Buena parte de las campañas actuales pretenden embarrar la cancha, mezclando las palabras, cambiando el significado de los términos, confundiendo.
Pongamos ejemplos.
Matrimonio: unión estable de varón y mujer, capaces de acto conyugal con trasmisión de la vida, basados en el contrato de mutua pertenencia.
Entonces es imposible que haya matrimonio de varón con varón y de mujer con mujer. Si se quiere que haya algún pacto o contrato entre personas del mismo sexo, búsquese otro nombre, porque nunca será un matrimonio.
Si se le quisiera llamar matrimonio a ese contrato, habría que buscar otra palabra para lo que es el matrimonio, porque siempre será una realidad distinta.
Igualitario: no puede ser igual cualquier tipo de unión aún estable de varón con varón y mujer con mujer, porque no pueden realizar el acto conyugal entre dos seres con corporalidad diferente – varón y mujer – y la actuación sexual que hagan no es capaz de procrear.
Por lo tanto, hablar de matrimonio igualitario – aplicado a algún tipo de unión o pacto de varón con varón o mujer con mujer – es una mentira, y una imposibilidad real.
Los derechos humanos. Algunos que apoyan esta medida, incluso los legisladores que la votan dicen fundarse en que es un derecho humano hacer lo que uno quiera en su vida privada.
La familia basada en el matrimonio – el único, el vínculo de varón y mujer estable – es el ámbito natural para la procreación y la educación. Debe ser sostenida y defendida, como manda la razón, la constitución, y la equidad con las nuevas generaciones.
No se arreglan los problemas de los adultos con leyes voluntaristas que impongan una realidad que no existe. Tampoco con cacerías de brujas, con epítetos de homofóbicos y otras discriminaciones a quien piense distinto.
«Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia». Quien quiera pensar c0n profundidad el problema vaya a CONSIDERACIONES ACERCA DE LOS PROYECTOS DE RECONOCIMIENTO LEGAL DE LAS UNIONES ENTRE PERSONAS HOMOSEXUALES
Así lo han entendido bien los franceses, cuando salieron a la calle a defender la familia y rechazar el falso matrimonio igualitario.Manifestación en Francia.
Ponemos este ejemplo, no porque los franceses tengan la razón, sino para pensar un poco, para debatir.
Busquemos mejorar la familia, basada en el matrimonio. Procuremos abrirnos a una vida más generosa y fecunda en la comunicación de la vida. Queramos ayudar a las generaciones futuras a una comprensión de sus afectos, de la capacidad de amor sexuado, del valor de la libertad que se entrega.