La Familia salesiana en Uruguay cerró las celebraciones del Bicentenario del nacimiento de su fundador, San Juan Bosco, con la 7 Acampada del Movimiento Juvenil Salesiano y una multitudinaria Misa presidida por el Cardenal Daniel Sturla.
Del viernes 13 al mediodía del Domingo 15, 1300 jóvenes de colegios, oratorios y obras sociales salesianos se congregaron en Punta Espinillo para compartir la 7 Acampada convocada en torno al lema “Vale la pena vivir así”.
Durante dos días y medio, los jóvenes que pertenecen a 30 presencias salesianas de todo el país, compartieron espacios de reflexión, oración, adoración y de fiesta.
PINTADA EN 18 DE JULIO Y 30 APOSTOLADOS MAS
El sábado 14, a primeras horas de la tarde, los jóvenes y educadores se distribuyeron en 30 puntos de la capital y la ciudad de Las Piedras para prestar diversos servicios sociales y de animación.
Los jóvenes realizaron distintos apostolados en los Barrios de La Teja, el Prado, Belvedere, Sayago y Colón, en los Cottolengos Masculino y Femenino, en varios Hogares del INAU, en el Piñeyro del Campo, en el Hospital Pereira Rossell y en ferias capitalinas.
Asimismo, un grupo de 90 jóvenes más algunos educadores referentes de la actividad, se dedicaron a pintar distintas frases en el pavimento del tramo de la Avda. 18 de Julio que se extiende entre las calles Ejido a Andes, en el horario de 13 a 15:30 horas.
Se pintaron unas 80 frases distintas con el simple propósito de ofrecerles a las personas que las lean un breve momento que los induzca a pensar, sonreír, reírse, alegrarse, soñar y encantarse con la vida.
Las frases fueron tomadas de diversos personajes como Bob Marley, Frida Kahlo, Fidel Castro, Don Bosco, Mercedes Sosa, y muchos anónimos que dejaron pensamientos en los muros de alguna ciudad.
En la tardecita, los jóvenes retornaron de sus apostolados y compartieron la cosecha de lo vivido a la luz de la fe así como la adoración al Señor.
Luego de la cena, vivieron una verdadera fiesta animados por distintos grupos musicales . Cada día finalizó con las tradicionales Buenas Noches de Don Bosco a cargo de la Superiora de las Hijas de María Auxiliadora, Hna. Laura Guisado y el Superior de los Salesianos, P. Néstor Castell sdb.
El Domingo en la mañana los jóvenes compartieron nuevas instancias de oración y reflexión hasta que partieron rumbo al Santuario Nacional Eucarístico del Sagrado Corazón, donde los aguardaban miembros de la familia salesiana y amigos de la congregación para compartir la Eucaristía de cierre del Bicentenario.
La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Sturla y concelebrada por el Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. George Panikulam, los Obispos Carlos Collazzi, Pablo Galimberti, Milton Tróccoli, Julio Bonino, Heriberto Bodeant y Nicolás Cotugno, el P. Inspector General, P. Néstor Castell sdb, sacerdotes, diáconos y seminaristas. Asimismo, viajó para participar del acontecimiento el P. Natale Vitali, Consejero Regional salesiano para América Cono Sur.
REMONTAR EL VUELO DE DIOS
Al inicio de la Eucaristía el P. Inspector invitó a subir al altar a jóvenes de distintas presencias salesianas para que cada uno entregara una medalla de Don Bosco al Nuncio Apostólico y los Obispos presentes, los que fueron muy aplaudidos.
La primera lectura fue proclamada por una hermana de las Hijas de María Auxiliadora, en tanto que la segunda lectura estuvo a cargo del Senador Javier García, exalumno salesiano. El Evangelio fue proclamado por el Diácono Gerardo Benítez.
El Cardenal Sturla realizó la homilía y destacó “el amor de predilección dado por el Espíritu Santo a Don Bosco, a los salesianos y salesianas por los jóvenes y por los pobres”.
El Arzobispo de Montevideo recordó que el proyecto del Santuario Nacional del Sagrado Corazón, donde se celebró la Misa, fue del salesiano sacerdote y arquitecto P. Vespignani y comentó que durante sus años de Maestro de Novicios veía desde su dormitorio el Santuario iluminado en la noche. “En la noche me parecía que ese santuario todo rojo elevado era el mismo corazón de Jesús que latía noche y día dando su vida a los cristianos de Montevideo y de todo el Uruguay”, acotó.
“No podemos entender a Don Bosco sin este corazón de Jesús inmenso que late de amor por la salvación del mundo…. Don Bosco es un reflejo del amor de Dios… como cada salesiano está llamado a ser «signo y portador del amor de Dios a los jóvenes especialmente a los más pobres`”, destacó el Cardenal Sturla.
El Arzobispo recordó a salesianos y salesianas que entregaron su vida por los jóvenes como el P. Héctor Ellis, el P. Félix Irureta, el P. Luis Schmidt, el P. Amilcar Vicentini, la Hna. Helida Moreno y la Hna. Elida Gamio
El Cardenal Sturla, dirigiéndose a los jóvenes los invitó a “ampliar la mirada y el corazón”, a “no quedarse en la chiquita”, a “dejar de lado la mezquindad , la mediocridad, los celos y las envidias “y “jugar en la cancha grande” para “remontar el vuelo de Dios, del camino de la santidad”. Les advirtió que buscar la santidad los puede hacer sufrir al tiempo que les recomendó recurrir a la confesión, a la Eucaristía y a María Auxiliadora.
El Cardenal Sturla concluyó su prédica agradeciendo a los educadores salesianos pero, especialmente, a los jóvenes: “ustedes nos renuevan en nuestra vida, nos ensanchan el corazón”.
Al culminar la Eucaristía el P. Csstell invitó a los jóvenes a ser santos.
La celebración culminó con la presentación del espectáculo “¿Hasta dónde vos llegás?” del grupo Aristophanes, en el que parodian la vida de Don Bosco.
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