En esta Pascua “en un tiempo que vivimos con especial intensidad el misterio de la muerte y de la vida, como humanidad, como país, como comunidad, como familia y como personas” el obispo de Maldonado, Punta del Este y Minas, y Secretario General de la CEU, Mons. Milton Tróccoli, invita a pasar del desconcierto a la esperanza, de la oscuridad a la luz, del egocentrismo a la solidaridad.
“En este tiempo Jesús resucitado se hace presente, ensancha nuestra esperanza y nos invita a caminar de su mano en medio de los aprendizajes, de las incertidumbres y de las nuevas perspectivas que esta realidad que vivimos va dejando en nuestra vida, en nuestra geografía, en esta historia, que es historia de salvación, en la que el Señor camina con nosotros”, asegura.
Del desconcierto a la esperanza
“La Pascua nos llena de esperanza…porque Cristo murió y resucitó, por las venas de la historia corre la savia vital del Resucitado” y “hay en toda persona, en todo grupo, en todo proyecto verdaderamente humano un brote, una llama de la vida de Jesús Resucitado”, sostiene el obispo.
Aclara, no obstante, que “la esperanza va unida a la paciencia”: “Necesitamos la paciencia, es decir, la fortaleza que asume los golpes de la vida sin desistir de la actividad ni perder la mansedumbre. La paciencia nos es necesaria para respetar el tiempo de los procesos de los demás y para asumir los nuestros. Nos sostiene para seguir ‘sembrando en la noche’, aunque no veamos si germina la semilla ni si la semilla cae en el surco adecuado. Podemos ver la autenticidad de nuestra esperanza por la práctica de la paciencia”.
“De la esperanza brota la alegría”, añade Mons. Tróccoli quien anima a predisponerse a “descubrir los aspectos positivos de la realidad; en mantener habitualmente el tono vital alto, incluso en la contrariedad; en ser capaces de infundir ganas de vivir con nuestra palabra, nuestros gestos, nuestra reacción activa ante los acontecimientos”.
De la oscuridad a la luz
“La resurrección de Jesús es un estallido de luz”, señala el pastor en su mensaje pascual. “Se supera la muerte, el sepulcro se abre de par en par. El Resucitado mismo es luz, la luz del mundo. Con la resurrección, el día de Dios entra en la noche de la historia. A partir de la resurrección, la luz de Dios se difunde en el mundo y en la historia. Amanece. Jesucristo es la luz verdadera que hace surgir una nueva creación en aquella antigua, y nos transforma”, destaca.
Del egocentrismo a la solidaridad
“Jesús se ha hecho solidario con nuestra vida y nos enseña a ser solidarios con nuestros hermanos”, asevera Mons. Tróccoli al tiempo que recuerda que “si algo hemos podido aprender en este tiempo de pandemia, es que nadie se salva solo”.
En este sentido, expresa gratitud por “los esfuerzos llevados a cabo por las autoridades, así como por médicos y personal de la salud y de otras instituciones”. “Destaco con alegría la entrega y solidaridad de grupos y comunidades parroquiales para socorrer y acompañar a quienes están en situaciones más carenciadas”, acota el pastor.
“Resuena hoy en nuestro corazón la invitación reiterada del Papa Francisco para que una nueva era de solidaridad ponga a todos los seres humanos en el mismo plano de dignidad, cada uno asumiendo su propia responsabilidad y contribuyendo para que todos —uno mismo, los demás y las generaciones futuras— puedan prosperar”, concluye.
MENSAJE PASCUAL 2021 Mons. Milton Tróccoli
MENSAJE PASCUAL INTERRELIGIOSO
Mons. Tróccoli participó junto con otros líderes religiosos del cono sur en un video mensaje Pascual Interreligioso.
En este video-mensaje interreligioso, que surgió a iniciativa de la Iglesia de Jesucristo en el Área de Sudamérica Sur, participan junto con Mons. Tróccoli el obispo Alfred Cooper de la Iglesia Anglicana de Chile, el Pastor Gabriel Cevasco de la Iglesia Adventista de Argentina, el Rabino de Asunción de Paraguay Gustavo Katzuni, Écler Sergio Gómez de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,
En su mensaje Mons. Tróccoli reitera su deseos de paz, esperanza y solidaridad: “Paz porque Cristo es nuestra paz, Él es el que nos reconcilia con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos, nos regala la paz del corazón”. “Esperanza porque Él nos dice que ni la muerte ni el dolor ni el sufrimiento tendrán la última palabra, sino que la última palabra la tiene la vida en plenitud , la vida de Dios” y “solidaridad porque Jesús ha venido a crear un pueblo de hermanos, nos ha enseñado que somos todos hermanos, por eso debemos sostenernos, acompañarnos, apoyarnos entre sí. Por eso estos tres deseos aniden en el corazón de cada uno”.