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Seis propuestas para caminar: Líneas de acción para la Arquidiócesis de Montevideo

By 14/02/2018No Comments

Un joven enseña a otra a hacerse la señal de la Cruz, durante una misión en Manga. /C. Planelles/ ICM

A continuación se presentan seis líneas por las que transitará la Iglesia Católica de Montevideo en los próximos meses. Las mismas fueron elaboradas por el Equipo de Curia, después de recibir diversos insumos desde dentro y fuera de la Iglesia.

Estos planes se enmarcan en el concepto de “Iglesia en salida, evangélica y transparente”, y se irán concretando a través de los siguientes programas, según una carta enviada por el Card. Daniel Sturla a los sacerdotes. Las seis líneas son las siguientes:

Pastoral presbiteral

Hay una renovada toma de conciencia en la Iglesia de que los presbíteros no son solo agentes sino también destinatarios de la pastoral. Como integrantes del Pueblo de Dios también la Iglesia Madre se ocupa de ellos y los atiende. El cuidado de nuestra vida personal, el desarrollo humano, espiritual, intelectual y pastoral constituyen un compromiso personal y comunitario.

La Comisión del Presbiterado ha realizado en estos años una labor muy positiva pero aún falta camino por recorrer. El objetivo es crecer en una mirada teologal de los vínculos y unirse en una acción pastoral sostenida, con propuestas a mediano y largo plazo y con programas que se irán ejecutando.

Mística diocesana

Se continuará en la promoción, en todo el pueblo de Dios, de una identidad clara de discípulos-misioneros de Cristo en la Iglesia Católica, desde la cual tomar las decisiones clave que construyen la vida y la sociedad. Una acción consiste en seguir fortaleciendo las fiestas, de un modo especial la de los patronos San Felipe y Santiago, procurando que llegue a ser una fiesta popular, y revitalizar la procesión de Corpus Christi.

Asimismo, y en atención al consejo del Papa Francisco a los obispos de ser fieles a nuestras raíces, se propone valorar más nuestra historia de santidad: el venerable Mons. Jacinto Vera, las beatas Dolores y Consuelo y la Madre Rubatto; los siervos de Dios Walter Chango y Padre Cacho. Esta mística de pertenencia a la comunidad se puede generar en los sacramentos de iniciación cristiana y en la lectura orante del evangelio. También hay que cuidar la relación entre colegios, movimientos y parroquias, para que la riqueza de cada carisma se exprese en sintonía con la Iglesia particular.

Formación a todos los niveles

La Facultad de Teología será el marco donde confluirán las diversas iniciativas de formación de la Arquidiócesis en una propuesta que tenderá a ser integradora, seria, mantenida en el tiempo: Facultad de Teología, ITU Laicos, IAF, Vicarías y Comisiones, de un modo especial Catequesis y Educación, articulando también con la Universidad Católica. La Facultad de Teología, Dios mediante, se trasladará a una nueva sede en 2019 en Estero Bellaco y Urquiza, atrás de la parroquia Tierra Santa. Allí funcionarán también el Centro Pastoral Arquidiocesano y el Instituto Arquidiocesano de Formación.

Es fundamental ofrecer una propuesta orgánica con una formación básica que pueda ser realizada por todos los agentes pastorales. En el largo plazo, tiene que crecer la conciencia y la exigencia de que los agentes de pastoral tengan esa formación básica, estén integrados en la comunidad eclesial y, en la medida en que sea mayor su responsabilidad, sea mayor también su formación.

La catequesis

Es un elemento clave hacia el futuro. Se fortalecerá una catequesis que a partir de la experiencia que se está realizando (catequesis de discipulado) sea capaz de formar catequistas, dar elementos para aprender a hacer catequesis, transmitir la fe y dar razones de la fe. Este 2018 comenzará el Diplomado de Catequesis de un año con modalidad semipresencial. Continuará el curso de iniciación y comenzará el camino hacia un Instituto Superior de Ciencias Religiosas que recoja la experiencia ya vivida en el CSTP (Centro Superior Teológico Pastoral), integrando la dimensión pedagógica y didáctica y que pueda expedir un título terciario.

Fomentar la participación de los laicos

Por un lado está la gran escuela de formación laical, que es la Parroquia. Allí los laicos pueden encontrar el alimento y la fuerza para cumplir su vocación fundamental de transformar el mundo y sus estructuras.

También allí hay diversos ámbitos en donde los laicos pueden prestar sus servicios, y de un modo especial formando los órganos indicados por el derecho: el Consejo Pastoral Parroquial y el Consejo Económico. Por otra parte es básico la formación de laicos discípulos-misioneros con clara identidad católica, pero con la autonomía correspondiente: en comunión con el Obispo y toda la iglesia pero sin pretender que la comunión sea uniformidad.

Respetar las opciones diversas desde la concepción cristiana de la vida en todo aquello que legítimamente pueda haber pluralidad de opiniones. Hay varios instrumentos: Iglesia en diálogo, Club Católico, el Departamento de laicos. Se darán los pasos para que vuelva a conformarse el Consejo Pastoral Arquidiocesano.

Presencia evangelizadora en los barrios populares

En algunos barrios más populares se van encontrando los caminos para ser Iglesia en salida a través de misiones populares, casas de la Palabra, integración de adultos en la vida parroquial, o con la experiencia de las antiguas comunidades eclesiales de base, pero en general hay un envejecimiento y una baja participación. Se propone trabajar más en equipos sacerdotales, ver los aportes del Ministerio de Música con los “coros misioneros”, dar continuidad al trabajo de las misiones, fundar más “casas de la Palabra” en diverso barrios, entre otras cosas.

Fuente: http://icm.org.uy/seis-propuestas-caminar/