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Se cumplen 100 años del nacimiento de Mons. Carlos Mullin sj

By 07/08/2014agosto 15th, 2014No Comments

Carlos Mullin, Obispo de Minas

El viernes 8 de agosto, se celebra el centenario del nacimiento de Mons. Carlos Mullin sj (Obispo de Minas en el período 1977-1985), una de las figuras decisivas en la fundación de la Universidad Católica del Uruguay. La Misa de ese día será celebrada en su memoria y asistirán familiares del Obispo.

Mons. Mullin Noceti sj nació en Montevideo el 9 de agosto de 1914 y fue el primer religioso de la Compañía de Jesús en recibir el episcopado en el Uruguay.

A modo de memoria, compartimos un artículo de la Dra. Susana Monreal, publicado en la Revista Lazos editada por la UCU.

 

ESTAMOS HACIENDO HISTORIA

MONSEÑOR CARLOS MULLIN, S. J.
“PIONERO DE LA LIBERTAD DE ENSEÑANZA
Y DE LA UNIVERSIDAD LIBRE”.

Dra. Susana Monreal
Archivo Histórico de la Universidad

Los primeros intentos de fundar una Universidad Libre o Católica, en nuestro país, datan de 1882 y su activo promotor fue el Pbro. Mariano Soler. El Dr. Soler y Francisco Bauzá – un sacerdote católico de destacada labor intelectual, y un laico de talento excepcional, historiador, político, promotor de importantes obras sociales de la Iglesia – fueron los dos rectores de la Universidad Libre, hasta 1885, cuando el gobierno limitó por ley el desarrollo de los estudios superiores libres.

Recién en 1960 comenzaron volvieron a resurgir los propósitos, hasta entonces vagos, de instalar una Universidad Católica en Uruguay. El hecho de que el Partido Nacional hubiera ganado las elecciones de 1958 parecía un elemento auspicioso. En cuanto al ambiente eclesial, la idea de fundar una Universidad Católica en el Uruguay contó, desde un principio, con todo el apoyo de la Nunciatura Apostólica a cuya cabeza se encontraba, desde abril de 1960, Mons. Rafael Forni, personalidad controvertida. En un principio, no parecía igualmente decidido el apoyo de la Iglesia uruguaya en la que se inició un período de reflexión y polémica en torno a la verdadera misión de una Universidad Católica, proceso que culminaría recién al año siguiente. Por otra parte, eran en apariencia más de uno los proyectos de Universidad Católica que se manejaban entonces. El P. Carlos Mullin, S.J., entonces Superior de la Residencia «San Ignacio», en la calle Rossell y Rius, promovía una de las propuestas.

Nacido en Montevideo, el 8 de agosto de 1914, Carlos Mullin ingresó a la Compañía de Jesús en febrero de 1931 y fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1946. En 1950 el P. Mullin fue designado Ministro de Filósofos y Profesor de Filosofía en el Colegio Máximo de San Miguel (Buenos Aires, Argentina). En 1954 regresó al Uruguay como Maestro de Novicios y, a partir de agosto de 1955, se desempeñó como Vice Provincial del Uruguay.

Desde su regreso a su país, en 1954, luego de su estadía en la República Argentina, el P. Carlos Mullin acariciaba la idea de lograr la instalación de una Universidad Católica en el país. Como Maestro de Novicios y más tarde como Vice-Provincial de la Compañía promovió el proyecto entre los Padres Jesuitas. Mullin aplicó su temperamento irlandés a la difusión de un proyecto que era en él una convicción profunda: la necesidad de fundar una Universidad Católica en el Uruguay para dar bases firmes a la evangelización de la cultura uruguaya. Se trataba de estar presentes en el mundo intelectual, en un ambiente fuertemente secularizado. Era ésta una idea propia de la historia y del apostolado de la Compañía de Jesús. La acción perseverante del P. Mullin provenía pues de su formación jesuítica. Sin embargo no fue siempre comprendido. Como Vice-Provincial el P. Mullin había tratado de formar a las nuevas generaciones de jesuitas para el trabajo universitario y varios religiosos fueron enviados a Europa y a los Estados Unidos de América para alcanzar una preparación académica del mejor nivel.

«Pionero de la libertad de enseñanza y de la Universidad libre», «paladín de la libertad de enseñanza en todos los grados», así se refería al P. Mullin el P. Isidro Griful, S.J., Vice-Provincial de la Compañía de Jesús. Su propuesta despertó sin embargo opiniones dispares. De todos modos consiguió la autorización de sus superiores para apoyar la organización de Cursos de Derecho y Notariado a nivel universitario en el local del Colegio Monseñor Isasa, fundado en 1958, junto a la Parroquia de San Ignacio y ubicado en terrenos donados por la familia de Mons. Ricardo Isasa. El tenaz jesuita soñaba con ver crecer, en ese emplazamiento, el campus de la proyectada Universidad. Por otra parte, el mismo P. Mullin inició contactos para lograr la elaboración de un proyecto de ley que condujera a la creación de la Universidad Católica.

El proyecto de Universidad Católica de 1960 fracasó por múltiples y dolorosas razones. Destinado al Paraguay desde 1962 hasta 1966, el P. Carlos Mullin colaboró en la primera etapa de vida de la Universidad Católica del Paraguay, “Nuestra Señora de la Asunción”, como Profesor y Decano de la Facultad de Filosofía. También ocupó el cargo de Vice-Provincial del Paraguay.

