Este encuentro nos debe hacer sentir nuestra responsabilidad como laicos formando parte de esa Iglesia peregrina, que cada vez más – a instancia de nuestro Papa Francisco- nos invita a “refundar con esperanza nuestros vínculos sociales, con la convicción constante de que la misma se expresa en gestos. Porque ser ciudadano es sentirse citado, convocado a un bien, a una finalidad con sentido”.