La Cruz de las Jornadas Mundiales dela Juventud visitó Villa Quebracho, Paysandú, el 13 de diciembre. Unas 90 personas -especialmente niños, adolescentes y jóvenes- celebraron una liturgia dela Palabra junto a la cruz peregrina. Acompañaron el P. Antonio, Francisco y Thiago del Brasil, junto a los sacerdotes Dardo, Mauro y Daniel, responsables dela Pastoral Juvenil diocesana y nacional respectivamente.
Durante la celebración se dio un hecho providencial: dado que la Cruz es más alta que la Iglesia parroquial, tuvo que ser apoyada en el altar en el que Juan Pablo ll celebró la Eucaristía el 9 de mayo de 1988, en Salto. De hecho,la Cruz nos supera, porque el amor y la misericordia de Cristo son infinitos, más grandes que nuestra capacidad de comprensión y nuestra pequeñez. Ahí, se dio un “milagro” del Beato: se unieron, por un lado, la Cruz de Cristo, la “cruz de los jóvenes”, la “cruz del Papa” y, por otro, “el altar del Papa”, el altar dela Eucaristía que “hace” ala Iglesia.
También recibieron la visita del icono dela Virgen. LaMadre nos conduce al Hijo y el Hijo nos regala a su Madre. Ambos con invitan a confiar -una vez más- en los adolescentes y jóvenes mientras nos preguntamos: ¿qué hago por Cristo? ¿Qué haré por Cristo? La “cruz peregrina” permitió vivir un especial momento de encuentro con la Iglesia universal, de comunión con el Santo Padre y de recuerdo agradecido al Beato Juan Pablo II. El paso de la cruz será un recuerdo imborrable para todos en el “año de la fe” y en el “año jubilar” dela Parroquia.
Crónica del Pbro. Carlos Silva Parroquia Santa Teresita de Quebracho.