Nace Jesús renace la alegría
“Les anuncio una gran alegría hoy en la ciudad de David le ha nacido el Salvador que el Cristo el Señor” (Lc 2,11)
Lo mas propio del cristiano es la alegría, en el anuncio del Ángel a María la primera palabra es Alégrate llena de gracia. En Navidad la ciudad se viste de luz y de fiesta, celebrar es romper la rutina y afirmar el valor de la vida.
Celebramos el nacimiento de un niño que los cristianos creemos es el Emanuel el Hijo de Dios que quiso “acampar” en nuestro mundo. Celebramos la venida del Señor en un mundo violento, en una sociedad fragmentada que pierde el valor de la dignidad de la persona humana hecha a imagen y semejanza de Dios y del sentido y valor de la vida desde su concepción hasta su fin natural.
En un pais que se reconoció como de cercanías estamos perdiendo el sentido de la vecindad. Dios se hace niño: “un niño pobre que nos hace ricos” “un niño frágil que nos hace fuertes “un niño esclavo que nos hace libres”. Es Navidad no queremos perder la capacidad de asombro, la conmoción, la sorpresa por lo que acontece.
Es la invitación a no convertir la celebración solo en ruido y consumo, ponernos en camino hacia Belén y contemplar en un momento de silencio el misterio de la encarnación plasmado en el Pesebre. Que podamos ser cada uno de nosotros constructores de la paz, en la familia, en la sociedad en la comunidad cristiana.
Pidamos al Señor en este año que nos regale vocaciones sacerdotales y consagradas.
Navidad nos enseña que solo en el don de nuestra vida por amor está el sentido de la vida.
Feliz Navidad para todos,
Con todo mi afecto y mi bendición
+Arturo Fajardo
Obispo de Salto