El 14 de Noviembre tuvo lugar el 2do. Coloquio 2012 del Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social Cristiana ( C E D I D O S C ) .
En esta instancia el Dr. Mario Cayota invitó a descubrir “el rol de los laicos en la génesis del Concilio Vaticano II y su aporte a la Doctrina Social de la Iglesia”.
El Dr. Cayota comenzó haciendo una síntesis de todos los Documentos aprobados en el Concilio (16 en total), remarcando que “aunque se quería que el Concilio fuera pastoral, tuvo una fundamentación doctrinaria, teológica y bíblica”. Centró su disertación en la “Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual”,la “Gaudium et spes”, aprobada el día previo a la finalización del Concilio, “porque en ella se encuentran elementos directamente vinculados a la Doctrina Social de la Iglesia”.
El experto efectuó un recorrido muy interesante de la estructura del Documento, relacionándolo con los ejes más importantes de la enseñanza social de la Iglesia. A continuación invitó a ver en la Historia cómo desde siempre aparecen signos de preocupación por la situación social a pesar de que “cuando hablamos de la Doctrina Social de la Iglesia, siempre pensamos que el comienzo se sitúa en la Rerum novarum” (1891).
Cayota explicó que ya en el Antiguo Testamento, -en el Levítico-: cuando se celebra el ‘jubileo’, la tierra tiene que volver a Yahveh… los esclavos tienen que ser liberados… lo que se tomó en garantía tiene que ser devuelto…, y así, toda una serie de medidas de orden social, para el pueblo judío. También aparece en los Profetas, que eran simplemente laicos.
En el Nuevo Testamento: la Parábola del rico Epulón… la multiplicación de los panes… la advertencia a los ricos::: los criterios para la salvación en Mateo 25… Los pobres son los “intermediarios” ante Dios para nuestra salvación.
La Epístola de Santiago tiene mucha actualidad, recriminando a los que no pagan los salarios justos… Las colectas de S. Pablo, fundadas en la justicia y la solidaridad. Los Santos Padres que hablan permanentemente sobre la riqueza y la pobreza.
El historiador dijo que en la Edad Media, hubo corrientes proféticas poderosas con mucha preocupación por el pobre.. El Papa Gelasio, en una de sus cartas, escribe: “Nada se aviene tan bien con las funciones sacerdotales como la protección de los pobres y los débiles”.
Repasando la época del Renacimiento, evocó a Santo Tomás Moro y Erasmo de Rotterdam… Paralelmente estuvieron aquellos frailes y teólogos que enjuiciaron la conquista de América. Fray Montesinos, dice a todas las grandes figuras que estaban reunidas en Santo Domingo, que estaban en pecado mortal porque “explotáis y maltratáis a estos indios que tienen alma como vosotros, y que son tan hijos de Dios como vosotros” (1511).
Avanzando, y llegando a la Revolución Francesa, recordó que hay muchísimos Sacerdotes y Obispos que dejan en sus famosas memorias la preocupación por los pobres.
Ingresando a la Revolución Industrial, Cayota destacó que en esa época resaltan figuras extraordinarias, que son las que preparan la “Rerum Novarum”: Monseñor Ketteler… Federico Ozanam… León Harmel… la Unión de Friburgo… creada en 1884, que entregará a León XIII sus trabajos,,, que lo hicieron dar cuenta que la Iglesia no podía quedar callada ante los problemas del mundo… De allí nace la “Rerum novarum”, de la que se puede decir que -siendo obra de la clarividencia de un gran Papa- es obra de los laicos.