El Obispo de Maldonado, Mons. Rodolfo Wirz, difundió el Decreto que define las condiciones para obtener la Indulgencia Plenaria en el Año de la Fe, en su Diócesis.
El Obispo recuerda que la Indulgencia Plenaria alivia la pena temporal por nuestros pecados y en sufragio de los fieles difuntos. “Aunque hayamos recibido el perdón de los pecados en el sacramento de la confesión, quedan las consecuencias que seguimos arrastrando y que pesan en nuestra vida. Pues bien,la Iglesia como Madre y Maestra nos recuerda que una renovación espiritual y signos de nueva vida se hacen posibles, si con sencillez concretamos nuestra buena voluntad. La celebración de la Indulgencia es una buena oportunidad para ello, precisa.
El referido decreto establece que las condiciones para obtener el don de la Indulgencia Plenaria en la Diócesis de Maldonado, en este Año de la Fe, consisten recibir la Confesión, la Comunión sacramental, orar el Padrenuestro, el Credo y por las intenciones del Papa acompañados, en un plazo no mayor de 15 días (antes o después) de una visita u obra de misericordia. “La visita y obra de misericordia en cuestión no debe reducirse a una rutina, sino puede significar un esfuerzo que nos duele pero purifica. Enfermos y gente grande igualmente vivenla Indulgencia si una oración más intensa suple las obras que ya no pueden realizar”, precisa el Obispo.
Decreto invitando a celebrar el don de la Indulgencia Plenaria en este “Año de la Fe “
Como había anunciado de publicitar en la Semana Santa los criterios de la celebración de la Indulgencia Plenaria, aquí concreto esta iniciativa a la que nos invitara el Papa Benedicto, con ocasión del “Año de la Fe”, y que el nuevo Papa Francisco ratificara al inicio de su pontificado. ¿De qué se trata? Tal vez a alguno le parezca superado o incluso incomprensible, pero una actitud humilde y eclesial puede ser muy oportuna para entender y sentir sus frutos. Aunque hayamos recibido el perdón de los pecados en el sacramento de la confesión, quedan las consecuencias que seguimos arrastrando y que pesan en nuestra vida. Pues bien,la Iglesia como Madre y Maestra nos recuerda que una renovación espiritual y signos de nueva vida se hacen posibles, si con sencillez concretamos nuestra buena voluntad. La celebración dela Indulgencia es una buena oportunidad para ello.
Por este Decreto se dispone el modo de ganarla Indulgencia Plenaria, que alivia la pena temporal por nuestros pecados y en sufragio de los fieles difuntos.
Celebramos la Indulgencia si junto a la Confesión y Comunión sacramental, la oración del Padrenuestro, del Credo y por las intenciones del Papa, con los siguientes gestos solidarios que recordamos a continuación, en un tiempo no mayor de 15 días realizados antes o después, concretamos alguna de las siguientes visitas y obras de misericordia. En el transcurso del “Año de la Fe” en nuestra diócesis, serán visitas fraternas y obras de misericordia con algunos de los nombrados por el mismo Jesús en la escena del Juicio Final (Mt. 25, 31-46), también recordados por el Papa Francisco en sus primeras palabras: hermanos y hermanas con hambre, sed, de paso, sin ropa, enfermos o en la cárcel.
Estos gestos valen en si y son un criterio evangelizador que nos acompañan toda la vida, mas allá dela Indulgencia, y no suplen nuestro compromiso habitual de cristianos y ciudadanos en sanear nuestro mundo de toda injusticia. Pero celebrarlos con más conciencia como Indulgencia es un signo de amor, que con humildad de corazón aceptamos y que redunda en beneficio de otros. La visita y obra de misericordia en cuestión no debe reducirse a una rutina, sino puede significar un esfuerzo que nos duele pero purifica. Enfermos y gente grande igualmente viven la Indulgencia si una oración más intensa suple las obras que ya no pueden realizar.
Agradezco desde ya a las comunidades que con sus respectivos consejos parroquiales, equipos de servicio, iniciativas diversas, colaboran en “aterrizar” estas Indulgencias.
¡ Que este “Año dela Fe” nos renueve de tal modo que, como saldo final en el futuro, concretemos cada día con más convicción la única Vida que hemos recibido, para encontrarnos al final del camino con todos aquellos a quienes hemos servido: hambrientos, sedientos, de paso, sin ropa, enfermos, presos,……….. ……..!
¡Muy Felices Pascuas!
Maldonado, el 31 de Marzo 2013, Solemnidad dela Pascua
+Rodolfo Wirz
Obispo de Maldonado-Rocha
Pbro. Luis Eduardo González
Secretario Canciller