Bajo el lema “Preparando el año de la fe en nuestra misión con las y los encarcelados” en los días 29 y 30 de setiembre se llevó a cabo la 3ra. Asamblea Nacional de Pastoral Penitenciaria en el Centro de Espiritualidad Santa Rafaela María, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, en Montevideo.
Participaron 25 agentes de Pastoral Penitenciara de las diócesis de Melo, Maldonado, Tacuarembó, Salto, Florida y Montevideo y se logró un fluido intercambio de conocimiento y experiencias.
En el encuentro se contó con la presencia de expositores de diferentes ámbitos: Mtra. Ana Juanche por Serpaj (“Análisis del Proyecto del INR”); Soc. Gustavo Belarra del Ministerio del Interior (“Avances desde el punto de vista técnico en el nuevo modelo de INR”); Com. Insp. Margarita Hermida, directora del CNR (“Testimonio como creyente”); P. Josetxo García (“El encuentro con Jesús sanador y liberador”) y el P. Javier Galdona (“Evangelización explícita y desarrollo humano”).
Como corolario del encuentro, los participantes elaboraron una Declaración Final en la que advierten que se continúan reproduciendo “recintos inhumanos, fragmentados y heterogéneos, que no promueven a los y las privados de libertad, al presentar escasos programas de rehabilitación”. Asimismo, señalan la “falta de profesionalización de quienes custodian los Centros Penitenciarios y carencia de técnicos para atender las iniciativas planteadas para trabajar durante el tiempo de reclusión” y “una marcada desigualdad en cuanto a las políticas e infraestructuras destinadas a la atención de la situación de las mujeres privadas de libertad y sus hijos/as”.
No obstante, los agentes pastorales reconocen “un impulso de transformación de las instituciones nacionales, que forman parte del mundo de la carcelación, con la participación de diversos actores sociales”.
En su declaración, los agentes de la Pastoral Penitenciaria hacen un llamado a los Obispos a que “continúen asumiendo el compromiso de fomentar y animar los grupos de Pastoral Penitenciaria, para generar una fuerte conmoción que impida a la iglesia y a la sociedad instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen de los sufrimientos y clamores de nuestros hermanos/as privados/as de libertad”.
Asimismo, invitan a todos los demás actores sociales vinculados al mundo de la carcelación, a “continuar luchando por una sociedad de hermanos y hermanas con estructuras justas y solidarias, generando un tejido social que involucre a todos para lograr el camino de reconciliación y la misericordia, en un cambio de paradigma social que no excluya a nadie”.
“A todos los agentes pastorales los animamos a seguir jugándose con audacia y creatividad apostólica, en nuestra misión evangelizadora y profética, celebrando la compasión y la ternura de Dios entre los más excluidos de nuestra sociedad”, culmina la Declaración.
Declaración Final
3ra. Asamblea Nacional de Pastoral Penitenciaria
Preparando el año de la fe en nuestra misión con las y los encarcelados, y recorriendo este tramo del camino que es una etapa más en la historia de la Pastoral Penitenciaria Uruguaya,
Los delegados de las distintas Diócesis vinculados a la Pastoral Penitenciaria del Uruguay perteneciente a la Iglesia Católica, nos hemos reunidos en el Centro de Espiritualidad Santa Rafaela María (Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús) en la ciudad de Montevideo en el marco de nuestra 3ra. Asamblea Nacional.
Por este medio queremos hacer llegar nuestro mensaje a los Obispos; a las autoridades nacionales y departamentales; a las comunidades de todo el país; a los/as privados/as de libertad; a las víctimas; a los guardia cárceles; educadores; a todas las familias afectadas por la situación de cárceles y a la sociedad en general.
Seguimos viendo que nuestro Sistema Penitenciario y la Justicia Penal continúan reproduciendo recintos inhumanos, fragmentados y heterogéneos, que no promueven a los y las privados de libertad, al presentar escasos programas de rehabilitación. Asimismo, verificamos falta de profesionalización de quienes custodian los Centros Penitenciarios y carencia de técnicos para atender las iniciativas planteadas para trabajar durante el tiempo de reclusión, como así también una marcada desigualdad en cuanto a las políticas e infraestructuras destinadas a la atención de la situación de las mujeres privadas de libertad y sus hijos/as.
Sin embargo percibimos con agrado un impulso de transformación de las instituciones nacionales, que forman parte del mundo de la carcelación, con la participación de diversos actores sociales.
Nuestra Pastoral Penitenciaria quiere desde su misión anunciar el evangelio y aportar en la búsqueda de respuestas a las grandes dificultades que presenta nuestro Sistema Penitenciario. En tal sentido, creemos que el rol fundamental de la sociedad es la promoción humana de todas las personas en todas sus dimensiones.
Hacemos un llamado a nuestros pastores para que en consonancia con el Documento de Aparecida (No 362) continúen asumiendo el compromiso de fomentar y animar los grupos de Pastoral Penitenciaria, para generar una fuerte conmoción que impida a la iglesia y a la sociedad instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen de los sufrimientos y clamores de nuestros hermanos/as privados/as de libertad.
Invitamos a todos los demás actores sociales vinculados al mundo de la carcelación, a continuar luchando por una sociedad de hermanos y hermanas con estructuras justas y solidarias, generando un tejido social que involucre a todos para lograr el camino de reconciliación y la misericordia, en un cambio de paradigma social que no excluya a nadie.
A todos los agentes pastorales los animamos a seguir jugándose con audacia y creatividad apostólica, en nuestra misión evangelizadora y profética, celebrando la compasión y la ternura de Dios entre los más excluidos de nuestra sociedad.
PASTORAL PENITENCIARIA DEL URUGUAY