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Mons. Fuentes pasó raya al Sínodo y destacó que “lo importante es fomentar en la Iglesia la actitud misericordiosa»

By 28/10/2015octubre 30th, 2015No Comments

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El Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, que participó en el Sínodo de Obispos sobre la Familia, pasó raya y evaluó qué preguntas pre-sinodales que concitaron mucha atención en los medios de comunicación han encontrado respuesta en la Relación Final.

Esta fue la primera experiencia sinodal del Obispo y asegura que necesita “un poco de tiempo para ponderarla”, aseguó en su blog www.desdelverdun.org

Sobre la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, el Obispo de Minas asegura que “ha sido reforzada y mejor presentada la enseñanza de siempre”.  Sobre la regulación de la natalidad, Mons. Fuentes sostiene que el Sínodo “ha dicho mucho” y precisa que se “reitera la importancia de ‘redescubrir las enseñanzas contenidas en la Humanae vitae y en la Familiaris consortio, con el fin de alentar la disponibilidad a procrear, en contraste con una mentalidad a menudo hostil a la vida”.

En torno al tema de los divorciados vueltos a casar Mons. Fuentes destaca que “el Papa Francisco está llevando a la Iglesia por el camino de la misericordia –el Año Jubilar está ya muy cerca- y es esta actitud de fondo la que hay que cultivar, para comprender lo que ha dispuesto el Sínodo en este sentido”. En este sentido, el Obispo retomó el numeral 84 de la Relación Final que expresa que “los bautizados divorciados y vueltos a casar civilmente deben ser más integrados en las comunidades cristianas, de las diversas maneras posibles, evitando toda ocasión de escándalo. La lógica de la integración es la llave de su acompañamiento pastoral, para que no solamente sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una alegre y fecunda experiencia”. Mons. Fuentes señala que el texto no “dice nada” sobre la recepción de la Eucaristía por parte de las personas divorciadas y vueltas a casar pero “se anima a los sacerdotes a ‘acompañar por el camino del discernimiento a las personas interesadas, según la enseñanza de la Iglesia y las orientaciones del Obispo’”.

Refiriéndose al silencio en el documento sobre el camino penitencial propuesto en el marco del Sínodo, el Obispo subrayó que “lo importante es fomentar en la Iglesia la actitud misericordiosa (…) teniendo en cuenta la enseñanza de la Iglesia, la conciencia bien formada y con la ayuda del sacerdote, según las orientaciones del obispo, es necesario tratar a cada persona personalmente, valga la redundancia, es decir, conociendo sus circunstancias para poder discernir su real situación”.

 

SÍNODO: ALGUNAS PREGUNTAS, ALGUNAS RESPUESTAS

Terminó el Sínodo. La última sesión, ayer, sábado, fue densa: desde las 9 de la mañana, hasta la una del mediodía escuchamos la lectura de la Relación final. A las 4 y media de la tarde empezó la votación de cada uno de los 94 números que tiene. Acabamos dos horas más tarde.

Ha sido mi primera experiencia sinodal. Necesito un poco de tiempo para ponderarla.  En todo caso, creo que pasará a la historia como el Sínodo del que más se ha hablado… antes de que se celebrara. ¿Y ahora?

Ahora sólo voy a responder a algunas de las muchas preguntas pre-sinodales que ya tienen contestación.

-¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio?

Ha sido reforzada y mejor presentada la enseñanza de siempre. Pienso que se ha acertado en destacar la belleza del plan de Dios, que quiso instituir el matrimonio para el hombre y la mujer: uno con una y para siempre, y haciéndolos partícipes de su poder creador.

–   ¿Ha dicho algo el Sínodo sobre la regulación de la natalidad en el matrimonio?

–  Ha dicho mucho. El número 63 reitera la importancia de “redescubrir las enseñanzas contenidas en la Humanae vitae y en la Familiaris consortio, con el fin de alentar la disponibilidad a procrear, en contraste con una mentalidad a menudo hostil a la vida” (…) “Sin duda, los hijos son un maravilloso don de Dos, una alegría para sus padres y para la Iglesia. Por medio de ellos el Señor renueva el mundo”.

–  ¿Qué pasa con los divorciados y vueltos a casar?

–  El Papa Francisco está llevando a la Iglesia por el camino de la misericordia –el Año Jubilar está ya muy cerca- y es esta actitud de fondo la que hay que cultivar, para comprender lo que ha dispuesto el Sínodo en este sentido.

– ¿En qué consiste?

– El número 84, titulado “Discernimiento e integración”, comienza así: “Los bautizados divorciados y vueltos a casar civilmente deben ser más integrados en las comunidades cristianas, de las diversas maneras posibles, evitando toda ocasión de escándalo. La lógica de la integración es la llave de su acompañamiento pastoral, para que no solamente sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una alegre y fecunda experiencia”.

– ¿Pueden comulgar o no?

– Sobre la recepción de la Eucaristía por parte de las personas divorciadas y vueltas a casar no dice nada el texto. En cambio, se anima a los sacerdotes a “acompañar por el camino del discernimiento a las personas interesadas, según la enseñanza de la Iglesia y las orientaciones del Obispo”.

– ¿Y sobre el “camino penitencial”, del que se habló tanto?

– Sobre esto tampoco dice nada la Relación aprobada.

– ¿Por qué estos silencios?

– En mi opinión, lo importante es fomentar en la Iglesia la actitud misericordiosa, como he dicho. Teniendo en cuenta la enseñanza de la Iglesia, la conciencia bien formada y con la ayuda del sacerdote, según las orientaciones del obispo, es necesario tratar a cada persona personalmente, valga la redundancia, es decir, conociendo sus circunstancias para poder discernir su real situación.

-¿Y esto no dará lugar a un relativismo moral?

– Confío en que con la ayuda de Dios podremos acertar y ayudar a cada uno a vivir en la verdad. Quiero animar a leer despacio la Relación, cuando esté traducida, para poder captar cuántos matices tiene la actitud misericordiosa, así como para mejorar la Pastoral familiar, porque es una gran verdad lo que dijo san Juan Pablo II: “Son las familias cristianas las que harán que nuestro mundo vuelva a sonreír”. A esto vamos, es lo más importante.