El obispo de Maldonado-Punta del Este- Minas, Mons. Milton Tróccoli, elaboró una Carta Pastoral al comienzo del Sínodo 2021-2023 en la que invita a “la conversión pastoral, generando un nuevo modo eclesial de proceder, que nos lleva a una conversión permanente como discípulos. Este dinamismo nos envía en salida misionera hacia las periferias existenciales de nuestra sociedad”.
La Carta Pastoral que será entregada a las comunidades este sábado 16 de octubre, cuando la Diócesis lanza la fase diocesana en el marco de la misa que presidirá el pastor en la Catedral de San Fernando. Mons. Tróccoli anima, asimismo, a “buscar y encontrar juntos el camino pastoral de la nueva diócesis; con la mirada puesta en el Señor Jesús, que derrama las luces del Espíritu sobre todo el Pueblo de Dios, en fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia y reconociendo los desafíos de nuestra sociedad actual”.
En la celebración eucarística en la que Mons. Tróccoli asumió como obispo de la nueva Diócesis de Maldonado-Punta del Este- Minas, el 15 de marzo de 2020, ya se refirió a “caminar hacia un Sínodo diocesano y también de ir generando una ‘espiritualidad sinodal’, en la que todos nos sintamos protagonistas de la misión de la Iglesia y seamos capaces de discernir juntos lo que el Señor nos pide como Iglesia particular”. “Providencialmente, en este tiempo el Papa Francisco nos ha convocado a un Sínodo a nivel mundial, bajo el lema: Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión, que tiene varias fases y que comienza en cada diócesis. Ya hemos tenido la experiencia de la participación en la consulta de la Asamblea Eclesial para América Latina y el Caribe. Queremos sumarnos ahora a este pedido del Papa realizando en la diócesis un camino sinodal, que se llevará adelante en etapas”, explica el obispo en la Carta Pastoral.
Mons. Tróccoli señala que en la diócesis iniciar un camino sinodal es “abrir un tiempo de reflexión y discernimiento, donde todos nos sintamos convocados para aportar las luces que el Espíritu nos da para reconocer este horizonte común hacia donde debemos caminar”. Aclara que “no se trata de elaborar un plan pastoral, o solamente ponernos algunas prioridades más o menos consensuadas”, sino “de buscar y encontrar juntos el camino pastoral de la nueva diócesis; con la mirada puesta en el Señor Jesús, que derrama las luces del Espíritu sobre todo el Pueblo de Dios, en fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia y reconociendo los desafíos de nuestra sociedad actual”.
“La Iglesia está llamada a anunciar el Evangelio y a servir con esperanza a los hombres y mujeres de nuestro mundo. Dios nos ha puesto en este momento histórico y nos pide la responsabilidad y la fidelidad al Espíritu, para discernir su voluntad en el tiempo presente”, subraya. Mons. Tróccoli explicó que “esto significa levantar la mirada por encima de nuestras propias concepciones e intereses, personales o grupales, y buscar juntos, con honestidad y disponibilidad, lo que el Señor nos pide en este particular momento de la historia”.
El obispo recuerda que “Sínodo significa ‘caminar juntos’” pero que “la finalidad de este camino no es la sinodalidad en sí misma, sino que su novedad radica en hacer posible la conversión pastoral, generando un nuevo modo eclesial de proceder, que nos lleva a una conversión permanente como discípulos. Este dinamismo nos envía en salida misionera hacia las periferias existenciales de nuestra sociedad”. “Por tanto, en la participación como base de todo el proceso sinodal, se expresa la pasión compartida por la misión común de la evangelización y no la simple ‘puesta en escena’ de intereses en conflicto”, puntualiza. “En este sentido, una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha, sabiendo que escuchar es más que ‘oír’. Es una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender”, enfatiza. “Avanzar entonces por la vía de la conversión sinodal y misionera requiere cultivar la paciencia del diálogo hablando con franqueza y escuchando con atención. El discernimiento sinodal se orienta a encontrar caminos que superen las oposiciones, para evitar que las diferencias se conviertan en divisiones y estas generen polarizaciones. La música que inspira el Espíritu siempre crea una armonía sinfónica”, resalta el pastor.
Finalmente, Mons. Tróccoli especifica las etapas del camino sinodal que supone:
El sábado 16 de octubre da comienzo la fase diocesana con la celebración de la Eucaristía en la Catedral de San Fernando, precedido de un tiempo de oración y reflexión sobre el significado de este camino. Participan los sacerdotes, diáconos y delegados de todas las parroquias de la Diócesis.
El domingo 17, se abrirá el Sínodo en cada comunidad parroquial con la Misa y la presentación de los signos entregados a los delegados en la celebración diocesana. La Vicaría Pastoral facilitará los materiales necesarios, para que cada comunidad pueda reflexionar y realizar su aporte.
En el mes de marzo se celebrará la Asamblea Diocesana, con delegados de todas las comunidades, para elaborar la síntesis que se entregará a la Conferencia Episcopal. Esta, junto con los delegados diocesanos, realizará el aporte para la Fase continental del Sínodo. En el mes de abril continuará la consulta diocesana sobre 4 áreas de la pastoral:
- Catequesis inicial y permanente
- Pastoral social y promoción humana
- Pastoral juvenil y vocacional
- Sacerdocio y diaconado permanente.
En el mes de octubre habrá Asambleas sinodales, con delegados de todas las parroquias. Allí trabajarán esos temas y votarán los documentos conclusivos que marcarán el itinerario pastoral en los próximos años.
Compartimos la Carta Pastoral de Mons. Milton Tróccoli CARTA PASTORAL SINODO 2021