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Estimados todos, Comunidad Diocesana
El Señor resucitado, Él es nuestra certeza de FE y de Esperanza.
Certeza de Fe por que se ha manifestado a las mujeres y se manifiesta HOY a nosotros Comunidad suya, en la Palabra proclamada: ¨Alégrense¨; …. ¨No teman avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán¨.
El hacedor de todas las cosas, el que estuvo en el sepulcro rompe las ataduras de la muerte y se hace presente a los suyos, entre los que nos contamos nosotros HOY. El Resucitado VIVE para siempre y está en el tiempo, hace la historia, convoca, guía a Su Pueblo a una VIDA AUTÉNTICA y nos lleva a compartir con su presencia para siempre. El Señor Resucitado nos corre el telón de los temores, de toda afectación de vida personal, familiar, de vecindad y social, no desconocemos ni los sufrimientos físicos, los personales, la afectación moral y de convivencia que nuestra sociedad tiene hoy y que se expresa de diferentes modos, ante todo ello afirmémonos con nuestra Fidelidad a la Palabra, a la persona de Jesús.

El resurgir a modos y tiempos de Vida nueva y que sea por nuestra propia vivencia del Evangelio, por la búsqueda constante de fidelidad a Él que podamos aportar a los espacios de participación, a todos ellos para transformarlos desde realidades de muerte en expresión de vida nueva, tocada por la mano del resucitado por aquellos que en él creemos, testimoniamos y anunciamos.Podremos vivir en medio de las realidades de este mundo con la singularidad que nos da el convencimiento de la presencia del Resucitado que hace nueva todas las cosas, y nos invita desde el evangelio hacer nuestro el anuncio ¨Alégrense¨.

Esta alegría ha de ser auténtica cuando se encuentra en una vida de fidelidad, aún en la exigencia que ella tiene, será la alegría y belleza de una existencia que es auténtica, e integra, según el proyecto de Dios desarrollado y realizado en ella.

Correspondamos con generosidad y gratitud al Dios de la entrega, al Dios de la vida que en el sufrimiento experimentó la obediencia a la voluntad del Padre, a la Misión recibida.

Hoy somos interpelados como testigos de Jesús a vivir la exigencia que la autenticidad de vida y coherencia tienen en mundo en que somos desafiados, ante tantas expresiones como lo hemos expresado de muerte, de desintegración social, de situaciones límites de vida, por la precariedad de tantos hermanos nuestros, y cuanto más que podemos pensar y sumar a las cuales debemos la respuesta desde la Caridad para la construcción de una comunidad fraterna, en la que gane la dignidad la persona y de la sociedad y que sean expresión del sentir del Creador y Padre y en la que se expresen los frutos de la Resurrección del Señor, en su acción y en aquellos que se siembra, en nosotros.

Feliz Pascua de Resurrección.

+Pedro Wolcan Olano
Obispo de Tacuarembó

Mensaje de Pascua 2023