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Puentes de Solidaridad en Maldonado y en tiempo de pandemia: Cada vez con más migrantes, más acciones y más sinergias

By 10/10/2020No Comments

 

Asesoramiento y acompañamiento a personas migrantes es el objetivo macro de Puentes de Solidaridad en Uruguay que se cumple a través de diversas actividades y gracias a múltiples sinergias. A 8 meses de la apertura del Centro de Atención del Proyecto en Maldonado, y con la pandemia mediante, pasamos raya a las acciones desarrolladas, a los logros, los desafíos y los sueños.

La apertura del Centro de Atención de Puentes de Solidaridad en la Diócesis de Maldonado-Punta del Este-Minas tuvo lugar en febrero de 2020. Funciona en el local de Cáritas en la ciudad de Maldonado dos días a la semana, 4 horas de atención por día. No obstante, se fueron desplegando otro tipo de acciones que ameritan más horas de atención en el local y en otros espacios.

Unas 50 personas migrantes integran la población que es recibida por mes en el Centro de Atención de Puentes de Solidaridad. Este número aumenta “en forma significativa y constante”, aclara la Lic. en Trabajo Social y referente del Centro de Atención para personas migrantes Maldonado/ Puentes de Solidaridad, Olga Abad. En su mayor parte son mujeres y hombres de nacionalidad cubana. Pocos constituyen hogares unipersonales, la gran mayoría son familias de al menos 3 integrantes.

El equipo base está integrado por la Lic. Abad  y el Padre Jorge Díaz, referente de la Pastoral Social de la Diócesis, quien con su equipo y otras personas más colaboran con el Proyecto. Recientemente se sumó un médico cubano voluntario que se encuentra haciendo un posgrado en Pediatra en el Hospital de Maldonado. Con su aporte se creó un servicio de Atención Primaria de Salud para personas migrantes. 

Entrevistada para NotiCEU, la referente del Centro de Atención destacó que una de las fortalezas del servicio es el trabajo en equipo y en diversas áreas. “La fuerza diferencial hace que se nutra de diversos saberes, diversas disciplinas y experiencias vitales”, puntualizó. La Lic. Abad señaló como otra fortaleza que el Centro de Atención no solamente tiene sede en el local de Cáritas sino también en otros espacios “según los programas y las acciones que logramos desarrollar y promover”. En este sentido, explicó que uno de los pilares del servicio reside en “construir una red de recursos personales e institucionales con los los programas sociales e instituciones públicas”. 

Entre las actividades que se desarrollaron en estos primeros meses de funcionamiento se destaca el asesoramiento a nivel personal y familiar (efectuando respecto a cada migrante la derivación responsable acorde a cada coyuntura). Se realiza, asimismo, la coordinación e intercambio de información y planificación estratégica en función de objetivos específicos de acuerdo a las diversas situaciones de los migrantes.

De julio a octubre se ofreció un Taller de “Intercambio de saber y sabores”. Este espacio semanal de 3 horas permitió la preparación y el intercambio de comidas e incluyó dos talleres de cultivo de hierbas aromáticas en pequeños espacios. 

Gracias al trabajo voluntario de un médico cubano se implementó la Policlínica de Atención Primaria de Salud para migrantes. Colabora en este servicio también una voluntaria del grupo Damas Rosadas que recibe a las personas agendadas para la consulta. 

Para los jóvenes de las familias se ofrecen clases de apoyo de matemáticas e inglés en el marco del Proyecto de Apoyo Estudiantil /Cáritas. Además se apoya con un servicio de ropería básica  y con el estímulo a iniciativas de producción y trabajo autónomo. 

En este tiempo de pandemia se logró implementar con diversos aportes de personas particulares, de grupos y de otras Iglesias como la Mormona y la Evangélica, el apoyo alimentario. “Es una canasta básica que hemos logrado sostener desde el inicio de la pandemia que ha tenido un impacto muy significativo en las posibilidades laborales de personas migrantes”, comentó la Lic. Abad.  Explicó que “la mayor parte de las personas migrantes que atendemos están en situación de desempleo o con un empleo precarizado en forma extrema. Las carencias de ingreso son muy significativas y la entrega de esas canastas intenta paliar o colaborar para que la satisfacción de necesidades básicas mejore de alguna manera”. “El aporte de las canastas de alimentos se hace en coordinación y derivación responsable al programa de Desarrollo Social y comunitario de la Intendencia Departamental de Maldonado, y en coordinación con otros colegas trabajadores sociales a los que derivamos las situaciones más críticas”, precisó. 

