El Obispo de Tacuarembó, Mons. Julio Bonino, llama en esta Navidad a privilegiar “en nuestro compartir a los pobres, afligidos y enfermos, haciéndonos solidarios con su destino”.
“Superemos los condicionamientos que traban las posibilidades de ser hospitalarios, de hacer lugar a lo que Dios quiere ofrecernos en esta Navidad. Como en aquella primera nochebuena El golpeará las puertas de nuestra vida preguntándonos si aceptamos su visita”, invita el Pastor.
Mons. Bonino destaca que “siempre que alguien decide dejar su lugar y venir a nuestro encuentro sentimos el valor que tiene lo que somos y lo que tenemos, impulsándonos a compartir con quienes nos rodean y a descubrir también el valor de la vida de los demás”.
“Una vez más en esta Navidad, tenemos la oportunidad de que se haga carne en nosotros su amor Salvador. Nuestro Dios quiere ser de veras al menos de su parte – ‘Dios con nosotros’”, enfatiza el Obispo de Tacuarembó.
Mensaje de Navidad de Mons. Julio Bonino
Un día hace ya más de 2000 años una jovencita de Nazaret, ciudad de Galilea, se sintió involucrada en una situación inesperada : Dios le pedía que fuera madre de su hijo Jesús.
A partir de ese día, a lo largo de los siglos, el “hágase en mí según tu Palabra”, que ella pronunció, se ha continuado repitiendo en la comunidad de los seguidores de Jesús.
Hoy cada uno de nosotros escucha este mismo anuncio y es invitado a contestar que sí, que queremos recibir a Dios en nuestra vida, que vamos a celebrar esta Navidad según su Palabra, superando los reclames superficiales de nuestra Sociedad. Una vez más en esta Navidad, tenemos la oportunidad que se haga carne en nosotros su amor Salvador. Nuestro Dios quiere ser de veras al menos de su parte – “Dios con nosotros” – .
Superemos los condicionamientos que traban las posibilidades de ser hospitalarios, de hacer lugar a lo que Dios quiere ofrecernos en esta Navidad. Como en aquella primera nochebuena. El golpeará las puertas de nuestra vida preguntándonos si aceptamos su visita. Siempre que alguien decide dejar su lugar y venir a nuestro encuentro sentimos el valor que tiene lo que somos y lo que tenemos, impulsándonos a compartir con quienes nos rodean y a descubrir también el valor de la vida de los demás.
Jesús, el Hijo de Dios, al nacer en la pobreza y soledad del pesebre de Belén nos está indicando que privilegiemos en nuestro compartir a los pobres, afligidos, y enfermos haciéndonos solidarios con su destino.
Una vea más digo para Uds., y con Uds.: “Si Dios visitó la tierra si por nosotros murió la vida de cada hombre es de infinito valor”
¡¡¡ Feliz Navidad ¡!!