De 50 personas que hace un mes eran beneficiarias del programa “Heladera Solidaria”, actualmente pasaron a ser 200 quienes cada tardecita se acercan a la Casa Diocesana de Salto para recibir una vianda con comida.
La iniciativa fue implementada por unos 50 feligreses de la Catedral San Juan Bautista y de otras iglesias y capillas de la ciudad, quienes en mayo comenzaron atendiendo a 20 personas por día, dos semanas después a 50 y, actualmente, entregan 210 viandas .
La instrumentación del programa es supervisado por el Vicario Pastoral de la Diócesis de Salto, Pbro. José García.
En principio, el servicio fue ideado para atender, durante el invierno, las necesidades de las personas en situación de calle , pero actualmente alcanza a otras personas que por alguna razón no cuentan con ingresos que le aseguren la comida diaria. Algunos caminan hasta 10 kilómetros para ir a retirar su vianda.
Ante el recrudecimiento del frío, mientras hacen cola para recibir su comida, los beneficiarios del servicio reciben una taza de sopa o de leche chocolatada.
Para asegurarles la comida diaria, otro grupo de colaboradores se organizaron para prestar el servicio los días sábados, al mediodía, en el Colegio Sagrada Familia.
El P.García narró a “EL País” que un matrimonio con un bebé que viven a 5 kilómetros de distancia “hacen el trayecto a pie, ida y vuelta”. Adelantó que les van a gestionar un boleto gratuito para apoyarlos.
La organización trabaja con apoyo de licenciadas en Trabajo Social y lleva un registro de cada uno de los beneficiarios, por lo que también ahora se les brindará asesoramiento para acceder a otros programas del gobierno.