Un ejemplo de acompañamiento es el que se realiza a las mamás migrantes que se encuentran embarazadas. Hay en este momento 5 madres que están cursando su embarazo a las que “se las acompaña y deriva a los servicios de salud, al Programa Uruguay Crece Contigo y a un grupo de mujeres que son integrantes de una parroquia que preparan el ajuar”, comenta la referente de Puentes de Solidaridad en Maldonado. 

Pasando raya a los talleres gastronómicos instrumentados la Lic. Abad afirmó que “ha sido muy reconfortante para nosotros y para las personas migrantes el espacio semanal de taller que llamamos ‘Intercambio de saber y sabores’ en el que participaron 10 migrantes de diversas nacionalidades. Este taller fue una “motivación para seguir formarse en otras áreas”. “Es un espacio de aprendizaje pero también de socialización. La fragilidad vincular de los migrantes es una de sus vulnerabilidades más importantes y este espacio sirvió para fortalecer, acompañar y promover este recurso y paliar esta falencia”, aseguró. La referente responsable del taller es una persona migrante, de nacionalidad paraguaya, que hace muchos años vive en Maldonado y que logra conectar con los participantes de la iniciativa desde su historia compartida como migrante.

LOGROS, DESAFÍOS Y SUEÑOS 

“Hemos accionado muchísimo en coordinación con el servicio que tiene Mides Maldonado para las personas migrantes, y es un soporte sustantivo desde el punto de vista documental, que es una área de fragilidad para estas personas”, comenta la Lic. Abad sobre las sinergías logradas. 

También destaca, en este sentido, el aporte del sistema de salud que “les brinda mucha seguridad a los migrantes al ser bien recibidos y contar con una atención real efectiva en relación a las diversas problemáticas de salud que presentan”. 

Admite, empero, la limitación que presupone que la red de recursos personales e institucionales con los programas sociales e instituciones públicas «dependa de las personas que estamos gestionando circunstancialmente el Proyecto, ya que no hay aún un protocolo de vínculo con las Instituciones Públicas”.

La referente de Puentes de Solidaridad en Maldonado consideró que el mayor desafío que plantea la realidad de los migrantes desde el punto de vista estructural “tiene que ver con las condiciones laborales (ausencia de espacios laborales de calidad y que tengan una remuneración acorde  e igual a cualquier ciudadano nacional)”. “La discriminación en ese sentido es muy significativa”, subrayó. 

“El desafío sería que las personas que ofrecen o generan espacios de trabajo respeten los derechos de los trabajadores independientemente de su procedencia o nacionalidad”, planteó. También el aspecto habitacional es un desafío relevante. “El costo de un lugar donde vivir en condiciones dignas en Maldonado es altísimo, y no hay ningún programa previsto desde la órbita pública, ni nacional ni departamental, para recibir a las personas migrantes de recursos medios o medios bajos”. “Este es un gran desafío: pensar una acción desde la dimensión pública para preparar la  llegada de los migrantes y creo que es una falencia significativa”, indicó Abad. Resaltó, no obstante, que “Uruguay cuenta con la normativa vigente en relación a la migración que se adecua a la normativa internacional ,y que plantea con mucha claridad cuáles serían las acciones que desde lo público y lo privado podemos emprender para que el recibimiento de los migrantes, y el fortalecimiento de su capacidad y seguridades permita una buena integración y un buen intercambio cultural”.

Consultada sobre los sueños que atesora para los migrantes en nuestro país aseguró que “el sueño más grande, desde mi perspectiva, sería que tengamos la capacidad de intercambio cultural real desde una base de  igualdad y, para el Proyecto, tener la capacidad de generar espacios y acciones para fortalecer eso. Toda la propuesta orientada a las diversas demandas, ya que los migrantes tienen distintas edades, procedencias y cultura y debemos tener la posibilidad de conciliar, respetar e integrar esa diversidad. Ese es un desafío importante al presente y al futuro”, concluyó.