La fraternidad es el verdadero remedio a la pandemia y a muchos males que nos han golpeado. Fraternidad y esperanza son como medicinas que hoy el mundo necesita, junto con las vacunas.
El obispo de Salto, Pablo Galimberti señaló que se trata de movimientos de múltiples causas y que lo que se trata es de volver más cercana a la gente aún a la Institución.