“Peregrinos de la esperanza”
Queridos Hermanos:
El año 2025 es un año de gracia para la Iglesia universal y para nuestra Iglesia en el Uruguay. Siguiendo una tradición de siglos, anclada en la Sagrada Escritura, cada 25 años la Iglesia proclama un año santo, año de gracia abundante, de perdón de los pecados y de renovación interior. El papa Francisco lo iniciará en Roma con la apertura de la puerta santa en las vísperas de Navidad y el domingo siguiente, 29 de diciembre, se iniciará en cada una de las catedrales del mundo católico. Este año santo tendrá como lema “Peregrinos de la esperanza”.
El año que viene se cumplen 1700 años del concilio de Nicea, primero de los concilios ecuménicos, que clarificó la fe cristiana en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, elaboró el Credo que rezamos en las Misas dominicales y fijó la fecha común de la Pascua para todos los cristianos.
El próximo año es además un año lleno de conmemoraciones para nuestro Uruguay y nuestra Iglesia. Celebraremos el bicentenario de los acontecimientos históricos de 1825 que tuvieron su culmen en la declaración de la independencia del 25 de agosto en la villa de San Fernando de Florida. Es una firme tradición que los próceres pusieron la patria naciente bajo la protección de la Virgen María, inclinando la bandera de los Treinta y Tres ante la pequeña y bella imagen de la Virgen que había acompañado la fundación de la villa y que era conocida como la Virgen del Pintado, a la que el pueblo espontáneamente comenzó a llamar desde entonces Virgencita de los Treinta y Tres. Así que el año próximo son los 200 años del comienzo de la devoción a la que es la patrona del Uruguay.
Otro hecho a destacar es que conmemoraremos los 150 años de la consagración del Uruguay al Sagrado Corazón realizada por nuestro primer obispo el beato Jacinto Vera en el marco del año santo de 1875. Los obispos del Uruguay queremos invitarlos a renovar esta consagración. Providencialmente el papa Francisco acaba de publicar una carta encíclica dedicada a la devoción al Corazón de Jesús, “Dilexit nos”, lo que nos estimula en este propósito.
Los invitamos así a disponer nuestro propio corazón para que esta consagración renueve nuestra vida interior y nos aliente en nuestra misión evangelizadora, como un modo de reparar al Corazón de Jesús, sediento de amor. La propuesta es prepararnos durante estos primeros meses del año santo y realizar la renovación de la consagración en cada parroquia y comunidad, en cada diócesis y a nivel nacional. El 12 de junio será la solemne renovación de la consagración del Uruguay en el Santuario Nacional del Sagrado Corazón de Jesús del Cerrito de la Victoria que es expresión del amor de nuestros mayores a Jesús y a la patria. En la fiesta de Corpus Christi (22 de junio) será en cada diócesis y el día de la solemnidad (27 de junio) en cada parroquia.
La peregrinación nacional a la Virgen de los Treinta y Tres del próximo noviembre revestirá también particular solemnidad. Daremos gracias a Dios por la presencia de María, la “estrella del alba del paterno día”, que siempre ha acompañado nuestra historia como “Capitana y Guía”.