A su regreso al Uruguay, el P. Mullin fue destinado al Colegio San Javier de Tacuarembó y a la Parroquia de la Capilla Cruz Alta, en el departamento de Treinta y Tres. Se hallaba dedicado a estas tareas pastorales cuando el Papa Pablo VI lo nombró Obispo Auxiliar de Minas, el 1º de marzo de 1972. Al morir Mons. Edmundo E. Quaglia, fue nombrado Obispo de Minas, tomando posesión de la diócesis en noviembre de 1977. Ya Obispo, Mons. Carlos Mullin fue designado Rector del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras, fundado en 1954, y Presidente del Departamento de Educación Católica. Su trabajo fue eficaz y constante a favor de la educación católica y especialmente de la creación de la Universidad Católica del Uruguay.

Como Rector del Instituto de Filosofía, promovió el convenio que encomendó la gestión de la obra a la Compañía de Jesús, en 1979. Con la valiosa colaboración de la Provincia de Castilla de la Compañía de Jesús y el compromiso de algunos jesuitas uruguayos se fue definiendo el nuevo proyecto de Universidad Católica, apoyado por los Obispos en 1980 y tenazmente sostenido, ante las autoridades civiles y militares, por Mons. Carlos Mullin y por Mons. Antonio Corso.

La Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio Larrañaga” fue oficialmente inaugurada el 5 de marzo de 1985. Mons. Mullin murió el 17 de marzo de 1985, sólo doce días después de haber participado del nacimiento de la Universidad Católica por la que tanto había bregado.

Agrademos muy especialmente la colaboración del P. Jesús Martínez, S.J. por habernos facilitado el acceso a los datos provenientes de los Archivos de la Curia Provincial de la Compañía de Jesús en el Uruguay.
Del P. Isidro Griful, S.J., Vice-Provincial del Uruguay, sobre el P. Mullin, S.J.

El P. Griful, de origen catalán, nacido en 1885, fue Vice-Provincial de la Compañía de Jesús en Uruguay, entre 1959 y 1966. En setiembre de 1961, ante la solicitud de las autoridades eclesiásticas del traslado del P. Mullin fuera del Uruguay, el P. Griful escribió al P. J. B. Janssens, S. J., Prepósito General de la Compañía de Jesús (Roma) una larga carta, en defensa del P. Mullin, de sus proyectos y de su modo de actuar:

“El P. M. [Mullin] conocido ya por sus ideales y su preparación, requerido por otros entusiastas y las mismas autoridades que deseaban se creara un ambiente favorable, se constituyó en paladín de la libertad de enseñanza en todos los grados, particularmente del universitario, hablando y escribiendo sobre el tema con gran competencia y fruto de nuevos adeptos para la causa de la Universidad Libre. Subrayo el libre porque desde un principio el P. evitó hablar de Universidad Católica por no parecer que invadía un terreno reservado a la Jerarquía. (…)

«Aunque VP ya conoce al P. Mullin como religioso observante y edificante, y también con sus defectos de ingenuidad, idealismo excesivo y con algo de porfía pueril, (…) , me siento en la obligación de manifestar a VP que, en general y prescindiendo de detalles de poca monta, el P. M. [Mullin] en este asunto de la Universidad Católica en Uruguay, siempre me ha consultado, y, a veces con verdadero sacrificio de su parte, siempre me ha obedecido en cuanto le mandé o prohibí. En consecuencia, si alguien en este asunto ha de recibir una sanción soy yo; y estoy dispuesto a recibirla aunque sea la remoción de mi cargo». (…)

Agregaba el P. Provincial: «A tan buen religioso como es el Padre (…) basta una palabra de orden de VP, y aun mía, para que el P. la acepte y cumpla como hijo de obediencia».

Todo merece citarse y sin comentarios: «Esa providencia tan radical de echarlo de la patria escandalizaría a los buenos, daría alas a los malos y, dentro de la Compañía, donde el P. por haber sido Maestro de Novicios, Profesor de Filosofía, Ministro de Filósofos y Provincial tantos jóvenes le veneran, causaría un lamentabilísimo efecto. Sé que el P. aceptaría la injusticia con toda resignación y espíritu de sacrificio; pero yo me siento obligado a hacer cuanto pueda para impedirla».

Carta del P. I. Griful SJ, Vice-Provincial, al P. J. B. Janssens SJ, Prepósito General de la SJ, Roma, 27 de setiembre de 1961. Archivos de la Curia Provincial de la Compañía de Jesús en el Uruguay. Papeles del P. Isidro Griful, S.J.

Una obra difícil pero imprescindible.

“Es indispensable la Universidad Católica en el Uruguay y precisamente la obra que nos falta. Y creo que la actual opinión de la Santa Sede, me consta que lo es de la Compañía, es la de que la Universidad Católica aquí y en todas partes del mundo es de una estrictísima necesidad. La opinión de la Compañía y de nuestro Padre General la conozco: “La Universidad es la cumbre del apostolado laico en cualquier parte del mundo”. (…)

¿Qué misión tiene la Universidad Católica? La de formar al hombre integral, en sus cualidades naturales y sobrenaturales: el hombre integral tal cual nos lo da el mundo con la Redención de Cristo. (…)

La mayoría de las crisis espirituales y morales de los estudiantes católicos de Facultad se plantean por esa desproporción que existe entre el desarrollo de sus facultades mentales, en el orden humano-natural, y el desarrollo de sus conocimientos de filosofía y teología católicas. (…) Sé que hay serias dificultades para establecer una Universidad Católica. Pero así como las han superado en otros muchos países, las podemos superar también nosotros. No podemos estar los católicos uruguayos al margen del apostolado máximo del catolicismo”.

Carta al P. C. Mullin, SJ, Vice-Provincial, al P. Juan Luis Segundo, SJ(Lovaina,Bélgica) Montevideo, 25 de agosto de 1958. Archivo Histórico de la Universidad Católica, Papeles de Mons. Carlos Mullin, S.J.