El Obispo de Salto, Mons. Pablo Galiemberti, bendijo el Domingo 6 de diciembre la Ermita de Nuestra Señora de Schoenstatt. ubicada en la ciudad de Salto.
El Obispo bendijo la Ermita, ubicada en las calles Belén y Zorrilla, en el marco de una Misa concelebrada por el Pbro. José García de la zona donde se instaló la ermita y los Padres Facundo Bernabei y Dario Gatti del Movimiento de Schoenstatt.
Durante la homilía el Obispo aseguró que las transformaciones son posibles “si cada uno asume sus responsabilidades y si vivimos el día a día en coherencia con los valores cristianos”. En este sentido, el Pastor llamó al compromiso personal de los vecinos y de la sociedad para “cuidar el ambiente y el entorno que es la casa de todos”. La instalación de la ermita en lo que era una placita descuidada, transformó un basurero en un santuario.
Durante el ofertorio dos señores ofrecieron las herramientas con las que construyeron la ermita, las ex alumnas del Colegio Mater Ter Admirabilis (que funcionó en Salto) ofrecieron la Virgen Peregrina como símbolo de su fidelidad, jóvenes de rama de madres de Schoenstatt ofrecieron un rosario como símbolo de la oración que las unió cada jueves, algunas niñas ofrecieron las intenciones que el público acercó y otros jóvenes ofrecieron el pan y el vino para la consagración.
La construcción e instalación de la ermita fue posible gracias al esfuerzo de un grupo de personas del Movimiento de Shoenstatt, que desde hace unos años fueron concibiendo este sueño.
María Lluberas Panissa, perteneciente al Movimiento Schoenstatt se refirió en la oportunidad a la fortaleza que confiere la fe cuando se atraviesa un proceso de transformación interior así como el apoyo de la comunidad y auguró a quienes visiten la Ermita que reciban abundantes bendiciones.
