El 10 de diciembre de 1921, al cumplirse los 150 años del nacimiento del Pbro. Dámaso Antonio Larrañaga, el Correo emitió un sello conmemorativo. Se aplicó también un matasellos especial con la siguiente leyenda: “Larrañaga sabio y reformador. Organizó la primera escuela pública, el asilo de huérfanos y la biblioteca nacional”. Puede llamar la atención que nada indique que se trata de un sacerdote. El contexto del país ha cambiado. La primera reforma de la Constitución de 1830, separando la Iglesia del Estado, había entrado en vigor en 1919; pero también había entrado una concepción laica, más aún, laicista, en las relaciones Iglesia Estado, donde lo religioso es desplazado fuera del espacio público y recluido al ámbito privado. Larrañaga no sólo fue sacerdote, sino que fue, como primer Vicario Apostólico, la cabeza de la Iglesia en el Uruguay independiente.
El 24 de enero de 1963 Larrañaga volvió a ser recordado por el Correo con la emisión de dos sellos postales. La forma en la que está representado el sacerdote permite reconocerlo como tal. Los dibujos que acompañan su retrato recuerdan sus aportes científicos en los campos de la zoologia y especialmente de la botánica.