En su primer mensaje a todos los sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, y laicos de su nueva Dióceles, el obispo electo de Melo, Mons. Pablo Jourdan, agradece a Dios que le de “una nueva familia” que le enseñará “a descubrir la vida de Dios que hay en ese tan lindo rincón del Uruguay” que comprende los departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres.
En su breve video-mensaje, Mons. Jourdan explicita su deseo de ser dócil al Espíritu Santo para ser un buen pastor, sumándose a la diócesis como discípulo-misionero, caminando todos juntos en comunidad, como pueblo, “ayudándonos a experimentar cada día más el amor de Dios Padre a sus hijos, especialmente a los más necesitados”.
Tras compartir la alegría de que el Papa Francisco lo nombrara “obispo y servidor de la diócesis” agradece también el ministerio episcopal realizado por su antecesor, Mons. Heriberto Bodeant y así como el servicio prestado por el P. Jorge Osorio, administrador diocesano y a todos quienes han construido esa diócesis.
Expresa, también, que cada día está “más convencido de la necesidad de la relación con Jesucristo, con su amor, su vida resucitada, y la vida del Evangelio”.
El mensaje fue realizado el 15 de septiembre, en la memoria del dolor de María al pie de la Cruz, “siendo Ella para nosotros un pilar en el momento de cansancio y sufrimiento invitado a poner siempre la confianza en Jesucristo que tiene poder de transformar y resucitar toda situación”.
Este nombramiento se hizo público cuando el obispo se encontraba de retiro espiritual junto con los sacerdotes de la Arquidiócesis de Montevideo, lo que le permitió, asegura, tenerlos muy presentes a sus nuevos diocesanos en la oración, a la vez que les pidió que rezaran por él.