En su Saludo para la Pascua el Obispo de San José de Mayo y Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), Mons. Arturo Fajardo, invita a compartir el amor y la alegría y a superar las diferencias que pueden separar.
“Hoy celebramos el triunfo de la Vida. Jesucristo se entregó por cada uno de nosotros y nos llama a vivir con Él una vida plena.Todo lo viejo pasó, su resurrección hace nuevas todas las cosas y nos regala una nueva oportunidad”, explica el Obispo.
Aludiendo a su última Carta Pastoral (Effatá-Ábrete. Hacia una Reconfiguración Pastoral) el Pastor recuerda que “el Resucitado sigue curando hoy a la humanidad de múltiples maneras…”. En este sentido destaca que “somos colaboradores y continuadores de esa misión” y anima a “salir al encuentro de los otros para compartir la alegría y el amor que recibimos en la Pascua, superando las diferencias que algunas veces pueden separarnos”.
Mons. Fajardo insta a confiar “de verdad en el Señor” ya que “la fuerza de la Iglesia para obrar no radica en ella misma sino en Dios. Ella ha experimentado el amor sanador del Padre y necesita siempre, como cada uno de sus miembros, que el Señor se le acerque con cariño, la toque, la sane y la vuelva a centrar en la escucha de su Palabra”.
Texto del Saludo Pascual de Mons. Arturo Fajardo
La alegría del Señor es nuestra Fortaleza
Queridos hermanos y hermanas de las distintas comunidades de la Diócesis y todos los que viven en San José y Flores: ¡Felices Pascuas!
Hoy celebramos el triunfo de la Vida. Jesucristo se entregó por cada uno de nosotros y nos llama a vivir con Él una vida plena.
Todo lo viejo pasó, su resurrección hace nuevas todas las cosas y nos regala una nueva oportunidad.
Mi deseo, de corazón, es que podamos experimentar la alegría que nos trae Jesús Resucitado. En la Carta Pastoral que compartí al comienzo de la Cuaresma resalté que “el Resucitado sigue curando hoy a la humanidad de múltiples maneras…”. Somos colaboradores y continuadores de esa misión. Por ello, los animo a salir al encuentro de los otros para compartir la alegría y el amor que recibimos en la Pascua, superando las diferencias que algunas veces pueden separarnos. “Como Iglesia también somos enviados a curar, a tocar los dolores y las enfermedades, estando cerca de los que sufren no solo corporalmente, sino de los que han perdido la alegría o necesitan el abrazo de un hermano, ese gesto tan sanador”.
Confiemos de verdad en el Señor. “Sabemos que la fuerza de la Iglesia para obrar no radica en ella misma sino en Dios. Ella ha experimentado el amor sanador del Padre y necesita siempre, como cada uno de sus miembros, que el Señor se le acerque con cariño, la toque, la sane y la vuelva a centrar en la escucha de su Palabra”.
Que la Pascua nos regale como a los primeros discípulos, un nuevo impulso para seguir al Señor y anunciarlo a todos con nuestra propia vida. Que el camino que hemos comenzado hacia una “Reconfiguración Pastoral” sea animado y sostenido por el Espíritu Santo, regalo de Cristo vivo.
Con mi afecto y bendición,
+ Arturo
Obispo de San José de Mayo
URUGUAY__________________
Pascua 2019