 años de vida de la Diócesis, sobre todos de las laicas, con vistas a consolidar la formación. Expuso que lo que más lo enorgullece es que la búsuqeda del Oficio en torno a la Iniciación Cristiana de adultos, es lo que la Iglesia quiere y coincide con la búsqueda de la Iglesia latinoamericana.
Por su parte, el Pbro.Heber Pochelú, quien acompaña al equipo diocesano de catequistas, destacó que una misión fundamental de los catequistas reside en recrear las comunidades.
Tras la lectura del Mensaje del Obispo responsable del Departamento de Catequesis de la CEU, dio comienzo la ponencia del Pbro. Carlos Tazzioli, de Concordia, Argentina, quien abordó el tema de la Iniciación cristiana con el título: “Una catequesis al servicio de la Iniciación Cristiana”.
El experto aseveró que se trata de un tema arduo, complejo y desafiante pero, a la vez apasionante, porque “estamos viviendo una profunda crisis en la catequesis tradicional y esto es sentido, sufrido y vivido por todos aquellos que recibieron el mandato de Jesús ‘Vayan y anuncien la Buena Noticia, Vayan y hagan discípulos’ y quieren ser coherentes y responsables con este mandato de Jesús”.
“La catequesis tradicional no funciona bien”
“Podemos afirmar que el sistema tradicional de catequesis no funciona bien, no produce los frutos deseados, los resultados son preocupantes y están a la vista, pensemos cuantos chicos pasan cada año por nuestras parroquias y los tenemos 1 año, 2 años y después se nos van, o en los colegios católicos 5, 6 , 7 años , termina la escuela y los chicos se nos van, no quieren saber nada ni con la Fe , ni con la Iglesia, ni con los curas, ni con las monjas. ¿Por qué nos pasa esto cuando dedicamos tanto tiempo, tanto esfuerzo, tanta dedicación?”, planteó el Pbro. Tazzioli.
“En muchos lugares la catequesis de iniciación en realidad no inicia sino que paradójicamente concluye, es el fracaso del proceso tradicional de Iniciación Cristiana: Con frecuencia la confirmación llamada también el sacramento del adiós o el último sacramento coincide para muchos jóvenes con el final de la practica religiosa y tal vez con la Fe cristiana”, advirtió.
“Pero no sólo estamos viviendo una crisis en la Iniciación Cristiana sino también en los lenguajes y en los mensajes catequéticos. Con frecuencia la catequesis tradicional no logra presentar el mensaje cristiano de una manera convincente y significativa para el hombre de hoy”, sostuvo.
“Hay que reconocer que la catequesis tradicional hoy no es significativa y no comunica un mensaje comprensible y creíble para el hombre de hoy”, subrayó . En este sentido, precisó que “un documento de la Iglesia Latinoamericana expresa que uno de los problemas más graves que enfrenta hoy la catequesis es el de la comunicación. En la Iglesia hay una gran incomodidad porque su forma de comunicar el evangelio suele ser pobre y sin calidad. A mi modo de ver, se tiene la impresión de que se utiliza un lenguaje que nadie entiende, se dirige a auditorios que ya no existen y responde a preguntas que nadie tiene o a problemas que nadie vive”.
El Pbro. Tazzioli afirmó que “la invitación de Aparecida es asumir la dinámica catequética de la Iniciación cristiana porque pone a la comunidad eclesial en estado permanente de misión, despierta su carácter misionero evangelizador ya que el futuro de la Iglesia, el futuro de la diócesis, el futuro de nuestra comunidad parroquial está en la catequesis de hoy”. “De cómo hoy nosotros hacemos catequesis dependerá el futuro de nuestra parroquia, de nuestra diócesis, de nuestra IGLESIA”, aseveró.
Luego de la ponencia del experto argentino, los catequistas compartieron un almuerzo, y en la tarde trabajaron en equipos por zonas sobre el tema de la charla.
La jornada tuvo su cierre con la Eucaristía para dar gracias a Dios por el día vivido y compartido, donde ser rezó por todos y cada uno de los catequistas uruguayos, los diocesanos y por los que ya gozan del reino de Dios.
En su homilía, Mons. Bonino advirtió sobre el peligro que entraña que los cristianos “hablemos como si fuéramos los maestros cuando somos los discípulos”.
El Pastor destacó que “antes de hablar de Jesús debemos hablar con Jesús. Antes de decir palabras de parte de El, tenemos que haber escuchado su Palabra”.
!Es imposible comer el pan, vivo, bajado del cielo y que no se nutra en nosotros las ganas de servir a los demás al estilo de Jesus. Pan de VIDA, ser un pedazo de Pan generosamente ofrecido a los demás, es el destino de los que comemos ese pan”, precisó el Obispo de Tacuarembó.
“Al Señor le decimos que queremos ser una casa donde la Palabra de El brille por su claridad y por la veneración que profesamos”, concluyó Mons. Bonino.
La celebración culminó con la bendición muy especial a las personas que hoy forman parte de la mesa permanente del oficio diocesano.