«La Iglesia está invitada a acompañar, nunca puede ser un club de perfectos sino una casa de puertas abiertas” subrayó esta mañana el Cardenal Daniel Sturla en la Conferencia de Prensa brindada desde la Sala de Prensa de la Santa Sede junto al Obispo alemán Reinhard Marx, el Obispo de Dublín Diarmuid Martin y el Portavoz P. Federico Lombardi sj.
En su intervención, el Arzobispo de Montevideo compartió que este Sínodo de los Obispos es el primero en el que participa y que está aprendiendo mucho de lo “bueno que se escucha” por parte de los hermanos obispos y Cardenales y del sentido de iglesia universal que se percibe. Explicó que al formar parte de un Círculo Menor de habla italiano puede recibir una percepción muy amplia de la realidad dado que participan hermanos de Asia, África y Europa… “Me impresionó que se trabaja con intensidad, porque algunos preparan fuertemente su intervención, lo hacen a conciencia y uno aprende de figuras estupendas y de teólogos que dan un aporte fundamental”, señaló.
El Cardenal aseguró que “se vive la diversidad de opiniones y se confronta con argumentos” pero, asimismo, “con hermandad y con unidad”. Aclaró, sin embargo, que “todos estamos pensando lo mismo sobre la indisolubilidad, el matrimonio homosexual, la importancia de la familia y la ideología de género”.
El Arzobispo indicó que su vivencia del Sínodo está marcada por la experiencia de provenir de un país con un proceso de secularización muy fuerte. Recordó en este sentido, que Uruguay “es un país un tanto especial, muy secularizado , donde el divorcio fue aprobado en 1907, el aborto se aprobó por primera vez en la década del 30 y luego de ser penalizado volvió a ser despenalizado en los últimos años, donde se aprobó la unión y el matrimonio de personas del mismo sexo”.
El Cardenal Sturla señaló que para la Iglesia es fundamental «ser compañera de camino» porque hay situaciones que «no son las que uno desearía en los casos en que la familia no puede realizarse según el plan de Dios». La Iglesia nunca puede ser un club de perfectos, sino una casa de puertas abiertas», precisó.
El Arzobispo de Montevideo destacó el sentido de unidad de la Iglesia aportado por la figura del Papa, “la presencia de Pedro”. “El tiene la última palabra, nosotros trabajamos y le entregamos a él ese trabajo y lo vivimos como una gracia, no como un peso sino como una realidad que da a la iglesia católica el sentido de unidad”.
Respondiendo a una pregunta de un periodista, el Cardenal Sturla aseguró que “la parresía (libertad para expresar el pensamiento) y la humildad para escuchar a los que invitaba el Papa han estado presentes en el Sínodo”. Al llegar la etapa de las conclusiones, el Cardenal invitó a que los católicos del mundo recen por el Sínodo y por el Papa.
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