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El pasado 14 y 15 de octubre en la casa de retiro del Buen Pastor, Florida, se realizó el XXXIII Encuentro Nacional de Diáconos Permanentes y Esposas.

En este fin de semana los diáconos permanentes y esposas que peregrinamos en nuestra patria vivimos una experiencia centrada en Cristo, nuestro Salvador, bajo el amparo de nuestra mamá la Virgen María.

El sábado por la mañana, luego de la bienvenida a los nuevos diáconos permanentes ordenados este último año y a sus esposas, mediante el acompañamiento de Monseñor Carlos Collazzi SDB, Administrador Apostólico de la Diócesis de Mercedes y Presidente de la Comisión Nacional del Diaconado Permanente y tomando como  referencia la parábola del sembrador (Mt 13), los matrimonios hicimos un desierto en pareja para gustar la palabra de Dios, profundizar sobre nuestra realidad, como familia, trabajadores e instrumentos del Sembrador en nuestras distintas realidades.

Por la tarde el padre Daniel González, de la diócesis de Florida, iluminó nuestra realidad con la vida del Beato Monseñor Jacinto Vera. Desde la perspectiva de sembrador y servidor. Reconocimos las claves de su misión en el anuncio de la buena noticia para evangelizar en todos los rincones de nuestro país y su compromiso de vida con los más necesitados. El compartir en grupos en base a palabras de Jacinto, enriqueció nuestra jornada.

En la catedral de Florida, junto a su comunidad y presidida por Monseñor Martín Pérez Scremini, obispo de la diócesis de Florida, celebramos la Acción de Gracias por los 50 años de la restauración del Diaconado Permanente y la ordenación de los primeros cuatro Diáconos Permanentes en nuestra patria.

Cerramos la noche con un rico cordero a las brasas y el rezo del Santo Rosario preparado por el diácono permanente Luis Trezza.

El domingo por la mañana los diáconos permanentes delegados de la Comisión Nacional prepararon la oración de laudes y una dinámica de equipos. Desde la vivencia en el día a día de nuestra diaconía como bautizados, elaboramos las palancas de acción a corto plazo para continuar con la inserción de este ministerio en nuestro peregrinar junto al Pueblo de Dios y proyectar los nuevos desafíos de este en los próximos años. Luego del compartir, presentamos en la adoración al Santísimo Sacramento, preparada por Gloria y Carlos, lo que el Espíritu Santo nos había inspirado.

El clima de gozo, alegría y fraternidad reinó en los días compartidos, dejando las ganas del reencuentro y valorando este espacio como signo de amor y unidad.

Todo para la Gloria de Dios.

Dartinelli Moreira
Diácono Permanente
Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional para el Diaconado Permanente de la CEU.