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Sacerdote italiano se integra a trabajar en la Diócesis de San José

By 06/02/2013febrero 8th, 2013No Comments

Desde Crema, al norte de Italia, el 4 de enero arribó a Cardona el Padre Federico Bragonzi. Este sacerdote italiano llegó a Uruguay y conformará un equipo misionero junto a otros dos sacerdotes de la Diócesis de Lodi (ambas vecinas de la región de la Lombardía en el norte de Italia). La misión pastoral de estos sacerdotes, es la de colaborar en la tarea evangelizadora de dos Diócesis uruguayas, Mercedes y San José de Mayo, mediante un “hermanamiento” de dos iglesias particulares italianas con dos de nuestro país.

Los sacerdotes Giancarlo Malcontenti y Marco Bottoni ya se encuentran desde hace un tiempo en Uruguay, residiendo en Cardona y colaborando en la atención pastoral de la capilla San Juan Bautista de Villa Ismael Cortinas, perteneciente a Flores.

El Padre Federico, de 63 años, se integra al presbiterio de la Diócesis de San José de Mayo, encomendándole el Obispo Diocesano la Parroquia Inmaculada Concepción y San Juan María Vianney en Estación González, continuando así la intensa labor del Padre Jorge Scalzotto, quien en los próximos meses asumirá la Parroquia “Cristo Redentor” de la zona de Capurro.

FEDERICO BRAGONZI

Nacido el 14 de junio de 1949 en Crema, Italia. Ordenado sacerdote el 28 de junio de 1973.

Luego de su ordenación realizó el Bachillerato en Teología, nombrado Vicario Parroquial en Trescore Cremasco del 1973 al 1980. Luego de esta experiencia en la Diócesis, fue enviado como sacerdote misionero a Venezuela, donde estuvo de 1980 a 1985 y luego en Guatemala por 15 años (1985-2000).

A su regreso en Italia fue nombrado miembro del equipo del CUM (Centro Unitario Misionero, dependiente de la Conferencia Episcopal Italiana CEI) integrando el equipo de América Latina.

Fue Párroco en la Parroquia Santa Angela Merici en 2009 y Director del Oficio Misionero y Migrantes en el año 2000. Encargado de los movimientos religiosos alternativos en 2001 y asesor espiritual de las Hermanas Hijas de Santa Angela Merici.

En 2012, el Obispo diocesano de Crema, Mons. Oscar Cantoni, le entregó la cruz misionera y el envío a una nueva misión a la Diócesis de San José de Mayo en el Uruguay, que comenzará en 2013.

Su experiencia en Guatemala y Venezuela

La “aventura misionera”, como la definió el Padre Federico ya lleva unos 20 años. Comenzó en América Latina, en Venezuela del1980 a1985 y luego hasta el año 2000 en Guatemala. “Es algo que en mi vida el Señor ha despertado desde los tiempos del seminario y por la gracia de Dios y el consentimiento de mis obispos se pudo realizar. Nosotros vivimos esta experiencias como sacerdotes diocesanos, ‘Fidei Donum’, el don de la fe de una Diócesis de antigua tradición y que cuenta con más personal apostólico, un don que hace a otra iglesia que está creciendo y se concretizó en Venezuela y Guatemala y las compartimos un buen grupo de compañeros sacerdotes”, recordó el Padre Federico al participar del espacio “Palabras que dan vida” junto aMons. Arturo Fajardo en FM Encuentro, programa que se retransmite a la medianoche por SUR FM en la ciudad de Trinidad.

Con gran entusiasmo el Obispo de Lodi, Mons. José Merissi (quien visitara Uruguay en noviembre de 2012) y el Obispo de Crema, Mons. Oscar Cantoni, han decidido comenzar con esta nueva colaboración con estas dos iglesias en Uruguay, abiertas a la misión de sacerdotes diocesanos de ambas diócesis italianas.

Crema y Lodi, son Diócesis cercanas, a unos 15 minutos, ubicada al norte de Italia, cerca de la ciudad de Milán, siendo ésta “madre” de las iglesias de la Lombardía.

Crema es una Diócesis pequeña de unos 100.000 habitantes, creada eel 11 de abril de 1579, contando una tradición de muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, contando en la actualidad con unos 90 sacerdotes, algunos muy ancianos ya.

La experiencia de Guatemala

“Fueron 15 años que me marcaron mucho, y luego porque llegamos con otros compañeros a Guatemala, en el tiempo de la dictadura y la represión, el pueblo maya y mestizo nos dio un testimonio de martirio, de fidelidad a Jesús y al Evangelio, a la Iglesia”, remarcó el Padre Federico.

El Padre Federico estuvo sirviendo en la Diócesis de Quiché, una iglesia marcada por el martirio, donde se dio la matanza de algunos sacerdotes y catequistas.

“Me marcó mucho la profundidad de la cultura maya y de la experiencia religiosa de los indígenas, vivían en esta Diócesis un 95% de la población maya, con diferentes etnias y expresiones culturales, hay 22 idiomas mayas en Guatemala y esto fue una experiencia muy linda y profunda”, expresó.

Primeros sentimientos al llegar a Uruguay

En Uruguay el Padre Federico se encuentra conociendo y recorriendo durante este tiempo de vacaciones en el que se encuentra supliendo al Padre Marco Bottoni, en la Parroquia de Cardona. Ha conocido ya una parte de la Parroquia de Estación González junto al Padre Scalzotto, y las capillas sobre la ruta 23 y 11: Mal Abrigo, Estación González y Juan Soler. También ha estado celebrando la Eucaristía de los domingos junto a la comunidad de Ismael Cortinas.

“Mi primera impresión ha sido la de lugares tranquilos, aislados, que tendré que seguir conociendo e introducirme en ellos de a poco, vi el trabajo del Padre Jorge sobre todo en las estructuras de las capillas, hay mucho trabajo para hacer y poco a poco iremos participando”, indicó el Padre Federico.

Desafíos y retos actuales de la iglesia

En el contexto del Año de la fe, y luego de haberse realizado el Sínodo sobre Nueva Evangelización, el Padre Federico reflexión sobre algunos de los desafíos de la iglesia en Europa y América Latina, donde se vive un gran secularismo.

“A mí me parece que el desafío mayor es que nuestra fe no se apague, el Papa nos invita a recuperarla de forma muy personal, que se vuelva al seguimiento de Jesús, a tener la experiencia del discípulo y de ser grandes misioneros de Jesús”. Que lo podamos testimoniar con la vida, pero aprovechar todas las ocasiones para anunciar lo que nos convence, lo que está cambiando nuestra vida, muchos no sienten la necesidad del Evangelio, pero en el fondo buscan algo”, reflexionó.

 “La respuesta nos viene del mismo Jesús pero tiene que pasar por nuestra experiencia personal, el mundo de hoy necesita de testigos más que maestros, como decía el Papa Pablo VI, que con su propia vida anuncian la buena noticia”, concluyó el Padre Federico.

Fuente: «Red Diocesana», Boletín digital del Departamento de Comunicación de la Diócesis de San José