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Ya funciona el Programa Puertas Abiertas en la Arquidiócesis de Montevideo

By 08/07/2016No Comments

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Los médicos le dijeron que acababa de morir su madre. Desconsolada, salió a caminar sin rumbo, ni sabía en busca de qué. Vio la puerta de la iglesia abierta y entró. Rezó, habló con un sacerdote, el cura fue más tarde al velorio. La historia pudo ser otra porque el templo estaba de par en par.

Esta es apenas una de las anécdotas que puede contar Lucía Gómez, una de los integrantes del Proyecto Puertas Abiertas, organizado por la Iglesia Católica de Montevideo y financiado por  Iglesia de Todos. El programa consiste en proveer a algunos centros de culto de la capital el personal necesario para que puedan mantenerlos abiertos. En algunos casos las parroquias pagan parte de ese sueldo, pero en otros la Arquidiócesis de Montevideo asume todos los costos.

Una vez que se relevó toda la ciudad y que se estudió qué templos ya estaban abiertos y cuáles no, el equipo coordinado por Gonzalo Noseda definió, junto con el Cardenal Daniel Sturla, qué iglesias podrían ser las primeras beneficiarias del programa. Comenzaron por aquellas que están ubicadas en las zonas más transitadas de la ciudad.

El plan prevé que los centros religiosos puedan recibir gente al menos durante cuatro horas de martes a sábados. Y establece que haya una persona capacitada específicamente para esto, de modo que pueda atender bien a los que llegan.

“No se trata solo de abrir la iglesia y cuidar de robos. La idea es que la gente se sienta recibida cuando llega; que no se encuentre con un guardia que vigila para que no robe, sino que reciba información de horarios y actividades, sea escuchado o entre en contacto con un sacerdote”, informó Noseda.

El plan se puso en marcha después de Semana Santa

“Supone un gran apoyo de la Iglesia por el cuidado de un ambiente que tiene que estar disponible para la gente. Lo ideal es que todos puedan entrar, estar, mirar, rezar, preguntar. Además, esto tiene un simbolismo colectivo poderoso: la iglesia abierta, con luz encendida, a la espera de todos. Esto tiene un efecto eclesial, comunitario y social también”, evaluó el padre Daniel Ziloni, párroco de la Sagrada Familia, en Luis A. de Herrera. Su templo está abierto de martes a sábados de 15 a 19 hs.

“Hace un tiempo habíamos intentado hacer algo así”, contó por su parte el dominico Edgardo Quintana, párroco de la iglesia que queda en Mario Cassinoni, cerca de La Española. “Pero es difícil mantenerlo, los voluntariados no siempre colman las expectativas y no lo pudimos lograr. Ahora hacemos una valoración muy positiva de la experiencia, recién estamos comenzando y ajustando detalles”, agregó.

Su parroquia está abierta de lunes a viernes desde que termina la Misa de 8 y hasta el mediodía. Eligieron la mañana porque consideraron que era más indicado para recibir a gente que no suele entrar al templo, como por ejemplo pacientes que acuden al hospital que queda muy cerca de allí.

Una de esas mañanas entró una señora. Lucía la recibió con su mirada y ella le comentó: “Siempre paso y está cerrado. Ahora que tanto lo necesito, está abierto”. La mujer tiene cáncer y ese día tenía consulta con el médico, ahora siempre visita al Señor cada vez que acude al consultorio.

Esa parroquia ya va teniendo sus “habitués” como esta señora. O como otra mujer que todas las semanas es llevada por su hijo pequeño. También entran las abuelas que pasan con sus nietos de camino al colegio, o incluso los que van a Misa todos los días, que ahora se quedan rezando un rato más después de comulgar. No faltan los que se acercan atraídos por el estilo arquitectónico del templo, que en este caso tiene influencias del mundo árabe.

Acción concreta

El párroco comentó que la ayuda del Programa Puertas Abiertas es fundamental, pues no solo le garantiza que haya alguien disponible para atender a los que llegan, sino que también soluciona el sueldo de esa persona. “Nos interesaba la idea para llegar a gente de afuera”, ratificó el padre Quintana.

El padre Ziloni, por su parte, valoró que este Programa es muy concreto y que tal vez por ello esté teniendo una aceptación tan buena, “el plan llega a un lugar sensible”, dijo. Y mencionó que “continuamente” ve gente que pasa por la vereda, ve que está abierto, entra, reza y se va. “Vienen familias, abuelas con nietos, madres con hijos. Veo gente que nunca había visto”, señaló, en coincidencia con la experiencia de los dominicos y con uno de los objetivos del plan.

Es que, según explicó Noseda, “se trata de recibir a la gente. Las puertas abiertas no están solo en lo físico, sino que refieren también a las puertas del corazón, que tienen que estar de par en par para recibir a los creyentes y a los no creyentes”.

Mapa interactivo con las iglesias abiertas. En rojo figuran las que están en el Programa, las naranjas son las que están abiertas por iniciativa de las iglesias. Puede hacer click sobre los iconos para ver horarios y más información.

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Fuente: www.arquidiocesis.net